domingo, 7 de octubre de 2018

El Poder del Ahora. Eckhart Tolle (13). El Propósito Interno del Viaje de Su Vida.

EL PROPÓSITO INTERNO DEL VIAJE DE SU VIDA.


Puedo ver la verdad de lo que está diciendo, pero aún creo que debemos tener un propósito en el camino de la vida; de otra forma simplemente vamos a la deriva; y el propósito significa futuro, ¿no? ¿Cómo reconciliar esto con vivir en el presente?



Cuando usted está de viaje, es ciertamente útil saber a dónde va o al menos la dirección general en la que se mueve, pero no lo olvide: lo único que es real en últimas en cuanto a su viaje es el paso que está dando en ese momento. Eso es todo lo que hay.



El viaje de su vida tiene un propósito externo y otro interno. El propósito externo es llegar a su meta o destino, lograr lo que decide hacer, alcanzar esto o aquello, lo que por supuesto, implica futuro. Pero si su destino, o los pasos que va a dar en el futuro, absorben tanto su atención que se vuelven más importantes para usted que el paso que está dando ahora, entonces pierde completamente el propósito interno, que no tiene nada que ver con a dónde va o con qué está haciendo sino con cómo. No tiene nada que ver con el futuro sino con la calidad de su conciencia en este momento. El propósito externo pertenece a la dimensión horizontal del espacio y el tiempo; el propósito interno concierne a una profundización de su Ser en la dimensión vertical del Ahora sin tiempo. Su viaje externo puede constar de un millón de pasos; su viaje interno sólo tiene uno: el paso que está dando ahora mismo. Según se vuelve más profundamente consciente de ese único paso, se da cuenta de que ya contiene en sí mismo todos los demás pasos así como el destino. Este único paso se transforma entonces en una expresión de la perfección, un acto de gran belleza y calidad. Lo habrá llevado a usted al Ser y la luz del Ser brillará a través de él. Este es a la vez el propósito y el logro de su viaje interno, el viaje hacia usted mismo.



¿Importa si logramos nuestro propósito externo, si triunfamos o fracasamos en el mundo?



Le importará a usted mientras no haya logrado su propósito interno. Después de lograrlo, el propósito externo es solamente un juego que usted puede seguir jugando simplemente porque le divierte. Es posible también fracasar completamente en su propósito externo y al mismo tiempo triunfar totalmente en su propósito interno. O al contrario, lo que es de hecho más común: riqueza exterior y pobreza interior, o "ganar el mundo y perder su alma", como dice Jesús. En últimas, por supuesto, todo propósito externo está condenado a "fracasar" tarde o temprano, simplemente porque está sujeto a la ley de la falta de permanencia de todas las cosas. Cuanto antes se dé cuenta de que su propósito externo no puede darle realización duradera, mejor. Cuando ha visto las limitaciones de su propósito externo, renuncia a la expectativa irreal de que debería hacerlo feliz y lo subordina a su propósito interno.



EL PASADO NO PUEDE SOBREVIVIR EN SU PRESENCIA.



Usted mencionó que pensar o hablar del pasado sin necesidad es una de las formas como evitamos el presente. Pero aparte del pasado que recordamos y con el que quizá

nos identificamos, ¿no hay otro nivel de pasado dentro de nosotros que está mucho más profundamente establecido? 
Hablo del pasado inconsciente que condiciona nuestra vida, especialmente por medio de las experiencias de la infancia, quizá incluso de experiencias de vidas pasadas. Y además está nuestro condicionamiento cultural, que tiene que ver con dónde vivimos geográficamente y el periodo de tiempo histórico en el cual vivimos. Todas esas cosas determinan cómo vemos el mundo, cómo reaccionamos, qué pensamos, qué clase de relaciones tenemos, cómo llevamos nuestra vida. ¿Cómo podríamos alguna vez llegar a ser conscientes de todo eso o librarnos de ello? ¿Cuánto tiempo llevaría eso? ¿E incluso si lo hiciéramos, qué quedaría?


¿Qué queda cuando la ilusión se acaba?



No hay necesidad de investigar el pasado inconsciente en usted, excepto en cuanto se manifiesta en este momento como un pensamiento, una emoción, un deseo, una reacción

o un evento externo que le ocurre a usted. Lo que necesite conocer sobre el pasado inconsciente en usted, lo sacarán a flote los retos del presente. Si usted ahonda en el pasado se convertirá en un pozo sin fondo: siempre hay más. Usted puede creer que necesita más tiempo para entender el pasado o ser libre de él, en otras palabras que el futuro lo liberará del pasado eventualmente. Este es un engaño. Sólo el presente puede liberarlo del pasado. Más tiempo no puede liberarlo del tiempo. Acceda al poder del Ahora. Ésa es la clave.


¿Qué es el poder del Ahora?



Nada más que el poder de su presencia, su conciencia liberada de las formas del pensamiento. Así pues, maneje el pasado en el nivel del presente. Cuanta más atención preste al pasado, más lo energiza y más probable es que lo convierta en una identidad. No interprete mal: la atención es esencial, pero no al pasado como pasado. Dé atención al presente; preste atención a su conducta, a sus reacciones, malos humores, pensamientos, emociones, miedos y deseos según ocurren en el presente. El pasado está en usted. Si usted puede estar  suficientemente presente para ver todas esas cosas, no crítica o analíticamente, sino sin juzgar, está manejando el pasado y disolviéndolo con el poder de su presencia. No puede encontrarse a sí mismo yendo hacia el pasado. Se encuentra a sí mismo viniendo al presente.



¿No es útil entender el pasado y así entender por qué hacemos ciertas cosas, reaccionamos de cierta forma o por qué creamos inconscientemente nuestro tipo particular de drama, nuestros patrones de relaciones y así sucesivamente?



Según se vuelve más consciente de su realidad presente, usted puede tener ciertas comprensiones súbitas de por qué su condicionamiento funciona de esa forma particular; por ejemplo, por qué sus relaciones siguen ciertos patrones, y puede recordar cosas que ocurrieron en el pasado y verlas más claramente. Eso está bien y puede servir de ayuda, pero no es esencial. Lo que es esencial es su presencia consciente. Eso disuelve el pasado. Ese es el agente transformador. Así pues, no busque entender el pasado, por el contrario sea tan presente como pueda. El pasado no puede sobrevivir en su presencia. Sólo puede sobrevivir en su ausencia.




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