domingo, 30 de junio de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (11) Esquema evolutivo - 3

Pues si eso es así, es decir, si todos hemos sido una vez animales y los animales serán en el futuro como nosotros, me hace cuestionarme mucho el comportamiento que tenemos hacia ellos, sobre todo hacia los más cercanos en evolución, como los mamíferos superiores. Por ejemplo, el criarlos para comer su carne o utilizar su piel, la caza y los espectáculos basados en hacer sufrir a los animales, como la tauromaquia, si están espiritualmente tan cerca de nosotros, ¡es casi como hacérselo a un humano!

Así es. Como hermanos pequeños vuestros que son, merecen una mayor consideración y respeto. Pero puesto que la mayoría de humanos no tiene respeto por la vida ni los derechos de los de su propia especie, es difícil todavía esperar de ellos un respeto hacia los que consideran poco menos que nada. Aun así, vais progresando respecto a épocas pasadas. Los hombres de las cavernas no veían ningún problema en comer carne humana, sin embargo, en la actualidad el canibalismo es considerado un acto repugnante e inhumano. ¿Y por qué? Pues porque el grado de sensibilidad respecto al resto de seres humanos se ha incrementado respecto a aquella época primitiva. Con los animales ocurrirá lo mismo. Cuando la mayoría se sensibilice con su sufrimiento y se dé cuenta de que son hermanos muy cercanos en la evolución, tanto física como espiritualmente, dejarán de ser esclavizados, torturados y asesinados para comer su carne o vestirse con sus pieles. De hecho, ya tenéis muchas personas que considerarían una aberración comerse sus mascotas y ya hay en vuestro mundo muchas personas que luchan por defender los derechos de los animales y que han renunciado a comérselos, porque ya han evolucionado lo suficiente para tomar conciencia del lazo que los une a ellos. A medida que la humanidad avance espiritualmente lo hará también el vegetarianismo y el respeto por los derechos de los animales. En las civilizaciones humanas espiritualmente más avanzadas, un peldaño por encima de las vuestras, el comer carne de animales les es tan repugnante como lo es para vosotros comer carne humana y, por supuesto, no se divierten enjaulando, torturando o matando animales, como pasa en vuestro mundo.

Ya, pero yo siempre he oído que para estar sano hay que comer de todo, también carne, y que si no comes carne puedes enfermar por la carencia de algún nutriente esencial. ¿Qué hay de cierto en ello?

Es cierto que cuando una persona que ha comido carne durante toda su vida decide pasarse al vegetarianismo es recomendable que lo haga progresivamente, pues su fisiología se ha de acostumbrar a ello. Pero no es cierto que el vegetariano tenga ningún déficit alimenticio. Las legumbres son fuentes de proteína abundante y no provienen de la carne. Todo lo contrario. Son mucho más saludables. Siendo vegetarianos evitaréis muchas enfermedades que provienen de la putrefacción de la carne dentro de vuestro organismo y por la distorsión y el descenso de la tasa vibratoria del cuerpo astral que provoca la ingestión de un ser tan semejante en evolución a vosotros. Para vuestra fisiología, una dieta ovolacto-vegetariana es perfectamente saludable y aporta todo lo que el organismo necesita.

¿Y de qué depende que el espíritu deje de encarnar en una especie y pase a encarnar en otra más evolucionada?

Del avance que haya logrado durante esa etapa. Hasta que el ser espiritual no haya aprendido lo suficiente encarnando en las especies de semejante nivel evolutivo, no pasará a encarnar en especies del nivel evolutivo inmediatamente superior. Los seres que más rápido avanzan son los primeros que pasan a encarnar en las especies un peldaño por encima de la actual.

¿Y esto puede ocurrir también en humanos? Quiero decir, ¿qué pasará cuando nosotros evolucionemos por encima de la capacidad de nuestra especie a nivel físico?

Vosotros todavía no utilizáis ni la cuarta parte de la capacidad potencial de vuestro organismo, así que todavía estáis lejos de poder argumentar que vuestro organismo se ha quedado obsoleto para dar soporte a vuestras crecientes capacidades. De todas maneras, la especie humana de vuestro planeta ya va evolucionando en el plano físico, lenta pero inexorablemente, paralelamente a vuestro progreso espiritual, así que no debéis preocuparos por si el cuerpo no responde a vuestro nivel evolutivo. Como ya he dicho, la fase de evolución humana no es ni mucho menos el final de la evolución espiritual. Ni siquiera el nivel de humanidad en el que estáis vosotros es un nivel avanzado todavía, ni en lo espiritual ni en lo físico. Al igual que dos peldaños por debajo de vosotros existía el Homo habilis y un peldaño por debajo, el hombre de Neanderthal, por encima de vuestro nivel existen cuatro niveles de humanidad más (desde el 4.4 al 4.7), espiritualmente con mayor capacidad de amor y sabiduría. Estos seres sí que necesitan de cuerpos más avanzados, más sutiles y con mayor capacidad que los vuestros para poder desarrollar todo su potencial.

¿Y dónde están esos superhombres, que yo no los veo por ningún lado?

Existen humanidades enteras habitando otros planetas, abarcando todos los niveles evolutivos y, por tanto, también los que son superiores a los vuestros. Incluso algunos pocos de esos humanos más avanzados han vivido y están viviendo entre vosotros para ayudaros a incrementar vuestro nivel evolutivo. Pero hablaremos de este tema más adelante.

¿Y hacia dónde va nuestra evolución física? Es decir, ¿en qué cambiará nuestro cuerpo físico?

Será como ir cambiando de ropa, desde un traje de esparto hasta un traje de seda, pasando por la pana, la lana y el algodón como etapas intermedias. Se volverá más sutil, menos denso, y por tanto necesitará de una alimentación menos agresiva: será más energética y menos material. Seguirá aumentando la capacidad cerebral, lo cual, aparte de permitir un mayor desarrollo de la capacidad intelectual, servirá para dar sustento al desarrollo de las percepciones extrasensoriales como la telepatía, la clarividencia, la telekinesia, que para vosotros ahora solo están en estado latente, hasta el punto de que la mayoría las desconocéis y negáis su existencia. De hecho, los pocos que las tienen desarrolladas, sea de forma innata o por su propia voluntad y esfuerzo, son considerados unos lunáticos por el resto. En general, será un cuerpo menos dotado para los trabajos físicos duros y más sensible a los sentimientos y a los pensamientos.








domingo, 23 de junio de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (10) Esquema evolutivo - 2

Esto me aclara algunas dudas, pero sigo sin comprender esas primeras etapas en las que hablas de chispa vital y encarnación en los reinos mineral, vegetal y animal. ¿Qué es lo que se pretende que aprenda el ser en estas etapas?, ya que parece que el principio espiritual primigenio, la chispa vital, el protoespíritu o como quiera que lo llames, no tenga conciencia de lo que hace.

Igual que le ocurre al recién nacido, aunque el ser espiritual encarnado en las primeras etapas de su evolución no sea consciente ni siquiera de su propia existencia, eso no le impide aprender, y este aprendizaje queda en el espíritu para siempre, de forma que, aunque ocurra de manera inconsciente hasta que el espíritu está más avanzado, cuando inicia una nueva encarnación, no parte de cero, sino con el conocimiento obtenido en la suma de las encarnaciones previas y del periodo entre encarnaciones.

Podréis comprender la evolución espiritual en las primeras etapas tomando como referente el proceso de evolución de las especies. Vosotros mismos situáis el principio de la vida hace miles de millones de años, con la aparición en la Tierra de seres unicelulares que progresivamente fueron ganando en complejidad, de forma que surgió una primera diferenciación entre los reinos animal y vegetal; después, cada reino evolucionó hacia un incremento paulatino de la multiplicidad y complejidad de las formas de vida a partir de formas más simples. Por ejemplo, el reino animal pasó en una primera etapa de los seres unicelulares a pluricelulares. Más tarde aparecieron los vertebrados, entre ellos los peces. De los peces evolucionaron los anfibios, de los anfibios, los reptiles, de los reptiles, las aves y de las aves, los mamíferos, en un proceso que ha durado millones de años. Posteriormente, de los mamíferos más avanzados surgieron los homínidos y de ahí las sucesivas especies de hombres primitivos, que cada vez tenían una capacidad craneal mayor que sus antecesores, desde el Homo habilis, pasando por el hombre de Neandertal, el hombre de Cromañón, hasta llegar al Homo sapiens sapiens actual.

En realidad, todo este proceso evolutivo que ocurre a nivel físico está dirigido desde el mundo espiritual con el objetivo de que los espíritus en evolución encuentren el soporte físico adecuado para desarrollar sus crecientes capacidades, pues necesitan para su progresión experimentar la vida física en todas sus manifestaciones, desde las formas más simples hasta las más avanzadas. Son las entidades espirituales avanzadas las que promueven la aparición de especies más evolucionadas en el mundo físico cuando existe la necesidad de proporcionar a los seres espirituales un vehículo físico más adecuado, que les permita continuar avanzando en su aprendizaje. Estas nuevas especies surgen como modificaciones de las especies ya existentes, para que el proceso de transición del espíritu de una especie a otra sea progresivo y no abrupto.

¿Quieres decir entonces que el ser espiritual ha de encarnar en todas las especies para poder avanzar?

En todas no, porque hay muchas especies que son de nivel equivalente. Pero sí ha de pasar por todos los niveles.

¿Y no puede ocurrir que a medida que los espíritus avancen escaseen los protoespíritus que necesiten encarnar en las especies inferiores? ¿Qué ocurriría entonces con esas especies?

El proceso de creación espiritual no cesa nunca, de manera que siempre existen seres en los diferentes niveles evolutivos que necesitan encarnar en el mundo físico para aprender. Lo que sí es cierto es que en el proceso creativo existen ciclos o etapas de mayor y menor intensidad creadora, de manera que a veces ocurre que se acumulan gran cantidad de espíritus o protoespíritus en una etapa, pero puede haber menos en las etapas anteriores o posteriores, como ocurre con las tasas de natalidad de muchos países, en los que se dan periodos de explosión demográfica alternando con periodos de menor natalidad. Pero todo esto está previsto en el plan cósmico de evolución, y no dudéis que las entidades espirituales superiores que se encargan de dirigirlo conocen perfectamente estas necesidades. Si existe una gran cantidad de seres que están dando simultáneamente el mismo salto evolutivo, pueden determinar la extinción masiva de determinadas especies que no se requieran en determinados momentos, como ocurrió con los dinosaurios, y la aparición y proliferación de nuevas especies evolutivamente más avanzadas.

Según lo que me expones, ¿quieres decir que el espíritu de un animal puede encarnar en un humano?

Como ya he dicho, a medida que el espíritu avanza necesita también la encarnación en un cuerpo material más avanzado, pero no mucho más que su capacidad, ya que quedaría desbordado por la situación, del mismo modo que el estudiante de una escuela de pilotos no comienza su formación yendo directamente a pilotar un avión de pasajeros, sino que inicia su aprendizaje primero con un simulador de vuelo, luego pilota avionetas y solo cuando está preparado se inicia en el pilotaje de aviones grandes. El protoespíritu que ha podido encarnar en un primate, todavía sin libre albedrío completo, aunque ya con bastantes capacidades, tanto de inteligencia como de sentimiento, puede encarnar en un homínido y, a medida que va aprendiendo, irá encarnando en especies con capacidad craneal más adecuada a sus necesidades evolutivas. De manera que el espíritu de un animal acabará evolucionando hasta llegar a ser un espíritu humano, encarnando en algún momento en la especie humana. Pero esto no ocurrirá abruptamente, en una vida inmediata, sino después de un proceso encarnatorio en especies intermedias, de la misma manera que un niño que está en primero de primaria que haya aprobado todas las asignaturas no pasará al curso siguiente a segundo de bachillerato, sino a segundo de primaria, y a medida que vaya superando los cursos posteriores llegará un momento en que cursará segundo de bachillerato.

Y al revés, ¿puede el espíritu de un humano encarnar en animal?

Según lo anteriormente descrito, la encarnación de humanos en animales no es posible, ya que sería un retroceso en la evolución. El espíritu puede estancarse en su evolución, pero no puede involucionar o retroceder a etapas evolutivas que ya tenía superadas, de igual manera que si un alumno no supera los exámenes de un curso no se le desciende a un curso inferior, sino que se le hace repetir al año siguiente el mismo curso.





domingo, 16 de junio de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (9) Esquema evolutivo

ESQUEMA EVOLUTIVO.

Volviendo al tema de la reencarnación, yo me pregunto: si hemos vivido otras vidas y el nacimiento en la vida física no es el principio, ¿cuál es entonces el principio de la vida del espíritu, si es que lo hay?

El espíritu es creado ignorante. En realidad lo que se crea es el principio espiritual, la chispa vital. A partir de ese momento, la chispa vital primigenia, a través de un desarrollo que dura millones de años, va experimentando un proceso de mejoramiento a través de la experiencia, que consigue ligarse a las formas materiales adecuadas a su nivel evolutivo.

No entiendo a qué te refieres con la frase “ligarse a las formas materiales adecuadas a su nivel evolutivo”. ¿Podrías explicarte mejor?

Me estoy refiriendo a la encarnación. Cuando el principio espiritual primigenio ya ha evolucionado bastante y ya es mucho más que eso, le llamamos espíritu. El espíritu se liga a la forma material, que es el cuerpo, para aprender de esta experiencia. En etapas más primitivas, el principio espiritual primigenio se liga a formas materiales más simples, primero del reino mineral (primer nivel), luego del vegetal (segundo nivel), después del animal (tercer nivel) y más adelante ya como espíritu en fase humana (cuarto nivel), y en cada una de esas experiencias físicas aprende. Este aprendizaje es retenido por el ser espiritual para siempre, de forma que cuando inicia una nueva encarnación lo hace con el conocimiento obtenido en la suma de las incontables encarnaciones anteriores.

¿Quieres decir que en vidas anteriores hemos sido animales y si buscamos todavía más atrás hemos podido encarnar en una piedra?

Más o menos, aunque no exactamente, ya que en las etapas anteriores, la individualidad del ser todavía no está tan definida como en la fase humana. Esta se va consiguiendo progresivamente.

¿Qué quieres decir con eso?

Pues que no es correcto decir que tu espíritu estuvo encarnado en una piedra, porque en esa etapa no se puede considerar ni que la chispa vital sea un espíritu individual ni que una piedra tenga una individualidad dentro del reino mineral. ¿Qué pasaría con la chispa vital si partiéramos la piedra en dos o tres fragmentos, que se dividiría? Pues no. Sin embargo, sí podemos decir que un protoespíritu está encarnado en un perro, puesto que su grado de individualización ya está más avanzado.

¿Y por qué lo llamas protoespíritu?

Lo he utilizado aquí para diferenciarlo del espíritu que se encuentra en fase humana. Es una etapa anterior del ser espiritual, en el que ya existe un grado de individualidad bastante alto, pero todavía no se dispone de libre albedrío, que corresponde a los seres espirituales que encarnan en mamíferos superiores.

¿Qué es lo que se pretende conseguir con esa especie de programa de encarnaciones sucesivas?

Que el ser espiritual avance tanto en conocimiento como en sentimiento, que crezca en sabiduría y en amor.

¿Hasta cuándo? Es decir, ¿hay algún límite máximo al que podamos llegar?

El límite máximo al cual se puede llegar a través de la evolución progresiva es la capacidad de Dios. Y como esta es infinita, llegamos a la conclusión de que no hay límites. Es un proceso de evolución constante e infinito. Pero si te refieres al proceso de encarnaciones materiales, a medida que el espíritu avanza, las encarnaciones se van espaciando cada vez más y el tiempo que pasa el espíritu sin encarnar aumenta. Hasta que llega un punto en el que el espíritu ya no necesita seguir encarnando en el mundo físico para evolucionar, y entonces continúa su evolución en los planos más sutiles de la existencia. Entraríamos entonces en el quinto nivel, y aún hay otros dos más por encima de este. Pero a los humanos de la Tierra todavía os falta bastante para llegar a ese punto, por lo que no tiene sentido que hablemos ahora de ello.

Aunque me repita en las preguntas, las vuelvo a hacer porque creo que me puedes ampliar más que al principio algunas respuestas. Ahí va esta: si el espíritu tiene un principio, ¿tiene un final? Es decir, ¿el espíritu puede morir?

El espíritu no puede morir. Sería un contrasentido que, después de todo el esfuerzo realizado por el espíritu para avanzar, en el más elevado estado de su evolución dejara de existir. Tened clara una cosa: el espíritu es inmortal. Solo mueren los distintos cuerpos en los que se encarna para evolucionar.

¿Podría ocurrir que cuando estuviera muy evolucionado y cerca de Dios se fusionara con este?

El espíritu, al evolucionar, se acerca a Dios, pero no se fusiona con él, es decir, no pierde su individualidad, ya que perder la individualidad sería casi como morir. Más bien su voluntad se vuelve cada vez más afín con la del Creador y se integra voluntariamente en el plan divino.

¿Me podrías dar una visión general o algún ejemplo para que podamos entender de manera global el proceso de evolución espiritual?

Sí. La evolución individual de los espíritus se asemeja a la del ser humano en una sola vida. El niño recién nacido únicamente desarrolla por sí mismo y de manera biológicamente programada las funciones vitales para el mantenimiento de la vida orgánica. No tiene capacidad de decisión propia y depende totalmente de los padres para subsistir. A medida que el niño crece, va adquiriendo progresivamente cierta autonomía y cada vez es menos dependiente de los padres. Llegada la etapa de la adolescencia, el individuo siente cada vez más la necesidad de experimentar por sí mismo, de sentirse libre e independiente para tomar sus propias decisiones. Esto muchas veces le enfrenta con sus padres. A pesar de que estos le intenten aconsejar con la experiencia que les da el haber vivido más tiempo, el adolescente lo toma como una intromisión en su vida. Muchas veces toma decisiones erróneas, a pesar de haber recibido advertencias de los padres. Pero le resulta necesario experimentarlo por sí mismo a pesar de que esto le pueda hacer sufrir. En la medida en que va experimentando y aprendiendo del resultado de sus propias decisiones va madurando hasta llegar a la etapa adulta, donde alcanza la independencia completa de los padres.

El proceso de evolución espiritual es semejante al del niño que se vuelve adulto. Inicialmente, el principio espiritual primigenio es totalmente dependiente de otros seres espirituales más avanzados, que dirigen su evolución por completo. La encarnación en estas etapas sirve para adquirir experiencia y para que se desarrollen ciertas cualidades como la inteligencia y las emociones, que serán la base sobre la que se desarrollará la voluntad propia del futuro espíritu, como al niño pequeño le sirve la interacción con el mundo para desarrollarse, aprender a hablar y a caminar, aunque no sea capaz todavía de tomar decisiones importantes por su cuenta. A medida que el ser espiritual evoluciona, se le permite participar en la toma de decisiones, es decir, adquiere cierta autonomía. Llegado cierto momento, cuando el ser espiritual está suficientemente maduro, adquiere el libre albedrío, que es la capacidad de decidir su destino por sí mismo. Es decir, adquiere su independencia y toma sus propias decisiones respecto a su evolución. Los espíritus tutelares ejercen en ese momento un papel semejante al de esos padres que aconsejan y advierten de los peligros que conllevan ciertas actitudes, pero que no obligan, y permiten que el espíritu elija su propio camino, que se equivoque una y mil veces, que aprenda por experiencia propia, y que sea él mismo el que a raíz de sus vivencias decida variar o no el rumbo de su evolución.



domingo, 9 de junio de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (8) Mundo Astral -2

Por lo que dices, el astral inferior podría equipararse al infierno y el superior al cielo, mientras que el astral medio puede representar el purgatorio, ¿no?

Más bien los conceptos de infierno, purgatorio y cielo son una imagen sumamente deformada de la realidad espiritual que estoy exponiendo, con la que guardan escasa correspondencia. Realmente todos los espíritus que han alcanzado el astral superior estuvieron en el pasado en el astral inferior y pasaron por el astral medio. Y si llegaron hasta ahí fue porque fueron progresando espiritualmente en el amor por méritos propios, aumentando así su nivel vibratorio y haciéndose dignos de habitar las regiones que actualmente ocupan. Y todos los espíritus del astral inferior, cuando evolucionen lo suficiente, habitarán un día en regiones astralinas superiores, porque forma parte del proceso de evolución espiritual. Por tanto, no hay lugares creados expresamente para servir de mazmorras, ni el sufrimiento que puede experimentar un ser por estar en el astral inferior dura eternamente.

Pero, según lo que dices, sí es cierto que los “malos” acaban yendo a parar al astral inferior y que en ese lugar sufren, ¿no?

Sí. Pero no todos los habitantes del astral inferior son necesariamente “malos” ni todos “sufren”. También el término malo es inexacto. Sería mejor llamarlos espíritus rezagados, que han avanzado solo en inteligencia, pero poco en amor. Como ya he dicho, habitan el astral inferior espíritus primitivos, en los primeros estadios de evolución espiritual como seres individualizados y con libre albedrío. Estos espíritus primitivos no se encuentran mezclados con los rezagados, sino que, estando en la misma franja, se agrupan según su afinidad vibratoria, viviendo en zonas apartadas los unos de los otros. Pero los espíritus primitivos no son desgraciados por estar en el astral inferior, porque es el hábitat que se adecua a su nivel. Son los espíritus rezagados los que sufren porque, aunque no den amor, sí son más sensibles a percibirlo que los primitivos y sufren al percibir su ausencia. Sufren por vivir en compañía de otros seres tan egoístas como ellos mismos. Sufren porque vislumbran una vida mejor y saben que su penosa situación se debe al mal uso que hicieron de su libre albedrío, por actuar en contra de los demás.

Me cuesta imaginar lo que dices.

Para que puedas entender la diferencia entre lo que siente en el astral inferior un espíritu primitivo y un espíritu rezagado te pondré un ejemplo de tu mundo. Imagina la diferencia entre cómo se puede sentir un primate y un hombre occidental a los que se deja abandonados en la selva. Mientras que el primate vivirá perfectamente feliz e integrado en una selva, para un occidental, acostumbrado a las comodidades de la vida civilizada, vivir en la selva será un suplicio y lo pasará muy mal.

¿Por qué existe el astral inferior, si es un lugar tan horrible?

Porque en el universo hay un lugar para todos los seres, desde los más primitivos hasta los más avanzados, y en cada planeta de nivel semejante al vuestro, el astral inferior es el hogar de los seres que todavía están dando los primeros pasos en el aprendizaje de los sentimientos. También hay que tener en cuenta que este no es un lugar específicamente creado para los espíritus que han actuado contra la ley del amor. Y si es tan horrible, es porque ellos mismos han creado las condiciones para que estos lugares que habiten sean asfixiantes, por la vibración conjunta que desprenden de su propia bajeza espiritual, al igual que una zona natural puede llegar a convertirse en un auténtico vertedero cuando los colonos que acuden a habitar esa región son poco respetuosos con el medio ambiente.

Ahora que hablamos de los espíritus del astral inferior, tengo una curiosidad: ¿existe el demonio o el diablo?

No existe ninguna entidad dedicada al mal para siempre, y menos con los poderes de destrucción tan omnipotentes que se le atribuyen a ese supuesto diablo. Las entidades que habitan el astral inferior son espíritus poco avanzados en el sentimiento. Y, como ya he dicho, esto puede suceder porque se trate todavía de espíritus jóvenes o porque, a pesar de ser espíritus ya más o menos viejos, han avanzado poco en el desarrollo de los sentimientos. Aunque haya espíritus en el astral inferior que puedan ser muy inteligentes y hayan utilizado esta inteligencia para perjudicar a otros espíritus, si todavía no han desarrollado sus sentimientos, no son sabios, porque la sabiduría procede del conocimiento del sentimiento, y son desgraciados, porque viven en el egoísmo y desconocen la felicidad. La envidia de no poseer la sabiduría y la felicidad que intuyen que han alcanzado los espíritus que han vencido el egoísmo y conocen el amor les empuja a obstaculizar con todas sus fuerzas el avance espiritual de sus hermanos encarnados, para que tampoco ellos lleguen a disfrutar la felicidad que emana del amor. Como dice el refrán: “Mal de muchos, consuelo de tontos”. Por ello, se organizan entre ellos con el objetivo de obstaculizar el progreso de los desencarnados y captar adeptos para sus filas. Pero su capacidad de acción sobre los encarnados es bastante limitada, a no ser que los encarnados, por sus propios actos, se dejen influir por ellos. También su expansión está limitada a las franjas vibratorias más bajas, ya que para alcanzar franjas más altas deberían amar y, puesto que se niegan a hacerlo, se autorecluyen en ese nivel. Luego tienen el problema de estar en constantes luchas entre facciones rivales, porque a consecuencia del egoísmo “todos quieren ser el jefe”. Pero tarde o temprano estos espíritus se cansan de ser “malos”, porque son tremendamente infelices y buscan salir de esta situación. Entonces son rescatados por los espíritus de franjas más elevadas que tienen puestos de socorro en las regiones colindantes a estas regiones inhóspitas.

Cuando hablamos de los viajes astrales me dijiste que el espíritu encarnado, una vez liberado del cuerpo, puede viajar hacia donde su pensamiento le lleve de forma casi instantánea.

Así es, pero solo en los niveles vibratorios compatibles con el suyo propio.

¿Ocurre también que un espíritu desencarnado tiene libertad para viajar por las diferentes franjas del mundo astral?

Los espíritus de los niveles superiores gozan de mayor libertad de movimiento y pueden descender a los niveles inferiores, aunque para ellos resulte tan incómodo como para vosotros lo sería caminar por dentro de un lodazal. Los espíritus de niveles inferiores no pueden ascender a niveles superiores hasta que no logren aumentar su nivel vibratorio, y esto solo se consigue cuando evolucionan espiritualmente. Por lo tanto, los contactos entre espíritus de diferente nivel siempre se realizan descendiendo el más avanzado a la región del menos avanzado. Los espíritus que habitan en las zonas densas del astral inferior encuentran mayor dificultad para moverse en su entorno, pareciendo casi que viven con las mismas limitaciones que tiene un humano encarnado, ya que la vibración de la “materia astralina” de esa zona es tan baja que se asemeja mucho a la de la materia física. No ocurre así con los espíritus del astral superior, que pueden viajar libremente, aunque para que estos se manifiesten en el astral inferior y puedan ser vistos por sus habitantes deben ajustar su vibración, y esto les resulta tan penoso como lo es para vosotros el respirar en una habitación llena de humo.

¿Por qué hay esta separación entre niveles?

Esta separación es inherente a la naturaleza del mundo astral e impide que los espíritus poco avanzados puedan infiltrarse en las regiones de alta vibración, donde impera el amor, y causen daño a sus moradores.

¿Hay algún tipo de conexión entre estas franjas vibratorias o están completamente separadas entre sí?

Las separaciones no son abruptas sino graduales. Al igual que la densidad de la atmósfera disminuye de forma progresiva al alejarnos de la superficie terrestre, así lo hace también la densidad de la materia astralina. Las diversas comunidades del astral están conectadas entre sí y existe un tránsito de espíritus, con la limitación que hemos indicado anteriormente. Es decir, mientras los avanzados pueden moverse libremente por su nivel y los niveles inferiores, los menos avanzados solo pueden alcanzar niveles superiores aumentando su nivel vibratorio, a través de la evolución espiritual. Las comunidades del astral medio son ayudadas por las comunidades del astral superior, de las que reciben asesoramiento espiritual y técnico para organizar sus comunidades conforme a las leyes espirituales más avanzadas. A su vez, de estas comunidades del astral medio, parten misiones de ayuda a los espíritus del astral inferior que están en condiciones de salir de esa franja vibratoria, por haber tomado conciencia del daño que hicieron, por que han mostrado arrepentimiento y voluntad de mejora y por haber pedido ayuda sincera para salir de esa situación.

¿Y en qué consisten específicamente esas misiones de ayuda?

Para que os hagáis una idea, podemos decir que las comunidades de espíritus más avanzados actúan como una especie de ONG espirituales, que bajan a ayudar o rescatar a los espíritus sufrientes en situaciones bastante comprometidas. Se parece a rescatar civiles heridos por un bombardeo con el acecho de los combatientes o a los refugiados procedentes de regiones devastadas por las guerras, por las hambrunas o por las catástrofes naturales. Con este objetivo crean hospitales, albergues y escuelas en ciertas regiones limítrofes entre el astral inferior y medio, para la atención y reeducación de los espíritus recién rescatados de las franjas vibratorias bajas. En estos lugares pasarán el tiempo necesario para su rehabilitación. Una vez recuperados, muchos de ellos se implican activamente en los mismos trabajos de asistencia y rescate de espíritus sufrientes del astral inferior de los que ellos se beneficiaron, lo cual les hace sentir que son útiles y un poco más felices, porque es la manera que tienen de agradecer lo que se hizo por ellos y porque desean ayudar de corazón a sus hermanos, pues comprenden perfectamente lo que están pasando, ya que ellos lo sufrieron recientemente en sus propias carnes. Así también se ayudan a sí mismos, elevando su patrón vibratorio con los actos de amor que realizan por los demás. Una vez recuperen el nivel vibratorio adecuado, y si ellos así lo desean, pueden volver a sus hogares espirituales.






domingo, 2 de junio de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (7) Mundo astral

No entiendo nada. Me estás hablando de mundo espiritual, de niveles vibratorios, planos energéticos, de astral inferior y superior, pero me resultan términos ambiguos que no sé lo que significan exactamente ni a qué se refieren. ¿Me podrías describir cómo es ese supuesto mundo espiritual, dónde se sitúan exactamente esos niveles vibratorios energéticos, o como quiera que se llamen de los que hablas, y qué significa eso de astral inferior y superior?

Describir el mundo espiritual en todo su detalle a alguien encarnado que no puede en ese estado apreciarlo en toda su extensión es algo muy difícil. Es como intentar explicar lo que es el color a un ciego de nacimiento. Pero intentaré aclarar algunas cosas al respecto, sobre todo de aquellas partes del mundo espiritual de las que las ideas o creencias religiosas han dado una visión equivocada o deformada respecto de la realidad.

Lo primero, he de decirte que el mundo espiritual no es un lugar difuso o vacío donde no existen formas y donde los espíritus vagan ociosos sin saber a dónde ir. Es un mundo real, palpable, que ha existido y existirá siempre, y que es el auténtico hogar del espíritu, ya que, a diferencia de los mundos físicos, que tienen un principio y un final, nunca puede ser destruido.

Ya, pero, si es tan real, ¿por qué no podemos verlo?

El hecho de que no sea visible para vosotros no significa que no exista. Cuando estáis encarnados, vuestras percepciones están limitadas a lo que son capaces de captar vuestros sentidos físicos. Por ejemplo, vosotros definís la luz como un conjunto de ondas que vibran en diferentes frecuencias. El espectro de luz visible que vosotros podéis ver está limitado a los siete colores del arcoíris, aumentando desde el rojo hasta el violeta la frecuencia vibratoria de la luz. Sin embargo, existe luz por encima y por debajo de esa gama de frecuencias que vosotros no podéis ver, pero que igualmente existe y que habéis sido capaces de detectar mediante aparatos. Por encima de la frecuencia del color violeta, está la luz ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma. Por debajo de la frecuencia del rojo, están los rayos infrarrojos, las microondas y las ondas de radio y televisión.

Algo semejante ocurre con la percepción respecto al mundo espiritual. Siguiendo con la analogía de las ondas luminosas, podría decirse que el mundo espiritual se mueve en un rango de frecuencias que vuestros sentidos no pueden captar, y que dentro de ese rango existen frecuencias de mayor y de menor vibración.

Pero si existe debe de estar compuesto de algo. Sabemos que la materia de nuestro mundo está compuesta por diferentes tipos de átomos agrupados en distintos grados y formas, y de las combinaciones de estos átomos surge la materia, de la cual está hecho nuestro mundo, que tiene sus propiedades físicas particulares. En el caso del mundo espiritual, ¿existe alguna materia prima a partir de la cual se forme todo lo demás?

Sí, la podríais llamar esencia vital o principio espiritual.

¿Y cuál es su naturaleza?

Esto es complicado de explicar pero os daré algunas pistas para entenderlo. Por los trabajos de Albert Einstein y el desarrollo posterior de la Física Cuántica, sabéis que la materia no es más que una forma de energía condensada, que los átomos se pueden descomponer en partículas más simples y que de esta descomposición una parte de la materia se transforma en luz. Por lo tanto, aunque la luz y la materia tienen propiedades tan distintas, hasta el punto de que parecen cosas independientes, la diferencia entre la luz y la materia no es su esencia, sino su estructura y grado de condensación. Si os cuesta de entender, imaginad lo que ocurre con el agua, que muestra propiedades tan diferentes en estado sólido (hielo), líquido y gaseoso (vapor), aunque su composición sigue siendo siempre la misma, solo porque varía la movilidad o estado vibracional de sus moléculas. Estas están más estáticas en el hielo, menos en el agua líquida y todavía menos en el vapor. Si tomamos este ejemplo como modelo, podemos decir que el universo físico es la forma más condensada que existe de la esencia vital, y en ese estado manifiesta una serie de propiedades y sigue una serie de leyes que la Física intenta conocer. Pero existen niveles de condensación intermedios entre el universo puramente espiritual y el universo físico, que se pueden agrupar, desde el más sutil hasta el más denso, en espiritual, mental, astral (o energético) y material (o físico), cada uno de ellos con unas propiedades y leyes particulares. Estos mundos no están separados unos de otros, sino que están perfectamente interrelacionados, de modo que no pueden existir las formas más condensadas al margen de las más sutiles.

¿Entonces hay una diferencia entre los términos “mundo astral” y “mundo espiritual”?, porque a veces me da la sensación de que los empleas como términos equivalentes.

Sí hay diferencias. Como digo, el mundo espiritual es el plano de donde surge todo lo demás y es indestructible, mientras que el mundo astral es la manifestación del mundo espiritual en el plano energético. O sea, que se trata ya de una forma muy condensada de la esencia vital, aunque no tanto como el mundo material. El mundo astral es mutable y está sometido a procesos periódicos de generación y degeneración. Lo que pasa es que cuando hago referencia al mundo espiritual, es verdad que lo utilizo para referirme a la suma de los tres mundos más sutiles (espiritual, mental y astral) y que escapan a vuestra percepción, en contraposición al término mundo físico, que hace referencia al mundo que vosotros conocéis. El hecho de que utilice un término u otro dependerá del contexto o del énfasis que quiera dar a algún aspecto del mismo. Normalmente mundo espiritual lo utilizaré como término más general y amplio, mientras que mundo astral es un término más concreto, por ser la parte del mundo sutil más cercana al mundo físico.

Me hago una idea de lo que dices, pero, cuando hablas de mundo astral, ¿a qué te refieres concretamente?

Cada planeta físico esta ligado a su correspondiente planeta energético o astral, que está superpuesto a él, pero que es mucho más extenso en tamaño que el planeta físico, aunque mucho más sutil en su naturaleza. Digamos que si el planeta físico es del tamaño de un grano de café, el del planeta astral podría ser equivalente al tamaño de un balón de fútbol, pero de naturaleza energética, de forma que el grano de café quedaría en el centro del balón de fútbol. El planeta físico no podría existir sin el planeta astral, ya que es este último el que lo vitaliza energéticamente y mantiene su estructura y funcionamiento. Dentro de este mundo astral existen diferentes niveles o capas vibratorias que se diferencian por su densidad, de modo que las capas más densas están más cercanas a la superficie del planeta físico y las más sutiles están progresivamente más alejadas. Cada una de ellas tiene estructura geológica y naturaleza propias. Existen valles, montañas, ríos, flora y fauna, aunque existen diferencias entre ellas, pues la naturaleza es más bella y perfecta en las capas más sutiles que en las más groseras. Podemos decir que la naturaleza en el mundo físico es un reflejo inacabado de la naturaleza astral y que todo lo que existe en el mundo físico ha sido antes ensayado en el mundo astral.

¿Y hay vida en ese planeta astral?

Este globo o planeta astral está lleno de vida, y es el hogar de los espíritus y formas de vida no encarnada ligados al planeta Tierra. Es el origen de la mayoría de los seres que nacen y el destino de los que mueren en vuestro mundo físico. Cuando antes he dicho que el espíritu una vez desencarna vuelve al mundo espiritual, lo que ocurre normalmente es que el espíritu se sitúa en uno de esos niveles vibratorios del planeta astral, el que se corresponde con su nivel energético, que depende a su vez de su nivel espiritual. Nosotros nos encontramos ahora en uno de esos niveles, y la naturaleza que observas a tu alrededor es la propia de este nivel vibratorio.

Dices que hay espíritus viviendo en el mundo astral y que son los que encarnan en la Tierra. Me gustaría saber algo más de ese mundo y de sus habitantes, y también de qué depende que nos situemos en un nivel u otro del mundo astral después de morir. ¡Ah! Y que me expliques de una vez a que te refieres con eso de astral superior e inferior, porque ¡todavía no lo has hecho!

¡Vale! Como ya he dicho, puesto que hay espíritus habitando en cada una de esas franjas vibratorias del mundo astral, también han creado a partir de los elementos naturales su propia civilización. A medida que el espíritu evoluciona, es decir, se va desprendiendo del egoísmo y se vuelve más amoroso, su actuación en el amor le hace aumentar su frecuencia vibratoria, lo cual le permite ascender hacia los planos vibratorios que están de acuerdo con su nuevo nivel evolutivo. De acuerdo con esta ley de correspondencia vibratoria, los espíritus más avanzados, que tienen naturaleza más sutil, habitan en las regiones vibratorias más sutiles y más alejadas de la superficie terrestre, mientras que a medida que descendemos hacia capas progresivamente más densas, iremos encontrando comunidades de espíritus menos avanzados, cuya naturaleza es más densa. Como consecuencia de esto, la civilización es más perfecta y avanzada en lo moral y lo técnico en las capas más sutiles que en las más densas. Aunque se trate de una división puramente arbitraria, podemos agrupar estos distintos niveles vibratorios en astral inferior, medio y superior, según se aumenta en vibración o se disminuye en densidad. Los espíritus del astral superior tienen ya muy claro cuál es el destino del espíritu y están en fase de evolución consciente. Centran toda su voluntad y esfuerzo en avanzar espiritualmente y en ayudar a avanzar a los espíritus que están menos evolucionados, aunque estos muchas veces no son conscientes de la ayuda que reciben. Y en eso, básicamente, ocupan su tiempo.

En el astral inferior se encuentran los espíritus menos evolucionados espiritualmente, que pueden ser tanto aquellos espíritus todavía jóvenes, en estado primitivo de evolución, como aquellos que a pesar de haber vivido muchas vidas y de haber desarrollado su inteligencia, todavía no han desarrollado sus sentimientos.

En el astral medio encontraremos los espíritus con un grado de avance intermedio. Es ahí donde van a parar la mayoría de espíritus encarnados de la Tierra después de desencarnar, aunque para llegar hasta aquí muchos hayan pasado algunas etapas más o menos prolongadas en el astral inferior, por haber quedado retenidos temporalmente debido a sus acciones contra la ley del amor, realizadas mientras estaban encarnados.