domingo, 29 de diciembre de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (35) La Ley del Amor - 2

¿Y cómo aprende el espíritu a amar?

Es un proceso continuo que requiere muchísimo tiempo de evolución. Lo comienza el espíritu antes de iniciar la fase humana y no lo termina nunca, ya que siempre hay algo nuevo que aprender respecto al amor. Como el aprender a hablar, no hay otra forma de desarrollar el amor que no sea a través de la interacción constante con otros seres. En las primeras etapas, cuando el ser espiritual está escasamente desarrollado, experimenta el amor que otros seres más avanzados sienten hacia él en forma de emociones. Esto le hace sentir bienestar. También ha de experimentar lo que es la ausencia de amor, es decir, el egoísmo de otros seres que, al igual que él, todavía no son capaces de amar. Esto le hará sentir emociones de malestar, pero también le permitirá reconocer, aprender a distinguir mejor entre la ausencia y la presencia de amor y a valorar la presencia de amor, lo cual servirá de estímulo para poder desarrollar en sí mismo los sentimientos. Es decir, antes de ser capaz de amar, el ser espiritual se sensibiliza como receptor del amor de otros seres más avanzados, que le sirven de ejemplo de lo que es ser emisor de amor. También ha de convivir con otros seres con el egoísmo igual o más acentuado que él mismo, que son un ejemplo de lo que es la ausencia de amor. Todas estas interacciones le motivarán el desarrollo, primero de las emociones y más tarde de los sentimientos.

Una vez el espíritu reconoce el amor que ha recibido de los demás es cuando está preparado para ser un emisor de amor. Serán los seres que le amaron los primeros hacia los que se le despertarán los primeros sentimientos de afecto (usualmente hacia algún miembro de su familia), mientras que el resto de seres, los que se comportaron con egoísmo hacia él, serán enemigos, y los que nunca tuvieron relación con él, simplemente serán seres por los que sentirá indiferencia. En esta etapa, el espíritu es apasionado en los amores, vengativo y rencoroso en los desamores. Llegará otra etapa más avanzada en que el ser ya no querrá perjudicar a los que le hicieron daño, porque se da cuenta de que el sufrimiento en sí mismo es algo negativo, incompatible con el amor, y abandonará la venganza como forma de resarcimiento por el daño recibido. Esta etapa la podríamos denominar amor condicional avanzado. Llegado cierto momento, cuando el grado de comprensión y de sensibilidad del ser ha aumentado considerablemente, ya está preparado para dar el gran salto, el de querer a todos los demás seres de la Creación, incluyendo a aquellos que le odiaron y le despreciaron y le hicieron sufrir lo indecible. Es decir, ha entrado en la etapa final, en la que se alcanza el amor incondicional, aquel amor que predicaron los seres avanzados como Jesús cuando decían “Ama a tu enemigo”. Por supuesto, esto no ocurre de la noche a la mañana. Serán necesarios millones de años de evolución para recorrer el camino desde la primera a la última etapa.

¿Podrías resumir estas etapas para que me haga una idea?

Sí, aunque, como digo, el proceso es continuo, podríamos dividirlo para su mayor comprensión en las siguientes etapas:
1. Insensible como receptor y emisor de amor.
2. Parcialmente sensible como receptor de amor-insensible como emisor de amor.
3. Sensible como receptor-parcialmente sensible como emisor (amor condicional).
4. Altamente sensible como receptor-altamente sensible como emisor (amor condicional avanzado).
5. Totalmente sensible como receptor-totalmente sensible como emisor (amor incondicional).

¿Cuál es el origen de las emociones y de los sentimientos y en qué se diferencian?

En los primeros estadios de evolución del ser espiritual, este solo es capaz de percibir emociones, que generalmente son solo una respuesta a un estímulo de naturaleza exterior. Este desarrollo de la percepción emocional comienza ya en etapas anteriores a la humana. De hecho podéis observar que muchos mamíferos superiores, como perros, vacas, caballos o delfines, ya son capaces de percibir y manifestar emociones bastante profundas de muy diversos tipos. A medida que el espíritu experimenta con las emociones y comienza a tenerlas en cuenta para tomar decisiones, está comenzando a desarrollar el sentimiento. Podéis considerar que los sentimientos son la forma evolucionada de las emociones.

¿Puedes exponer con más profundidad la distinción y la relación entre las emociones y los sentimientos?

Las emociones son de duración corta, generalmente son activadas por algún tipo de estímulo, exterior o interior. Los sentimientos tienen una duración más extensa, están más profundamente arraigados en el espíritu y aunque reciben la influencia del exterior, no tienen por qué estar motivados por ningún impulso exterior, sino por la propia voluntad del espíritu. Los sentimientos y las emociones están íntimamente ligados. El sentimiento es capaz de despertar las emociones. Es como la fuente interna de la que emanan, de manera que, en este aspecto, las emociones son una manifestación de los sentimientos. También las emociones, sobre todo las percibidas del exterior, influyen en los sentimientos y pueden ser un estímulo para activarlos o para reprimirlos. En el máximo desarrollo del sentimiento de amor, es decir, cuando se llega a experimentar el sentimiento de amor incondicional, nos encontramos ya ante un sentimiento que no va a terminar nunca y que además no necesita de ningún estímulo exterior que lo despierte o alimente.

¿En qué parte del ser se originan las emociones y los sentimientos?

Las emociones y sentimientos de amor se originan en el cuerpo espiritual. Las egoemociones y los egosentimientos, aunque se perciben en el cuerpo espiritual, generan su matiz egoísta en el cuerpo mental.

No entiendo qué quieres decir. ¿Qué son los egosentimientos y las egoemociones?

Son los sentimientos y emociones negativas generados por actitudes egoístas. En realidad, las actitudes egoístas son pensamientos y por tanto se originan en la mente.

¿Entonces el sentimiento y el pensamiento tienen un origen distinto? Siempre creí que ambos eran fruto de la mente.

Pues no tienen el mismo origen. El sentimiento procede del espíritu (cuerpo espiritual) y el pensamiento, de la mente (cuerpo mental).



domingo, 22 de diciembre de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (34) 4ª La Ley del Amor.

4ª Ley: Ley del amor.

 El destino del espíritu es alcanzar la felicidad a través de la experimentación del amor incondicional, por libre decisión de su voluntad.
 Sin amor no hay evolución. Sin amor no hay sabiduría. Sin amor no hay felicidad.
 El amor es la fuerza armonizadora y dinamizadora del universo espiritual.

Ya has mencionado la ley del amor en multitud de ocasiones pero ¿qué es, según tú, el amor?

El amor puede definirse en su grado máximo como la capacidad de sentir a los demás como a uno mismo.

Pero ¿el amor existe realmente o es solo un concepto abstracto?

Existe realmente y se manifiesta como una intensa vibración de la esencia vital o principio espiritual que se transmite a todos los planos de la existencia, desde el plano espiritual, pasando por el mental y el astral, hasta llegar al físico. La manifestación del amor en el plano energético es la energía de más alta vibración, la luz más brillante, la luz de las estrellas. Esa vibración, la vibración del amor, al igual que la luz, se puede transmitir y ser percibida.

¿Y qué es lo que se experimenta exactamente con el amor?

Cuando un ser experimenta el amor verdadero, se siente lleno, plenamente feliz, invadido por una vibración, una fuerza y una sensibilidad extraordinarias. Ya no necesita nada más para ser feliz. El espíritu inspirado por el amor siente el deseo de transmitir a los demás ese bienestar y ayudarles a que sean felices, porque se siente conectado con ellos, como si formaran parte de él. Invadido por el amor, su cuerpo astral eleva su vibración de manera que el aura se expande enormemente y se vuelve muy brillante. Cuanta más capacidad de amar tiene el ser, más alta es su vibración y mayor energía es capaz de transmitir. Cuando alguien ama transmite esa vibración amorosa a los demás. Si el receptor o receptores de la misma son sensibles, lo perciben como una oleada de calor intenso que no quema, una vibración que lo recorre a uno por completo, que llega hasta el rincón más profundo, como si llenara cada uno de los poros de su alma, estremeciéndole y haciéndole sentir como envuelto por una nube de paz y armonía. En ese estado de bienestar interior uno se siente optimista, alegre, relajado, sereno y descubre que los problemas de su existencia no son tan graves.

Lo que describes parece una experiencia muy mística. No sé hasta qué punto es accesible para nosotros, los humanos.

Es accesible, pero estáis tan materializados que os falta sensibilidad, tanto para dar como para sentir directamente el amor. Es como intentar escuchar la radio al lado de una taladradora en marcha. Por eso, más que sentir el amor, lo que la mayoría apreciáis son los actos que se hacen por amor, aunque a la mayoría le resulta difícil de entender qué motiva a actuar a una persona de esa forma.

¿Y por qué es una ley espiritual el amor?

Porque está escrita en el interior del espíritu: el espíritu necesita amar para ser feliz. En ausencia de amor, el espíritu se marchita como una flor arrancada de raíz.
Si por la ley del libre albedrío el espíritu necesita ser libre para poder ser feliz, por la ley del amor, el espíritu necesita amar para ser feliz. Si unimos estas dos leyes en una diríamos que el espíritu necesita amar en libertad para ser feliz.

Si el amor es necesario para la felicidad del espíritu, ¿por qué no nacemos todos amando?

Es otra de las capacidades, la de amar, que el espíritu ha de desarrollar por sí mismo en su proceso de evolución. Como ya he dicho, la chispa espiritual, cuando es creada, tiene en potencia numerosas capacidades, pero necesita desarrollarlas. Una de ellas es la capacidad de amar. Desarrollar la capacidad de amar es el objetivo más importante del proceso evolutivo del espíritu. El amor es la fuerza armonizadora y dinamizadora del universo espiritual.

¿Cómo influye el amor en la armonía del universo?

¡Por un acto de amor existimos todos los seres espirituales! El amor es la fuerza que alimenta cualquier impulso creador. El amor es la base sobre la que se sustenta la solidaridad espiritual universal. El espíritu inspirado por el amor siente el deseo de ayudar en la evolución a todos los demás seres de la Creación, para que sean capaces de experimentar por sí mismos la felicidad que emana del amor. Solo sobre la base del amor se construirá lo verdadero y lo duradero.

AMOR VS EGOÍSMO.

¿Cuál es el primer paso que uno debería dar para poder amar?

Para amar es necesario sentirse a uno mismo y para sentirse a uno mismo es necesario conocerse a uno mismo. Si quieres amar a los demás, aprende primero a amarte a ti mismo, a través de conocerte a ti mismo. El que no se quiere a sí mismo no puede querer a los demás.

¡Pero yo tenía entendido que para amar a los demás tienes que renunciar a ti mismo!

En absoluto. Lo que tienes que hacer es renunciar a tu egoísmo, pero no a tus sentimientos. Lo que ocurre es que tenéis un concepto de lo que es el amor que es incorrecto, porque mezcláis el amor con el egoísmo. Amarse a uno mismo no es creer que uno es mejor que los demás y que por ello ha de dedicarse a satisfacer caprichos egoístas, sino reconocer las necesidades afectivas propias, los sentimientos, y desarrollarlos para que sean el motor de nuestra vida. Por esto he dicho que para amar verdaderamente es tan importante conocerse a uno mismo. Conocerse implica saber distinguir entre lo que sentimos y lo que pensamos, reconocer entre lo que viene de nuestro sentimiento y lo que viene de nuestro egoísmo.

¿Entonces, cómo distinguir lo que es el amor de lo que no lo es?

El amor en su máxima expresión ha de ser incondicional. El que ama verdaderamente no espera nada a cambio, y el que actúa por interés no está amando verdaderamente. El amor ha de ser libre, si no, no es amor. No se puede forzar a nadie a amar.
El que quiera amar ha de querer también renunciar al egoísmo. El amor y el egoísmo son conceptos contrarios, incompatibles entre sí, antagónicos. No se puede amar sin renunciar al egoísmo, ya que el egoísmo es en realidad la ausencia de amor. Aprender a amar es lo mismo que aprender a desprenderse del egoísmo. El que aumenta su capacidad de amar disminuye su egoísmo y viceversa.





domingo, 15 de diciembre de 2019

Crónica de Bosnia, de Soledades, Ho'oponopono y otras experiencias malagueñas.

     Hace tiempo que no escribo una reseña personal. Hasta ahora, la mayor parte de lo que he compartido, han sido de libros de otros.
     Hoy quiero hacer una excepción y compartir algunas experiencias vividas en los últimos días. Experiencias a cual más enriquecedora.

     Todos sabemos que en el Planeta Tierra hay guerras y más guerras, casi desde el mismo inicio de lo que llamamos Humanidad. Si me remonto a la Prehistoria, y teniendo como primer referente conocido a Lucy, el esqueleto más antiguo conocido y en mejor estado de conservación, nos remontamos a la friolera de más de 3 millones de años terrícolas. 
     Siempre repito que "El hombre no aprende de su propia historia". Al menos de momento es lo que parece. Ocurre que, en la inmensa mayoría de las ocasiones, por no decir todas, la guerra nos coge un poco lejos. Ninguno, o casi, de los que leéis esto habéis vivido en vivo y directo una contienda sangrienta donde se matan hermanos, o desconocidos, "simplemente" seres humanos, por un quítame allá una opinión diferente de la mía, que tengo más poder que tú. 

     Hace unos meses que conozco a un Ser llamado Alma (¡nombre significativo donde los haya!). Alma nació y creció en Bosnia o Bosnia-Herzegovina, integrante de lo que conocimos en su día como Yugoslavia. Hemos hecho muy buenas migas. De vez en cuando, si ha surgido la ocasión, ella me ha hecho, por encima, algún comentario acerca de la guerra en la que Yugoslavia se escindió en: Bosnia-Herzegovina, Croacia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Eslovenia. Me vais a permitir si tengo un desliz, pues cuando yo estudiaba Geografía sólo existía Yugoslavia. No es el único país que ha cambiado de nombre y reparto desde aquellos mis años infantiles. 
     Vuelvo a mi relación con Alma. Hemos pasado unos días en tierras malagueñas y hemos tenido ocasión de compartir más experiencias. Ella se ha abierto y me ha contado historias personales que me ponían la piel de gallina: "Tres años y medio sin luz,  agua corriente en algunos lugares, en otros no.(Te recuerdo: 42 meses, 1277 días … que se dice muy pronto. ¿Te puedes imaginar todo ese tiempo sin poner una lavadora?)Toque de queda. Estuvo en prisión por violar el toque de queda. Varias mudanzas a diferentes ciudades, buscando una seguridad que no encontraban. Escuchar como silbaban las balas, las granadas, el fuego de los tanques ... por encima de sus casas y no saber si va a caer en la tuya, en la del vecino o más allá. Hasta que un día decide que no va a tener más miedo. Que pasará lo que tenga que pasar. Ella va a Vivir." Por muy poca imaginación que tengas, de seguro que te puedes poner en su pellejo mínimamente. 

     También quiero compartir sobre "La Soledad del Diferente". Así se llama uno de los libros que tiene publicados mi querida Isabel Anaya, nuestra anfitriona en Málaga. Escritora prolífica donde las haya. Su vida es su trabajo: dando clases a los peques de preescolar y escribir, escribir y escribir. Echándole muuuuchas horas a documentarse, pues la mayoría de sus libros, aunque en forma novelada, están basados en "hechos reales". Este en concreto que os menciono trata de dos homosexuales, "mariquitas" como se decía y se sigue diciendo, que después de muchas vicisitudes y caminos separados durante la posguerra española (guerra civil), terminan reencontrándose en el mismo Asilo y compartiendo habitación, al cabo de décadas de nacer y crecer en el mismo pueblo. Isabel es capaz de hacerte sentir como si fueras Felipe y Pedro, los dos protagonistas. Es una obra de Teatro. Corta y muy muy intensa. Casi lloro con el final. Ser "diferente" en cualquier aspecto de la vida, marca y mucho. Otras obras que he leído de Isabel y me han encantado también: "La encrucijada de Cronos" y "De lo efímero y lo eterno". Por si te animas a echarle un vistazo a su obra. :) Una puntualización que considero importante: Isabel dona todos los beneficios de las ventas de sus libros a ONG's. En el libro que refiero “La Soledad ...” y en otros libros suyos, es la Asociación de Ayuda al Refugiado Palmira http://asociacionpalmira.com/ """

     Y otra vivencia, también muy emotiva es participar como voluntaria en el Comedor-Dispensador Social Miraflores de los Ángeles, gestionado por la Asociación Yo Soy Tu. No es la primera vez que lo hago, lo del voluntariado. Siempre es de lo más gratificante. Cuando las personas que van a que le demos su ración de comida dicen "Gracias", sólo puedo devolverles: "Gracias a ti. Gracias a vosotros" Por lo compartido. Más de 800 personas diarias -365 días al año- entre ellas más de 200 niños que reciben su "merienda" para el cole, que se benefician de la ingente labor que llevan a cabo un grupo de personas que son auténticos jabatos. Es una labor apabullante. Realmente titánica. ¡Bendito cansancio! No puedo parar de dar "GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS" A todos: usuarios, voluntarios -sin cuya colaboración diaria no sería posible esa tarea-, pertenecientes a la Asociación, y a mi misma, por ser capaz de apreciar y recibir ese Don que es compartir esos momentos. 
     Por si quieres colaborar de alguna forma con la Asociación: http://www.comedorsocialyosoytu.com/colabora/  Puedes hacerte socio con diferentes tipos de cuota. En Teaming colaboras por tan sólo ¡¡¡1 eurito al mes!!! O haciendo aportaciones puntuales. "Compartir es Amar". Y estas personas saben y muuuuucho de AMOR. 


     Acabo de caer en la cuenta de que, a lo tonto a lo tonto, se me olvida el motivo por el que hemos ido a Málaga: ENCUENTRO ÍNTIMO con Mabel Katz. Todas las respuestas a tus preguntas sobre Ho'oponopono” Ese fue el principio de todo, aunque lo comparta al final. Alma me dijo que iba a Málaga a escuchar a Mabel. Yo pensé: “Hace mucho tiempo que no veo a mis queridos amigos malagueños. Buena ocasión para ir.” En principio, no pensaba asistir al evento de Mabel. Después, como cambiar de opinión es de sabios, sí que asistí con Alma, Carmen y Carlos. Básicamente eran preguntas del público que Mabel contestaba. En todas las preguntas, yo me planteaba: “A estas alturas de la Vida ¿todavía estás ahí?” Para, a renglón seguido, contestarme yo misma: “Encarna, hace unos años eras tú la que estabas ahí.” Me congratula re-conocer-me en mi avance consciencial y evolutivo como Ser. Me encanta Ho'oponopono: No tienes que saber nada, sólo limpiar memorias. El Universo sabe lo que tienes que limpiar. Y no necesitas parafernalia ninguna, lo puedo hacer en cualquier momento y lugar. De verdad: Todo es muy fácil. Nos complicamos la Vida de mala manera haciéndole caso a nuestro “lorito parlante” (mente), necesario para alguna cosas, prescindible para otras muchas. “La mente es necesaria, lo que no debemos permitir es que nos mangonee la Vida” Una frase que hago mía. 

     Voy a cerrar este post con una historia más lúdica y divertida. En el BlaBlaCar que veníamos Alma y yo de vuelta a casa, se repite algo muy a menudo en nuestras Vidas últimamente: una mini-ONU como yo le llamo. El chófer español. Y la que escribe. El resto: Alma de Bosnia, Jane de Australia y Margot de Polonia. ¡¡¡Me encantan las mini-ONUs!!! 










"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (33) 3ª Ley: Ley de causa y efecto - 6

Entonces, si existe algún país o fuerza con la intención de invadir el resto de países, ¿qué se supone que deben hacer el resto de países para impedir ser atacados o invadidos por el país agresor, quedarse cruzados de brazos mientras les destruyen? Se me ocurre el caso de la Alemania nazi. ¿Tendrían Europa o América que haber dejado que el nazismo conquistara el mundo a través de su poder militar?

El conocimiento sobre la historia de la humanidad al que vosotros tenéis acceso está grandemente manipulado. Muchos todavía creéis que en cada guerra hay un bando bueno, que es siempre en el que uno está y al que Dios apoya, y un bando malo, al que debe apoyar el demonio. Pero resulta que en el bando contrario opinan exactamente lo mismo, que ellos son los buenos, que Dios les apoya y que en el otro bando están los malos, apoyados por el demonio. Una guerra como la que mencionas no se improvisa de la noche a la mañana. La realidad es que las guerras se fraguan mucho antes de que empiecen los conflictos armados y resulta lamentable observar cómo los futuros bandos contrarios cooperan previamente para armarse mutuamente y luego se enemistan para destruirse. Las ideologías extremas y violentas forjan su crecimiento en la penuria moral y económica de los pueblos. Las mayores guerras han venido después de crisis económicas muy profundas, en las que los pueblos han llegado a situaciones extremas de miseria. Y esas crisis económicas no han ocurrido por azar, sino que han sido provocadas intencionadamente por un grupo muy reducido de gente con gran poder económico y político, que tienen la intención de enriquecerse y adquirir mayores cotas de poder a costa de la desgracia y el sufrimiento de los demás, y se han encargado con sus medios de propaganda de fomentar las ideologías extremas, para convencer a la gente de que los culpables de esos males son aquellos que son diferentes, por motivos de raza, religión, creencia, cultura, etc. Pero si lo consiguen es porque logran estimular vuestro egoísmo, el mismo que os impide ver en el otro ser humano a un hermano.

Un auténtico creyente en el amor jamás irá a una guerra a matar a sus hermanos, porque cualquier humano es vuestro hermano. ¿Acaso no tenéis hijos? ¿Os gustaría que sufrieran una guerra, que los hirieran o los mataran, que pasaran hambre y sufrimiento? ¿Os gustaría que destruyeran vuestras casas, vuestros pueblos o ciudades? Pues entonces pensad que en el otro bando sucede lo mismo, que si vosotros vais a la guerra causaréis el mismo sufrimiento, muerte, dolor y destrucción que no queréis para vosotros. Porque los del bando contrario también tienen hijos que sufrirán, niños que padecerán miseria, hambre, dolor, sufrimiento, destrucción y muerte. Ciertamente os digo que todo aquello que no queráis para vuestros hijos no lo causéis a los hijos de los demás, porque realmente lo que hacéis a los hijos de los demás, por la ley de la justicia espiritual, lo estáis haciendo a vuestros hijos del futuro.

Por lo que cuentas, los principales instigadores de las guerras son unos pocos, mientras el resto, motivados por su propio egoísmo, se dejan arrastrar por ellos, ¿no?

Así es.

Entonces esos responsables de las guerras quedarán enormemente endeudados espiritualmente, ya que acaban por provocar sufrimiento y destrucción a gran cantidad de seres.

Efectivamente. Tengo un mensaje que darles a los “poderosos” del mundo material, por si les sirve para reflexionar y que empiecen a cambiar sus actitudes, antes de que se endeuden todavía más consigo mismos. Puesto que no tienen ningún reparo en organizar invasiones y guerras, en sembrar la discordia y el odio entre los pueblos, y además tienen la desfachatez de hacerlo en nombre de Dios, de la democracia y la libertad, o de otro valor noble que con sus métodos se encargan de difamar, que sepan que están sembrando una macabra semilla cuyo abundante y amargo fruto tendrán que recoger inexorablemente en las vidas siguientes, encarnando como niños lisiados del país que ordenaron sembrar de minas o como niños hambrientos del país que ordenaron matar de hambre. Su condición de poderosos en el mundo material es solo una circunstancia pasajera que no tendrán en el mundo espiritual, donde la posición no depende del dinero, el poder y las influencias que tengan, sino solo de la capacidad de amar que hayan podido desarrollar. ¡Qué chasco se van a llevar aquellos que se creyeron los amos del mundo cuando pasen al mundo espiritual y vean la realidad tal y como es, y vean que todos aquellos que murieron y sufrieron por su causa están por encima de ellos en el escalafón espiritual! No habrá ninguna entrada triunfal con honores de jefe de estado. Pero sí estarán esperándole una multitud de seres poco evolucionados, ansiosos por resarcirse del mal que se les hizo. ¡Cuánto sufrimiento creado, cuánto sufrimiento para recibir!

¿Y qué se les puede decir a las víctimas de los conflictos armados, los que han sufrido mutilaciones, miseria, hambre y todo tipo de penurias y vejaciones como consecuencia?

Que no os importe perder lo material, que no os importe perder hasta la vida del cuerpo, porque todo eso pasará. Recordad, nadie os puede matar porque sois inmortales, y cuando volváis al mundo espiritual, a vuestra auténtica vida, ya nada de eso importará. Allí seréis reconfortados de todos vuestros sufrimientos y todas vuestras heridas serán curadas. Allí el amor es lo único que importa. Si todas las desgracias que habéis vivido os han servido para sensibilizaros con el sufrimiento de vuestros hermanos, hasta el punto de que habéis llegado a la conclusión de que ya no deseáis que ningún ser pase por las circunstancias que vosotros habéis pasado, en definitiva, si habéis conseguido llegar a amar, aunque sea un poquito, habrá merecido la pena.



sábado, 7 de diciembre de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (32) 3ª Ley: Ley de causa y efecto - 5

¿Y por qué los mundos más avanzados espiritualmente no envían a su gente para mostrar lo que es la espiritualidad superior?

Ya les gustaría pero, como ya he dicho una y mil veces, no pueden interferir en vuestro libre albedrío. A nivel colectivo, las humanidades de los mundos físicos más avanzados no pueden interferir en la evolución de los mundos menos evolucionados sin la voluntad y el consentimiento de estos. Por ello, las ayudas se hacen con encarnaciones de humanos de mayor evolución que van al planeta a dar ejemplo, sin ningún tipo de alarde, y no con un ejército desembarcado, para que el que se quiera quedar con la enseñanza que llevan lo haga por afinidad de sentimiento y de pensamiento, y no lo haga porque ha quedado deslumbrado por la magia de la tecnología que poseen. Cuando se ha dado este último caso se trata de civilizaciones que no han respetado la ley del libre albedrío y los efectos son catastróficos, ya que estos pueblos se vuelven dependientes de la civilización avanzada y cuando esta los deja, el supuesto avance que habían logrado se va rápidamente al traste, porque al no ser fruto del esfuerzo propio, se olvida rápidamente. También recibís ayuda constante y de forma sutil del plano espiritual de los guías y de los seres queridos que no están encarnados en ese momento. Ya hemos hablado ampliamente de cómo se contacta con el mundo espiritual para recibir ayuda. Pero para recibir esta ayuda hay que querer recibirla. Porque al que quiere estar solo y aislado del mundo, o al que no quiere avanzar, se le respeta su deseo. A nadie se le puede obligar a avanzar en el amor, ya que si el avance no es elegido por propia voluntad no sirve de nada y es, además, una vulneración de la ley del libre albedrío.

Hay gente que justifica las guerras diciendo que son necesarias para evitar un mal mayor, para preservar la paz o la democracia. ¿Qué opinas al respecto?

Pues que si realmente son amantes de la paz y de la libertad, que no hagan lo contrario de lo que predican. Porque si uno en los medios contradice el fin, está siendo un mentiroso, un hipócrita. El fin no justifica los medios, porque los medios han de estar en la misma sintonía que el fin que se persigue. No se puede conseguir la paz a través de la guerra, ni la libertad a través de la imposición, ni la justicia a través de la injusticia.

Pero ¿no ocurre que las guerras son decisión de unos pocos que ostentan el poder, mientras que el resto preferiría vivir en paz?

Pues entonces ¿por qué les dais el poder a aquellos que hacen lo contrario de lo que queréis? Si cuando los malintencionados gobernantes de vuestro mundo llaman a sus pueblos a la guerra se encontraran con que no hay nadie dispuesto a empuñar un fusil, ni hay nadie que obligue a los demás a empuñar un fusil, ni nadie para fabricar armas, por muy malvados que fueran, no podrían hacer nada. Si lo consiguen es porque saben estimular el egoísmo que existe entre vosotros. Saben arrastrar al matadero a las ovejas porque han convencido a las ovejas de que ellas son los matarifes de otras ovejas. Por lo tanto, el problema lo tiene aquel que cree que tiene el derecho de quitar la vida a otros como él, exponiéndose por tanto a que otros le quiten la vida a él mismo.
El espíritu que ha interiorizado las leyes espirituales, cuando está encarnado, jamás participará en ninguna guerra, porque tiene muy claro que la vida es sagrada y que actuar voluntariamente para producir la muerte de otras personas por el motivo que sea es un acto que va en contra de la ley del amor y contra la ley del libre albedrío.

¿Y si alguien es atacado y, por actuar en defensa propia, acaba por matar al atacante?, ¿o qué pasaría si el atacante intentara hacer daño a unos niños y la única manera de protegerlos fuera matar al agresor?

Mirad, en el mundo espiritual no son tan importantes los hechos en sí, sino la intención con la que se hacen. El que no tiene intención de matar sino de evitar que el agresor mate, no puede ser juzgado igual que aquel que desde el principio tiene intención de matar. Ya hará lo posible para evitar el daño sin provocar él un daño mayor. Pero este no es el caso de las personas que van a la guerra. Cuando uno va a una guerra, sabe perfectamente que en algún momento estará en disposición de matar a otro ser humano y de morir. Un seguidor de la ley del amor que dice ser creyente en Dios, jamás se alistará voluntario en un ejército para ir a matar a sus hermanos encarnados del bando contrario, porque no hay ninguna idea, ninguna creencia, lo suficientemente noble que justifique matar a otros hermanos.

Pero también es cierto que muchas personas son reclutadas y obligadas a ir al frente en contra de su voluntad. ¿Qué dirías en este caso?

Pues que es una prueba bastante grande para el espíritu en cuestión, porque se le pone entre la espada y la pared. Pero sabed que estas circunstancias no ocurren por casualidad y el que se ve en esta tesitura seguramente es porque en otra vida indujo a otros a pasar por esa misma circunstancia. Es una prueba muy dura, en la cual sus convicciones a favor del amor se ponen a prueba, porque hay que elegir entre matar y exponerse a ser asesinado, torturado o herido por el bando enemigo, o la cárcel, la tortura e incluso la pena de muerte por su propio bando, el supuesto bando “amigo”, si se declara desertor o insumiso. Todo esto será tenido en cuenta como atenuante. Y también será tenido en cuenta como agravante para los que obligan a ir a la gente a las guerras, a morir y matar, porque son los mayores responsables. En vuestro mundo, un soldado que ha matado a los del bando contrario, exponiendo su propia vida, es un héroe. Mientras, el que expone su vida para no matar a nadie del bando contrario es un cobarde. Sin embargo, en el mundo espiritual, las cosas son a la inversa. El valiente es el pacifista, el desertor, el insumiso, el objetor de conciencia, que lo es porque está en contra de asesinar, y que es valiente porque arriesga su vida para preservar la vida de los demás, de personas desconocidas, posiblemente de otra creencia o ideología, sabiendo que los de su propio bando le perseguirán quizás hasta la muerte. Mientras, el que expone su vida para quitar la vida de los demás por el temor a que alguno de los dos bandos se la quite primero está muy lejos de ser un valiente. En cualquier caso, que decida el espíritu qué prefiere, el sufrimiento terrenal temporal causado por los seres egoístas, que le represaliarán por negarse a matar a sus hermanos, pero la recompensa del mundo espiritual, o la recompensa terrenal del héroe de guerra, pero el subsiguiente sufrimiento en el mundo espiritual por haber actuado en contra de sus hermanos.



domingo, 1 de diciembre de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (31) 3ª Ley: Ley causa - efecto -4

¿Qué significa karma?

Es una palabra de origen oriental que equivale a decir “deuda espiritual”.

Pero parece que ciertas pruebas son extremadamente dolorosas como para que el espíritu pueda sacar una enseñanza, aparte de que la vida es un valle de lágrimas.

Porque juzgáis sin conocimiento de causa. A muchos que solo ven la primera parte de la historia, es decir, cuando se cometen los actos delictivos impunemente, les parece injusto que se queden sin condena. Si esos mismos ven solo la segunda parte de la historia, es decir, la de saldar las cuentas, ya en otra vida posterior, les parece injusto que alguien pueda sufrir semejantes atrocidades, porque no comprenden de dónde viene ni por qué una desgracia de tal calibre. Sin embargo, si conocieran el pasado criminal del espíritu, muchos de ellos ni siquiera le hubieran dado una segunda oportunidad. En el mundo espiritual siempre hay una segunda oportunidad, o mejor dicho, existen oportunidades infinitas de rectificación.

Si en el mundo espiritual existen infinitas oportunidades de rectificar, ¿de dónde viene la creencia en las penas o castigos eternos para los malos que, por ejemplo, tiene la doctrina cristiana?

La creencia en castigos eternos no tiene origen divino. Carece de fundamento, no se corresponde con la realidad espiritual y no es más que otra falacia que las castas sacerdotales introdujeron con la intención de controlar a la gente a través del miedo irracional. Es lamentable que los que se erigen en guías espirituales, que supuestamente deben ayudar a los demás a encontrar su camino espiritual, lejos de hacerlo, lo entorpezcan todavía más confundiendo y manipulando las mentes, aprovechando sus debilidades para ensalzarse ellos mismos, contribuyendo a entorpecer un camino ya de por sí suficientemente cargado de circunstancias difíciles.

¿Y por qué ocurre que mucha gente tiene la impresión de que los sucesos penosos de su vida son una circunstancia que se les ha impuesto sin habérsele consultado?

Porque es una elección que se toma antes de encarnar y el olvido del pasado espiritual que se produce al encarnar le hace creer que no ha tomado parte en tal decisión. Existen muchos espíritus que han decidido dar el paso de avanzar y, por tanto, de enfrentarse a circunstancias enormemente difíciles e incomprensibles para aquellos que desconocen las leyes espirituales. Mucha gente no puede entender que una buena persona tenga que hacer frente a tantas penosas y desgraciadas situaciones que no ha buscado, sino que le vienen como por una especie de fatalidad del destino. Y es entonces cuando concluyen que no puede existir justicia verdadera si las buenas personas han de sufrir tan atrozmente. Pero si pudieran echar un vistazo al pasado espiritual de esa persona encontrarían el porqué. Y es porque el espíritu está comenzando a reparar el daño que hizo antes de sentirse afín con las leyes espirituales. Por lo tanto, alegraos de encontrar personas así, primero porque se trata de espíritus que ya han hecho un cambio profundo y positivo hacia su regeneración y segundo porque el hecho de enfrentarse a pruebas de ese calibre significa que han conseguido llegar a un nivel de evolución bastante avanzado, que les permite afrontar con posibilidades de éxito una intensa reparación de su deuda.

¿Entonces debo entender que todas las circunstancias negativas a las que se enfrenta el espíritu son consecuencias de los actos del pasado?

No. Muchas son la consecuencia directa de los actos de la vida actual, y hay otras que son inherentes al nivel evolutivo del planeta en que se encarna.

¿Quieres decir que un espíritu que no tiene deudas puede pasar por circunstancias negativas que no le corresponden por expiación?

Sí, ocurre muy a menudo. Pero es una elección libre del espíritu el hacerlo.

¿Y esto qué sentido tiene? ¡Parece masoquismo!

No creáis que el espíritu decide tomar este camino porque disfruta sufriendo. Y si ese sufrimiento fuera completamente estéril y no se derivara de él ningún progreso espiritual, tampoco tendría sentido. Pero si de ello resulta un avance espiritual en el aprendizaje del amor y, por tanto, en un acercamiento a la felicidad verdadera, una vez las circunstancias penosas son superadas con éxito y quedan atrás, concluiremos que ha merecido la pena, al igual que al corredor de fondo le merece la pena el esfuerzo de la carrera si consigue llegar a la meta tras batir su marca personal. Esta elección es propia de espíritus avanzados que, por un acto de amor hacia sus hermanos de menor evolución, encarnan para ayudarles, para enseñarles el camino del amor y, al mismo tiempo, les sirve a ellos para progresar más rápidamente, porque se ponen a prueba en su capacidad de amar incondicionalmente, debido a que tendrán que soportar multitud de ingratitudes e injusticias de espíritus menos avanzados.

Aunque me digas que las circunstancias negativas sirven para evolucionar y que muchas son consecuencia de los actos del pasado, existen hechos que, independientemente de lo que se ha hecho en vidas anteriores, me parece que son tan injustos, inhumanos e intolerables —te pongo como ejemplo el hambre, la miseria, las guerras— que no se deben permitir. Sin embargo, aunque hay un supuesto ser o muchos seres superbuenos y superpoderosos, estos no hacen nada por cambiar el lamentable rumbo de la humanidad. ¿Qué me puedes contestar a esto?

Ciertamente existen multitud de hechos que son inhumanos e intolerables, pero son los espíritus que encarnan en la Tierra los que los han creado y es a ellos a quienes corresponde tomar conciencia de ello y trabajar para erradicarlos de la faz del planeta, porque deben y porque pueden hacerlo. Como ya he dicho, la progresión espiritual solo se produce cuando es elegida e interiorizada por libre voluntad y por esfuerzo propio del espíritu, sin ningún tipo de coacción o imposición. Esto es una ley espiritual, la ley del libre albedrío, que es respetada por todos los seres espiritualmente avanzados. Esta es la razón de no ver a Dios o a los seres superiores arreglando las injusticias del mundo. Seguro que si apareciera un ser todopoderoso en el mundo que viniera a arreglar determinados asuntos, seguramente los mismos terrestres, que antes reclamaban la presencia de un salvador, se quejarían de falta de libertad, ya que seguramente las decisiones que ese ser tomara nunca serían del gusto de todos. Siempre habría disconformes que se sentirían perjudicados por determinadas decisiones, porque hay poca gente en vuestro mundo que esté dispuesta a renunciar al egoísmo, poca gente dispuesta a compartir lo que creen suyo con los que tienen menos que ellos.

Por ello se deja a los humanos que experimenten en el mundo físico el uso del libre albedrío, sin cortapisas, y que hagan frente a las circunstancias que ellos mismos han creado. Que sean ellos los que lleguen a la conclusión de que los males que padecen son fruto del egoísmo y que mientras el egoísmo reine en el corazón de los seres humanos, seguirá habiendo guerras, hambre, miseria e injusticia. Que la única manera de erradicar todos esos males es erradicar el egoísmo de todos y cada uno de los corazones y que el único antídoto que existe para el veneno del egoísmo es el amor. No esperéis de brazos cruzados a que vengan a salvaros. Actuad y se os ayudará, porque los espíritus avanzados y seguidores de la ley del amor siempre están ahí para ayudaros, muy sutilmente. Pero ha de ser iniciativa vuestra, por decisión de vuestra voluntad y no en contra de vuestra voluntad. Es como si alguien que acaba de caer a un río pidiera que le rescataran, pero él mismo no intentara mover los brazos para nadar y mantenerse a flote. Vosotros tenéis el poder, si así lo decidís, de cambiar el rumbo de vuestro destino, porque ¿de qué otro modo podríais evolucionar, si a cada paso que dierais en falso acudiera vuestro padre a socorreros? Necesitáis experimentar el efecto de vuestras decisiones para aprender, y necesitáis tener libertad de acción para decidir si queréis tomar un camino u otro.






domingo, 24 de noviembre de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (30) 3ª Ley: Causa - efecto -3

¿Cómo puede ser consciente el espíritu de si fue injusto o no su comportamiento si no lo fue durante la vida física?

Porque recibe la ayuda de los espíritus superiores, que le aportan la claridad espiritual que por su propia evolución todavía no posee.

Y, dado que se juzga a sí mismo, ¿no será difícil que sea totalmente imparcial? Es decir, ¿cómo evitar que el espíritu no actúe con favoritismo hacia sí mismo?

No actúa de forma partidista porque el espíritu se encuentra en este estado de claridad espiritual inducido por los espíritus superiores que he mencionado. En ese estado se ve la realidad tal y como es, de forma totalmente imparcial.

¿Y qué ocurre después?

Que el espíritu se prepara para corregir y superar aquellas actitudes negativas en las próximas encarnaciones y elige según su capacidad aquellas pruebas que le pueden servir para corregirlas. Dependerá del camino que el espíritu quiera elegir. Por un lado está la reparación lenta pero más extensa en el tiempo. Por otro lado existen pruebas más fuertes pero que sirven para avanzar más rápidamente.

¿Y esto ocurre inmediatamente? Quiero decir, ¿en la siguiente vida el espíritu ya se enfrenta a la reparación de lo hecho en la vida anterior?

No necesariamente, porque hay muchos espíritus que no han mostrado ningún propósito de enmienda y, por ello, han quedado retenidos en las franjas más bajas del astral inferior; así que retornan a la vida sin haber pasado por el anterior proceso de reeducación. Y aunque el espíritu haya iniciado su proceso de reforma, hay que tener en cuenta que, al principio, la voluntad de afianzarse en el bien es frágil y no puede soportar las pruebas más duras. Por ello, el espíritu tiene la opción de vivir encarnaciones de transición en las que no se enfrentará a la reparación de su deuda, sino que le sirven de preparación, para fortalecer su voluntad de reforma y su perseverancia. Las encarnaciones de expiación propiamente dichas, en las que el espíritu se enfrentará a las pruebas más fuertes, vendrán cuando esté bastante preparado y con una voluntad de mejora más firme.

¿Qué tipo de pruebas le esperan al espíritu “endeudado”?

En general, sufrir en carne propia circunstancias semejantes a las que uno generó en otra vida, para tomar conciencia de lo que está y no está en armonía con las leyes espirituales, y trabajar para reparar el daño que hizo.

Pues me tendrías que poner un ejemplo para que lo entienda.

Vale. Imagina a un espíritu que encarna en el siglo XVIII, en una familia blanca rica, que posee haciendas y esclavos para que trabajen las tierras.
Seguramente este espíritu no caerá en la cuenta, ya que es lo que le habrán enseñado sus padres, de que los esclavos también son seres que sienten y sufren como él, y que la esclavitud es un acto contra la ley del amor y la del libre albedrío, ya que nadie tiene derecho a apropiarse de la voluntad de ningún ser en beneficio propio, sea este material o de ningún otro tipo, y menos de un igual a él. Seguramente si le preguntas al espíritu del ahora señorito si le parece bien tener esclavos, lo más seguro es que se ofenda en su honor porque: “Cómo vas a comparar un sucio e ignorante esclavo con un señor de su categoría”. Circunstancias las de “sucio, ignorante y esclavo” que él ha contribuido tan activamente a crear y mantener. Si le parece que este estado de cosas está bien, entonces estará conforme en experimentar la situación desde el lado opuesto, es decir, naciendo en la próxima vida como hijo o hija de una de las esclavas de su familia, experimentando así en su propio ser el sufrimiento que se deriva de ser un esclavo. ¿Acaso si le preguntas al espíritu, ahora como esclavo, en esa encarnación, si le parece bien la esclavitud, no te dirá que la esclavitud es inhumana y se quejará amargamente de su suerte, diciendo: “Señor, ¿qué he hecho yo para merecer esto?”. Al fin y al cabo, no ha hecho más que recoger lo que había sembrado. Si saca buena enseñanza de esa experiencia, cuando esté en situación de cambiar el estado de las cosas, por ejemplo volviendo a ser el dueño de la hacienda, tal vez se acuerde de lo que aprendió interiormente en la vida anterior y trabaje por la abolición de la esclavitud.

¿De este ejemplo debo deducir que los esclavos pueden haber sido señores en otra vida y haber practicado la esclavitud?

Sí, y los señores, esclavos. Un mismo grupo de espíritus puede haber estado experimentando esas posiciones alternativamente en multitud de vidas hasta que finalmente se den cuenta de que la mejor manera de que se respete la libertad de uno mismo es respetar la libertad de los demás en cualquier circunstancia. Pues así con todo.

Pero ¿obligar al espíritu a pasar por lo mismo que él hizo no es equivalente al ojo por ojo, diente por diente?

Ya digo que no es un castigo, sino una forma de aprendizaje. Si uno cree que ha actuado justamente no tendrá ningún temor en recibir aquello que dio. Al contrario, estará deseoso de recoger la justa recompensa de sus buenas acciones. Por el contrario, si ha obrado con egoísmo, perjudicando a los demás, no tendrá demasiadas ganas de recoger la cosecha de su mala siembra. Si la intención de la ley fuera castigar al infractor, como una especie de venganza, podríamos considerarlo un ojo por ojo. Sin embargo, el objetivo de la ley no es castigar, sino promover la evolución del espíritu a través de la experimentación personal de las acciones que uno mismo genera. Dicho de otro modo, la ley de la justicia espiritual nos enfrenta a cada uno con nuestros propios actos de manera que podamos aprender de ello. Y no necesariamente ha de pasar por las mismas situaciones literalmente que él mismo provocó, pero suele ser la forma más rápida de aprendizaje y la elegida por muchos espíritus, deseosos de salir de su situación de inferioridad espiritual, en la que se sienten profundamente infelices.

¿Y no existe otro sistema menos drástico para que el espíritu pueda deshacerse de su deuda?

La intensidad de las pruebas depende de lo rápido que quiera el espíritu en cuestión saldar su deuda espiritual y de la capacidad que tenga para poder superarla. Solo cuando el espíritu está preparado para superarla se le presenta la prueba. Como si se tratara de un préstamo bancario, pero sin intereses, al espíritu que quiere evolucionar, pero está endeudado kármicamente, se le presentan varias opciones para reformarse y pagar la deuda, y es decisión de él mismo elegir un camino u otro. Se puede intentar devolver en menos tiempo pero en cuotas más altas o en mayor tiempo y en cuotas más bajas. Los guías espirituales suelen recomendar la segunda opción, es decir, pagar la deuda en cuotas más cómodas, aunque de este modo el espíritu necesite de mayor número de encarnaciones para saldarla. Sin embargo, los espíritus suelen tener prisa en querer abandonar el estado de sufrimiento en que se encuentran por el peso del daño hecho y tienen tendencia a elegir las pruebas más intensas que les ayudan a eliminar karma rápidamente. En cualquier caso, el espíritu debe consentir enfrentarse a ella y se le prepara para que pueda superarla con éxito.





domingo, 17 de noviembre de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (29) 3ª Ley: Ley de Justicia Espiritual o Ley de Acción-Reacción espiritual (causa - efecto) - 2

¿Y de qué manera esas acciones hacia los demás repercuten en la evolución espiritual?

El peso de estas acciones, si están en contra de la ley del amor, es como un lastre que impide al espíritu elevarse hacia cotas más altas de evolución. Por el contrario, las acciones que sintonizan con la ley del amor actúan como la llama de un quemador de un globo aerostático. La llama, al calentar el aire, aumenta el nivel vibratorio de las moléculas de gas y disminuye la densidad del aire del interior del globo, lo que le permite la ascensión hacia zonas de la atmósfera menos densas.
De igual modo, las acciones a favor de la ley del amor aumentan la vibración del espíritu y le permiten así ascender hacia regiones del mundo astral de mayor vibración, es decir, de mayor nivel espiritual.

Pues yo no observo que esta ley se cumpla muy a menudo. ¿Acaso no hay asesinos, criminales y genocidas reconocidos que jamás son llevados ante la justicia y mueren plácidamente de viejos?

El hecho de que el efecto asociado a una causa o acción determinada no se dé de forma inmediata puede dar la impresión al encarnado de que no existe justicia por no ver al criminal responder por sus delitos en la misma encarnación. Es cierto que en una sola vida muchos delitos, sobre todo de aquellos que ostentan posiciones de poder terrenal, quedan impunes. En estos casos se da que, los que actuaron en contra de la ley del amor dañando a otros espíritus, harán frente en posteriores vidas a las consecuencias de sus actos. Imaginemos un gobernante que fue el causante de guerras y dio la orden para torturar y condenar a muerte a miles de personas. Debido a su poder jamás fue juzgado ni condenado por ningún tribunal de la Tierra. Tened por seguro que aquellas cuentas que no saldó en dicha vida quedan pendientes para las próximas, y el verdugo de antaño puede ser la víctima aparentemente inocente del mañana. Esto es lo que significa la frase “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”, porque lo que la justicia terrena deja sin resolver no tengáis duda de que la justicia espiritual lo resolverá. Aun así, sabed que la intención de este sistema no es castigar sino enseñar. En cualquier caso, todo espíritu que hizo daño queda en deuda consigo mismo y, para poder avanzar, es necesario primero que se dé cuenta del daño que hizo y segundo, que lo repare.

En el extremo opuesto, ¿no existen personas que hicieron mucho bien durante su vida y como pago fueron calumniados, torturados y asesinados?

También hay que ver la otra cara de la moneda de la ley de la justicia espiritual, ya que aquellos que actuaron conforme a la ley del amor, y que recibieron la ingratitud, la incomprensión, el rechazo, la violencia, la tortura o la muerte a cambio del bien que hicieron por parte de sus coetáneos, han de tener por seguro que sus actos serán recompensados en el mundo espiritual, que es el mundo verdadero y que no está sujeto a las leyes arbitrarias de los hombres. Esto es lo que significan las palabras de Jesús: “Bienaventurados los pobres de espíritu (se refiere a los humildes), porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”.

¿Y por qué tiene que haber una demora entre la acción y la reacción, es decir, entre el acto y sus consecuencias sobre el que lo comete? ¿No sería más justo que acción y reacción fueran consecutivas?

La reacción se activa en el momento en que se realiza la acción, aunque no se haga efectiva inmediatamente. Si la acción está a favor de las leyes espirituales, recibiremos una “bonificación espiritual”, mientras que si está en contra diremos que se ha contraído una “deuda espiritual”. La “recogida de la cosecha” se demorará hasta que el espíritu concluya la etapa en la que se pone a prueba, o sea, cuando finalice la encarnación, igual que cuando se realiza un examen no se conoce la nota hasta finalizar completamente el examen, ni se espera a continuar el siguiente ejercicio a que el profesor corrija el ejercicio recién terminado. Cuando se trata de un acto a favor de las leyes espirituales, en algún momento recibiremos del mundo espiritual la compensación pertinente, aunque no será inmediata, sino que, como en un trabajo por encargo, se recibe la recompensa una vez se concluye el trabajo, y no mientras se está realizando. Esta “recompensa espiritual” se traducirá finalmente en un ascenso del espíritu hacia esferas de mayor evolución, donde habitan espíritus más amorosos, una vez concluida la encarnación. En el caso de una deuda espiritual, la reparación se demorará hasta que el espíritu decida por propia voluntad subsanar voluntariamente el daño que hizo, lo cual implica necesariamente que el espíritu haya tomado conciencia de su propia actuación. Por la ley del libre albedrío no se le puede obligar a hacerlo. Será el espíritu el que decidirá cuándo llega el momento de enfrentarse a esas circunstancias. Pero si quiere avanzar espiritualmente, ineludiblemente, tarde o temprano, deberá enfrentarse a ellas y reparar el daño que hizo. Mientras esto no ocurra no se enfrentará a ciertas pruebas, pero el peso de los actos realizados contra la ley del amor, una vez concluida la encarnación, le retendrá en los niveles inferiores del mundo astral, en los que habitan los espíritus de semejante condición a la suya, y que debido a su falta de armonía con las leyes del amor, se dedican a hacerse daño los unos a los otros, de lo que resulta que la vida en esos niveles es bastante desgraciada y llena de sufrimientos para sus habitantes.

¿Y cómo se consigue que el espíritu tome conciencia del daño que realizó en los demás?

En algún momento después de la desencarnación, el espíritu se enfrenta al repaso exhaustivo de los acontecimientos moralmente más relevantes de la última vida. Durante ese repaso de la vida, para cada situación vivida, el espíritu no percibe ya solo lo que él sintió en ese momento, sino que también simultáneamente percibe los sentimientos y las emociones de los otros seres que recibieron las consecuencias de sus actos, percibiendo el bienestar o malestar de estos como si fuera propio.

¿Cuál es exactamente el objetivo de este repaso?

Que el espíritu tome conciencia de la relevancia de las decisiones que tomó en vida respecto a las leyes espirituales y respecto a las consecuencias de sus actos en los demás, de si actuó con amor o si actuó por egoísmo, con el objetivo de que le sirva para evolucionar. Y para que conozca cuáles son las asignaturas que afrontaba en esa encarnación que ha superado y las que todavía le quedan por superar, ya que las pruebas de las próximas encarnaciones dependen en gran medida de la actuación que se haya tenido en las encarnaciones anteriores.

Parece ser como un juicio final, ¿no?

Más o menos, pero sin ninguna intención de humillar o castigar al espíritu, sino que se efectúa para que tome conciencia de sus actos respecto a las leyes espirituales y respecto a los demás seres de la Creación.

¿Y quién juzga si sus actos han sido o no correctos?

Él mismo con la ayuda de espíritus superiores.