¿Puedes describirme entonces cómo viven las civilizaciones más evolucionadas, esas que siguen la ley del amor, para ver si nos pueden servir de ejemplo y modelo?
Encantado. Te describiré las civilizaciones que evolutivamente están inmediatamente un peldaño o dos por encima de las vuestras, porque sería muy difícil comprender para vosotros cómo viven civilizaciones todavía más avanzadas. En cualquier caso, ten en cuenta que no hay una civilización que sea igual a otra. Pero hay algunas cosas que todas tienen en común y que son las que te describiré, ya que se refieren a la parte espiritual. La más importante de todas es que son civilizaciones conscientes del proceso de evolución espiritual individual y colectivo, y por tanto dirigen todos sus esfuerzos a procurar el avance espiritual de cada uno de sus habitantes y del conjunto de su humanidad. Por tanto, todas sus normas, leyes, formas de gobierno y gestión de los recursos están inspiradas en la ley del amor y el resto de leyes espirituales. Como consecuencia de ello no se dan en ellas manifestaciones de odio ni de egoísmos individuales ni colectivos, ni violencia de ningún tipo, ni ninguna forma de abuso de unos seres respecto a otros. Por tanto no existen las guerras, ni el terrorismo, ni delincuencia de ningún tipo, ni asesinatos, ni la prostitución, ni los secuestros, ni las dictaduras, ni el militarismo, ni el esclavismo, porque todos se consideran hermanos.
Parece una utopía. ¿Y cómo han conseguido esto?
Porque han llegado a la conclusión de que el egoísmo solo conduce a la destrucción y al sufrimiento, y de que la única forma de ser verdaderamente feliz es amar. Por tanto han volcado todas sus energías en el desarrollo del amor y en la eliminación progresiva del egoísmo de sus corazones, y como consecuencia de ello han transformado sus mundos en hogares armoniosos donde vivir. Pero no creáis que llegar a ese punto ha sido un camino de rosas, sino que han tenido también que pasar por un costoso proceso evolutivo. Han tenido que experimentar las consecuencias de sus actitudes egoístas, pasar por vicisitudes parecidas a las vuestras. La diferencia entre unos mundos y otros es lo rápidos que han sido en captar que el camino del egoísmo y la ausencia de amor no llevan a ningún sitio.
¿Qué me podrías decir de su gobierno y estructura política y económica?
Normalmente cada planeta dispone de un gobierno planetario común. No existen divisiones por países o naciones con gobierno independiente, aunque cada región mantiene sus peculiaridades históricas y hay gobiernos autónomos que están integrados en la estructura del gobierno planetario.
El Estado controla y gestiona los medios de producción en función de las necesidades de los habitantes del planeta, con el objetivo de lograr el bienestar común. Es decir, no existe la empresa privada, por no existir intereses particulares que beneficien a unos pocos en detrimento del resto. Por tanto, no existe la necesidad de la promoción del consumo excesivo de productos a través de la publicidad para mantener los beneficios empresariales. Aunque existen formas de cuantificar el valor del esfuerzo, que se corresponden con el tiempo de trabajo y sirven para adquirir ciertos bienes de consumo, no existe el dinero en sí mismo, como algo que tenga valor independiente, por lo que se eliminan las actividades encaminadas al enriquecimiento a través de cualquier negocio financiero especulativo, como la banca, la bolsa, etc. Debido a ello, la economía es sumamente estable, ya que no existe ni la inflación, ni la devaluación y apreciación de la moneda, ni aumentos ni depreciaciones de los tipos de interés, sencillamente porque el concepto de interés no existe. Si el coste de algunos productos varía depende exclusivamente de la disponibilidad de los recursos para producirlos. Pero, ya que son sociedades con gran capacidad de previsión, han conseguido liberarse de la dependencia de determinadas materias primas y de fuentes de energía agotables. Son muy cuidadosos con el medio ambiente y han ido progresivamente adoptando fuentes de energía renovables, no contaminantes. Producen pocos residuos que además son reciclados casi al 100%.
A nivel social existen ciertos derechos mínimos e inquebrantables a los que todo el mundo tiene derecho por el mero hecho de existir, como el de la alimentación, la vivienda, la educación y el trabajo. No existe por tanto, ni el hambre, ni los “sin techo”, ni las hipotecas, ni la pobreza, ni el desempleo, ni la desescolarización. El nivel de vida material de los habitantes es bastante cómodo y semejante entre individuos y regiones de todo el planeta, ya que, en ausencia del egoísmo, no existe en los habitantes de estos planetas el afán de acumular riquezas ni propiedades materiales.
¿En qué trabaja la gente, si es que trabaja?
Mayoritariamente trabajan en educación e investigación científica y tecnológica por el bien común, para mejorar al máximo el nivel de vida de todos los habitantes en todos los ámbitos, con el objetivo de promover la evolución espiritual individual y colectiva. Los trabajos más pesados de los sectores primario y secundario, es decir, agricultura e industria, están totalmente automatizados y en estos casos la labor de los profesionales es la supervisión de los procesos de producción. Las jornadas laborales son mucho más cortas que en vuestro planeta, aunque más productivas, porque no hay nadie realizando trabajos desagradables ni que no corresponden a su vocación. Al mismo tiempo, no existe nadie ocioso o que viva del trabajo de los demás, debido a que todo el mundo disfruta de contribuir con su trabajo al bienestar común. Ciertos oficios que existen en la Tierra destinados a la compra-venta como vendedores o publicistas, no existen, ya que el propio tipo de sociedad evita la necesidad de promocionar los productos. Se produce lo que es necesario y cada uno toma la parte que le corresponde sin necesidad de que se le presione para consumir más o menos. Por tanto, no existen las modas y los hábitos de consumo no se actualizan arbitrariamente, sino cuando se han conseguido mejores productos que contribuyan a mejorar la salud y el bienestar interior y exterior de sus habitantes. Eliminadas las actividades superfluas, las sociedades avanzan muy rápidamente, tanto tecnológica como espiritualmente, ya que se evita esclavizar al individuo en actividades egoístas, de carácter eminentemente material o destructivo.
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