"""Estoy
hasta los mismísimos ovarios de lo que llamamos "despistes".
Es una forma muy cómoda de zafarse de responsabilidad, compromisos
adquiridos ... "Es que soy muy despistad@ y se me ha olvidado".
Seguro que suena a muuuuuuuchooooos.
De
mucho más joven también ponía esa EXCUSA cuando me olvidaba de que
había quedado con alguien a una hora, de que le había dicho que le
iba a ayudar en …, a hacer …, a dar …
Desde
mi experiencia muy personal -como siempre repito- he llegado a la
conclusión de los “despistes” son falta de interés real.
Vivimos en un mundo tan rápido, tan automático, tan mecanicista,
tan … que no estamos en lo que estamos. EL AQUÍ Y AHORA SIGUE
SIENDO UNA ENTELEQUIA, UNA UTOPÍA, INCLUSO PARA LOS QUE PRE-SUMIMOS
QUE SOMOS SERES MUY DESPIERTOS, MUY CONSCIENTES, O ESO NOS CREEMOS.
En ello estamos. Vamos a HACERLO R E A L I D A D DE UNA PUÑETERA
VEZ.
Leo
un cartel de algo que me interesa. La cuestión es que NO LEO, con lo
que realmente no me entero de lo que estoy leyendo y resulta que es
otro día del que yo me había montado mi película personal, aunque
en el cartel pone fecha y hora en negrita, para que no se me pase
entre el resto del texto. Igual con mogollón de situaciones de la
vida diaria. Es más fácil preguntar: “Esto que has compartido ¿te
acuerdas cuando era...? ¿dónde? ¿a qué hora era? ¿ …? ¿...?
“ Como si la persona que comparte tuviera que memorizar toda la
información y ser la secretaria de 200 contactos o más que tiene en
el güasa.
Estoy
hasta los mismísimos ovarios de que me ninguneen. Que se olviden de
que existo. De que queden conmigo en … y después: “Es que me he
despistado”.
¿Por
qué será que no se me “despista” nada de la cantidad de
peticiones que me hacen, eventos a los que quiero acudir? Que son
cantidad. Porque me pongo “recordatorios” en varios sitios: el
almanaque de la cocina, el Calendario del móvil. Amén de que SI
REALMENTE ME INTERESA, N O SE ME OLVIDA. TE LO ASEGURO.
HAZME
UN REVERENDO FAVOR: HAZ-´TE CONSCIENTE DE TU VIDA EN PRIMER LUGAR.
NO PERSIGAS ILUMINARTE SIN VIVIR UNA VIDA TERRÍCOLA CO-HE-REN-TE.
Vuelvo
a re-cordar, una vez más, las palabras del Maestro Yeshúa “...
como a ti mismo” ¿Te gustaría que te hicieran lo que le acabas de
hacer al otro?
¿Es
mucho ego todo esto? Me importa tres c.....s Tenemos una dialéctica
con el dichoso ego que, al final, siempre lo traemos a colación para
excusarnos de lo que no hicimos “por despiste”: “Es que tienes
un ego ...” cuando alguien se mosquea por que se han olvidado de
ti.
Se
sigue hablando/escribiendo/compartiendo mucho acerca del “egoismo”
como si eso fuera malo-malísimo. La cuestión es lo que nos han
enseñado como egoísmo no lo es tal cual. Miro la etimología: Del
latín ego = yo, el ser individual + ísmo = tendencia, práctica de.
¿Habrá algo más sano que la tendencia hacia sí mismo. Recuerda:
NO puedes dar lo que no tienes. Si no te Amas a ti mismo,
difícilmente Amarás a los demás (ojo: Amar, no querer); si no te
cuidas a ti mismo, complicado que cuides del otro, si no … a Tí
Mismo … Si no tienes ¿cómo puñetas vas a dar nada?
Nos
han educado en el supuesto -repito lo de supuesto- dar. Si no tengo
¿qué puñetas voy a dar? Tenemos que re-aprender el Recibir. De eso
sabe y mucho la Kabbalah."""
Esto
compartí ayer en otro blog que gestiono.
Tiene
y muuuuucho que ver con la parte de Los Cuatro Acuerdos que comparto
hoy.
Por
eso, y porque este blog tiene muchos diferentes lectores que el otro,
lo vuelvo a compartir.
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