Hemos visto que el sueño que vives ahora es el resultado del sueño externo que capta tu atención y te alimenta con todas tus creencias. El proceso de domesticación puede llamarse el sueño de la primera atención, porque así utilizaron por primera vez tu atención para crear el primer sueño de tu vida.
Una manera de transformar tus creencias es concentrar tu
atención en todos esos acuerdos y cambiarlos tú mismo. Al
hacerlo, utilizas tu atención por segunda vez, y por consiguiente, creas el sueño de la segunda atención o el nuevo sueño.
La diferencia estriba en que ahora ya no eres inocente. En tu
infancia no era así; no tenías otra elección. Pero ya no eres un niño. Ahora puedes escoger qué creer y qué no. Puedes elegir creer en cualquier cosa, y eso incluye creer en ti.
El primer paso consiste en ser consciente de la bruma que hay en tu mente. Debes darte cuenta de que sueñas continuamente. Sólo a través de la conciencia serás capaz de transformar tu sueño. Cuando seas consciente de que todo el sueño de tu vida es el resultado de tus creencias y de que lo que crees no es real, entonces empezarás a cambiarlo. Sin embargo, para cambiar tus creencias de verdad, es preciso que centres tu atención en lo que quieres cambiar. Debes conocer los acuerdos que deseas cambiar antes de poder cambiarlos.
De modo que el siguiente paso es volverte consciente de todas las creencias que te limitan, se basan en el miedo y te hacen infeliz. Haz un inventario de todo lo que crees, de todos tus acuerdos, y mediante este proceso, empezarás a transformarte. Los toltecas llamaron a esto el Arte de la Transformación, y es una maestría completa. Alcanzas la Maestría de la Transformación cambiando los acuerdos que se basan en el miedo y te hacen sufrir y reprogramando tu propia mente a tu manera. Uno de los procedimientos para llevar esto a cabo consiste en estudiar y adoptar creencias alternativas como los Cuatro Acuerdos.
La decisión de adoptar los Cuatro Acuerdos es una declaración de guerra para recuperar la libertad que te arrebató el parásito. Los Cuatro Acuerdos te ofrecen la posibilidad de acabar con el dolor emocional, y de este modo te abren la puerta para que disfrutes de tu vida y empieces un nuevo sueño. Si estás interesado, explorar las posibilidades de tu sueño sólo dependerá de ti. Los Cuatro Acuerdos se crearon para que nos resultaran de ayuda en el Arte de la Transformación, para ayudar-nos a romper los acuerdos limitativos, aumentar nuestro poder personal y volvernos más fuertes. Cuanto más fuerte seas, más acuerdos romperás, hasta que llegues a la misma esencia de todos ellos.
Llegar a la esencia de esos acuerdos es lo que yo llamo ir al
desierto. Cuando vas al desierto, te encuentras cara a cara con tus demonios. Una vez has salido de él, todos esos demonios se convierten en ángeles.
Practicar los Cuatro Acuerdos es un gran acto de poder.
Deshacer los hechizos de magia negra que existen en tu mente requiere un gran poder personal. Cada vez que rompes un acuerdo, aumentas tu poder. Para empezar, rompe pequeños acuerdos que requieran un poder menor. A medida que vayas rompiendo esos pequeños acuerdos, tu poder personal irá aumentando hasta alcanzar el punto en el que, finalmente, podrás enfrentarte a los grandes demonios de tu mente.
Por ejemplo, la niña pequeña a la que le dijeron que no cantase tiene ahora veinte años y todavía continúa sin cantar. Un modo de superar su creencia de que su voz es fea es decirse: “De acuerdo, intentaré cantar aunque sea verdad que canto mal”. Entonces, puede fingir que alguien aplaude y le dice “iOh! ¡Lo has hecho de maravilla”. Quizás esto agriete el acuerdo un poco, pero todavía estará allí. Sin embargo, ahora tiene un poco más de poder y coraje para intentarlo de nuevo, y después una y otra vez hasta que, por fin, rompa el acuerdo.
Esta es una manera de salir del sueño del infierno. Pero
necesitarás reemplazar cada acuerdo que te cause sufrimiento y que rompas por uno nuevo que te haga feliz. Así evitarás que el viejo acuerdo vuelva a aparecer. Si ocupas el mismo espacio con un nuevo acuerdo, entonces el viejo desaparecerá para siempre, y su lugar lo ocupará el nuevo.
En la mente existen muchas creencias tan resistentes que
pueden hacer que este proceso parezca imposible. Por ello es necesario que avances paso a paso y que seas paciente
contigo mismo, porque se trata de un proceso lento. El modo en que vives ahora es el resultado de muchos años de domesticación. No puedes pretender que ésta desaparezca en un solo día. Romper los acuerdos resulta muy difícil, porque en cada acuerdo que establecimos pusimos el poder de las palabras (que es el poder de nuestra voluntad).
Para cambiar un acuerdo, necesitamos la misma cantidad de
poder. Es imposible cambiar un acuerdo con un poder menor
del que utilizamos para establecerlo, e invertimos la mayor parte de nuestro poder personal en mantener los acuerdos que tenemos con nosotros mismos. Esto sucede porque, en realidad, nuestros acuerdos son como una fuerte adicción. Somos adictos a nuestra forma de ser, a la rabia, los celos y la autocompasión. Somos adictos a las creencias que nos dicen: “No soy lo bastante bueno, no soy lo suficientemente inteligente. ¿Por qué voy a molestarme en intentarlo? Si otras personas lo hacen es porque son mejores que yo”.
Todos estos viejos acuerdos dirigen nuestro sueño de la vida
porque los repetimos una y otra vez. Por consiguiente, para
adoptar los Cuatro Acuerdos, es necesario que pongas en juego la repetición. Al llevar a la práctica los nuevos acuerdos en tu vida, cada vez podrás hacer más y mejor. La repetición hace al maestro.
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