domingo, 23 de junio de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (10) Esquema evolutivo - 2

Esto me aclara algunas dudas, pero sigo sin comprender esas primeras etapas en las que hablas de chispa vital y encarnación en los reinos mineral, vegetal y animal. ¿Qué es lo que se pretende que aprenda el ser en estas etapas?, ya que parece que el principio espiritual primigenio, la chispa vital, el protoespíritu o como quiera que lo llames, no tenga conciencia de lo que hace.

Igual que le ocurre al recién nacido, aunque el ser espiritual encarnado en las primeras etapas de su evolución no sea consciente ni siquiera de su propia existencia, eso no le impide aprender, y este aprendizaje queda en el espíritu para siempre, de forma que, aunque ocurra de manera inconsciente hasta que el espíritu está más avanzado, cuando inicia una nueva encarnación, no parte de cero, sino con el conocimiento obtenido en la suma de las encarnaciones previas y del periodo entre encarnaciones.

Podréis comprender la evolución espiritual en las primeras etapas tomando como referente el proceso de evolución de las especies. Vosotros mismos situáis el principio de la vida hace miles de millones de años, con la aparición en la Tierra de seres unicelulares que progresivamente fueron ganando en complejidad, de forma que surgió una primera diferenciación entre los reinos animal y vegetal; después, cada reino evolucionó hacia un incremento paulatino de la multiplicidad y complejidad de las formas de vida a partir de formas más simples. Por ejemplo, el reino animal pasó en una primera etapa de los seres unicelulares a pluricelulares. Más tarde aparecieron los vertebrados, entre ellos los peces. De los peces evolucionaron los anfibios, de los anfibios, los reptiles, de los reptiles, las aves y de las aves, los mamíferos, en un proceso que ha durado millones de años. Posteriormente, de los mamíferos más avanzados surgieron los homínidos y de ahí las sucesivas especies de hombres primitivos, que cada vez tenían una capacidad craneal mayor que sus antecesores, desde el Homo habilis, pasando por el hombre de Neandertal, el hombre de Cromañón, hasta llegar al Homo sapiens sapiens actual.

En realidad, todo este proceso evolutivo que ocurre a nivel físico está dirigido desde el mundo espiritual con el objetivo de que los espíritus en evolución encuentren el soporte físico adecuado para desarrollar sus crecientes capacidades, pues necesitan para su progresión experimentar la vida física en todas sus manifestaciones, desde las formas más simples hasta las más avanzadas. Son las entidades espirituales avanzadas las que promueven la aparición de especies más evolucionadas en el mundo físico cuando existe la necesidad de proporcionar a los seres espirituales un vehículo físico más adecuado, que les permita continuar avanzando en su aprendizaje. Estas nuevas especies surgen como modificaciones de las especies ya existentes, para que el proceso de transición del espíritu de una especie a otra sea progresivo y no abrupto.

¿Quieres decir entonces que el ser espiritual ha de encarnar en todas las especies para poder avanzar?

En todas no, porque hay muchas especies que son de nivel equivalente. Pero sí ha de pasar por todos los niveles.

¿Y no puede ocurrir que a medida que los espíritus avancen escaseen los protoespíritus que necesiten encarnar en las especies inferiores? ¿Qué ocurriría entonces con esas especies?

El proceso de creación espiritual no cesa nunca, de manera que siempre existen seres en los diferentes niveles evolutivos que necesitan encarnar en el mundo físico para aprender. Lo que sí es cierto es que en el proceso creativo existen ciclos o etapas de mayor y menor intensidad creadora, de manera que a veces ocurre que se acumulan gran cantidad de espíritus o protoespíritus en una etapa, pero puede haber menos en las etapas anteriores o posteriores, como ocurre con las tasas de natalidad de muchos países, en los que se dan periodos de explosión demográfica alternando con periodos de menor natalidad. Pero todo esto está previsto en el plan cósmico de evolución, y no dudéis que las entidades espirituales superiores que se encargan de dirigirlo conocen perfectamente estas necesidades. Si existe una gran cantidad de seres que están dando simultáneamente el mismo salto evolutivo, pueden determinar la extinción masiva de determinadas especies que no se requieran en determinados momentos, como ocurrió con los dinosaurios, y la aparición y proliferación de nuevas especies evolutivamente más avanzadas.

Según lo que me expones, ¿quieres decir que el espíritu de un animal puede encarnar en un humano?

Como ya he dicho, a medida que el espíritu avanza necesita también la encarnación en un cuerpo material más avanzado, pero no mucho más que su capacidad, ya que quedaría desbordado por la situación, del mismo modo que el estudiante de una escuela de pilotos no comienza su formación yendo directamente a pilotar un avión de pasajeros, sino que inicia su aprendizaje primero con un simulador de vuelo, luego pilota avionetas y solo cuando está preparado se inicia en el pilotaje de aviones grandes. El protoespíritu que ha podido encarnar en un primate, todavía sin libre albedrío completo, aunque ya con bastantes capacidades, tanto de inteligencia como de sentimiento, puede encarnar en un homínido y, a medida que va aprendiendo, irá encarnando en especies con capacidad craneal más adecuada a sus necesidades evolutivas. De manera que el espíritu de un animal acabará evolucionando hasta llegar a ser un espíritu humano, encarnando en algún momento en la especie humana. Pero esto no ocurrirá abruptamente, en una vida inmediata, sino después de un proceso encarnatorio en especies intermedias, de la misma manera que un niño que está en primero de primaria que haya aprobado todas las asignaturas no pasará al curso siguiente a segundo de bachillerato, sino a segundo de primaria, y a medida que vaya superando los cursos posteriores llegará un momento en que cursará segundo de bachillerato.

Y al revés, ¿puede el espíritu de un humano encarnar en animal?

Según lo anteriormente descrito, la encarnación de humanos en animales no es posible, ya que sería un retroceso en la evolución. El espíritu puede estancarse en su evolución, pero no puede involucionar o retroceder a etapas evolutivas que ya tenía superadas, de igual manera que si un alumno no supera los exámenes de un curso no se le desciende a un curso inferior, sino que se le hace repetir al año siguiente el mismo curso.





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