domingo, 4 de agosto de 2019

"Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem (15) La Comunicación con el Mundo Espiritual.

LA COMUNICACIÓN CON EL MUNDO ESPIRITUAL

Perdona que insista, pero ¿no sería mejor para todos tener un recuerdo consciente de cómo funciona el sistema de las reencarnaciones sucesivas para conseguir que los espíritus evolucionen?

La evolución espiritual solo es auténtica cuando ha sido elegida verdaderamente, por decisión propia del espíritu. Si el espíritu fuera consciente en todo momento de la presencia de seres superiores tutelando su progreso, no actuaría libremente, sino condicionado por la presencia de sus guías. Le pasaría igual que al niño que actúa de una forma en presencia de sus padres o sus maestros, por temor o por respeto a estos, mientras que, en su ausencia, actúa de forma diferente, más de acuerdo a como es en realidad, ya que se siente más libre al no haber ningún adulto que lo pueda amonestar si hace alguna travesura. Durante el tiempo que el espíritu está desencarnado en el mundo espiritual, la presencia de los seres superiores tutelares es más manifiesta. La encarnación en el mundo físico en las condiciones a las que os enfrentáis, es decir, sin recuerdos ni manifestaciones evidentes de una supervisión superior, pretende que el espíritu actúe con total libertad, sin ningún tipo de coacción, para que sea él mismo a través de sus propias experiencias el que decida lo que quiere.

¿Quiere decir que uno no puede ser consciente de la realidad espiritual mientras esté encarnado?

Tampoco es eso. Si así fuera no estaríamos hablando tú y yo sobre ello, ya que ahora mismo tú estás encarnado. El que quiera sinceramente profundizar en la realidad espiritual obtendrá las respuestas y la ayuda espiritual que necesita. Mira el ejemplo en ti mismo. Has empezado a hacerte preguntas fundamentales y a buscar sinceramente y vas obteniendo respuestas. Pero la mayoría prefiere mirar hacia otro lado. La gran curiosidad que tenéis por averiguar cómo funciona materialmente el universo es la que os impulsa a realizar descubrimientos científicos cada vez más importantes. También en lo espiritual el espíritu necesita responder a sus interrogantes para sentirse realizado y a través de la búsqueda de las relaciones causa-efecto se van consiguiendo descubrir realidades que permanecían ocultas a simple vista.

¿Y cómo va a suceder eso? ¿Cómo vamos a obtener una respuesta?

El espíritu puede conocer esta realidad espiritual aparentemente oculta cuando pone empeño en profundizar en sí mismo, porque las leyes espirituales están escritas en el espíritu. Hay algo en el espíritu que le permite reconocer lo verdadero de lo falso cuando se le pone enfrente. Ese algo es la voz de la conciencia, la voz del sentimiento, que es cada vez más clara a medida que el espíritu está más evolucionado. Si nos paráramos a escucharla de vez en cuando, obtendríamos muchas respuestas. Pero deberá ser por el propio esfuerzo y voluntad que se vaya logrando conocer la realidad espiritual, que es también la realidad de uno mismo. Por eso hay un proverbio muy antiguo que dice: “Conócete a ti mismo y conocerás el universo”.

Y de esta forma, ¿no se está abandonando al espíritu a su propia suerte, como el niño pequeño que es abandonado por sus padres?

No se le abandona, los espíritus guía siempre están ahí ayudando. Nos sugieren sutilmente las respuestas cuando tenemos preguntas que sinceramente no sabemos resolver. Lo que pasa es que en vosotros mismos existen tantos miedos y tabúes que a vuestros hermanos del mundo espiritual les resulta muy complicado ayudaros, ya que no admitís respuestas que no encajen con vuestros prejuicios y arquetipos.

¿Qué quieres decir?

¿Quieres un ejemplo? Mirad vuestra actitud frente a la muerte. Hoy por hoy, la muerte es un tabú para la sociedad occidental y cada vez que desencarna un espíritu se desata una verdadera tragedia entre los familiares y seres queridos. ¿Y por qué? Porque no queréis ver las evidencias que se os están dando respecto a la supervivencia del espíritu después de la muerte, simplemente porque para explicarlo tendríais que cambiar vuestro paradigma actual. Cuando los espíritus que han pasado al otro plano intentan despedirse y tranquilizar a sus seres queridos manifestándoseles de alguna forma, siempre hay una tendencia a no creer en lo que se vive y percibe, simplemente porque creéis que no es posible, porque no encaja en vuestros esquemas mentales, y la mente le hace creer a uno que se trata de una alucinación motivada por el estado de shock. Por un lado está la influencia de la religión, que ofrece una explicación de la muerte y de lo que viene después basada en obtusos dogmas poco creíbles y no en las evidencias y los testimonios reales, y que opina que cualquier contacto con el mundo espiritual no supervisado por ellos o bien es pura imaginación o, como ocurrió en épocas pasadas, “es cosa del demonio”, alentando el miedo a cualquier contacto con el más allá. Por otro lado, está la ciencia materialista, que solo cree en lo que puede medir con sus aparatos y que se niega a investigar seriamente el tema, obstaculizando al máximo el trabajo de unos pocos, pero valientes investigadores, que han convivido con enfermos terminales y con pacientes que han tenido experiencias cercanas a la muerte, que sí se han atrevido a dar el paso de intentar descorrer el velo. El resultado final es que la gente que está pasando por ese trance y sus seres queridos se encuentran en el más absoluto desamparo emocional, porque no encuentran ninguna explicación creíble ni ninguna esperanza consoladora.

¿Y qué ha que hacerse para recibir ayuda del mundo espiritual?

Es muy fácil. Solo hay que pedirlo. Se trata de intentar enviar un mensaje telepático desde el sentimiento a través del pensamiento al mundo espiritual y esperar a ver qué sucede. Simplemente se trata de exponer lo que a uno le pasa y lo que uno necesita, y pedir ayuda. Los espíritus guía están ahí para captar esos mensajes y actuar en consecuencia. Si lo que pedís lo hacéis de forma sincera, de corazón, y lo hacéis con la intención de lograr vuestra mejora espiritual, no tengáis duda de que obtendréis una respuesta. Esta es la auténtica forma de orar y no el repetir una y otra vez un montón de frases con alabanzas a Dios, Jesús, o la Virgen que no tienen ningún significado ni para vosotros ni para el mundo espiritual.



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