EL PROCESO ENCARNATORIO.
Al principio hemos hablado de lo que ocurría después de la muerte o desencarnación, pero tengo interés en saber más detalles de lo que pasa antes de nacer. ¿Cómo se encarna? Es decir, si el espíritu existe antes del nacimiento, entiendo que hay un principio de su relación con el cuerpo en el que va a encarnar. ¿Cómo y cuándo se incorpora el espíritu al cuerpo del bebé?
Por regla general, el espíritu que va encarnar suele comenzar a visitar a su futura familia incluso antes de la concepción, estimulando las ganas de tener hijos en la madre y el padre. A partir del momento de la concepción, el espíritu se liga al óvulo recién fecundado, y durante la gestación participa en su crecimiento y correcto desarrollo, de forma que este vínculo entre el cuerpo y el espíritu no se rompe hasta el momento en que se produce la desencarnación. Durante la gestación existe un progresivo acoplamiento entre el cuerpo astral del espíritu encarnante y el cuerpo físico del bebé en gestación. El espíritu encarnante comienza a percibir tanto aquello que se le hace al feto como aquello que la madre siente o percibe. Aunque el espíritu ya se ha ligado al cuerpo, conserva todavía bastante libertad de movimiento. Sigue estando en contacto con los amigos y guías del mundo espiritual. Es un periodo de transición en el que el espíritu va y viene constantemente del mundo espiritual al físico y viceversa, en el que se prepara para el nacimiento, se familiariza con los que van a ser sus padres y allegados del mundo físico y se despide de su familia espiritual. Sin embargo, la incorporación del espíritu al cuerpo del bebé se produce por norma general, en el momento del nacimiento.
Ya, pero hay muchas parejas que no desean tener hijos y también se produce una encarnación. ¿Cómo se logra esto?
Estimulando el apetito sexual de los padres e induciéndoles al descuido si toman medidas anticonceptivas.
Por otra parte, hay padres que desean tener hijos y por mucho que lo intentan no se produce la encarnación.
¿Acaso creéis que sois vosotros los que controláis el proceso encarnatorio? Pues os equivocáis. Ya os he dicho que la encarnación depende de los acuerdos preencarnatorios entre espíritus. Hay veces que las personas quieren tener hijos y no pueden, sin que haya ningún impedimento físico. Sin embargo, en otros momentos que no se busca se produce la concepción de manera accidental. De ahí que el refrán popular “nacimiento y mortaja del cielo baja” sea muy acertado. Podéis impedir o retrasar la llegada de un espíritu al mundo. Pero no podréis forzar que venga un espíritu si el mundo espiritual no lo tiene previsto o no lo considera justo atendiendo a criterios espirituales.
Por otra parte, deberíais tener mucha mayor sensibilidad respecto al trato que dais al bebé en gestación, puesto que ya está ligado a él un espíritu que percibe y siente, tanto lo bueno como lo malo. Que se alegra y se siente feliz cuando percibe que se le va a recibir con amor y que sufre cuando percibe que no es bienvenido o se le quiere hacer daño, como cuando se intenta interrumpir el embarazo.
Pues hay personas que están a favor de la interrupción del embarazo porque consideran que es mejor que no nazca un niño cuya madre o padre no lo quiere o no pueden criarlo como es debido, o porque viene con alguna malformación, porque opinan que es traer al mundo un niño para que sufra.
Entonces si el niño ya ha nacido y no desean encargarse de él, por estas mismas razones, ¿considerarían lícito abandonarlo o matarlo?
No, claro. Esto sería un crimen, un acto inhumano, abandonar o matar a un recién nacido.
Entonces, ¿por qué si se considera un crimen después de que el niño salga del vientre, no se tiene la misma opinión cuando el niño está dentro?
Bueno, entiendo que se refieren a abortar antes de que se haya formado el niño, en los primeros meses del embarazo, cuando todavía no se ha formado el feto.
Por lo que expones, entonces el quid de la cuestión se reduce a dirimir cuándo se traspasa el límite entre considerar a la vida en formación un grupo de células y considerarla un niño. ¿Quieres decir que mientras se considera un grupo de células es lícito interrumpirlo y cuando el grupo de células se considera un niño, habría que tomarse en serio el tema de empezar a respetar su vida?
Supongo que es algo así.
Y, según esta forma de pensar, ¿cuándo se traspasa la frontera entre considerar al embrión un grupo de células o un niño? ¿Diez días, un mes, tres meses, cinco meses?
Pues no lo sé. Supongo que cada persona tendrá su propia idea respecto a cuándo considerarlo o no un niño. Tal vez antes de los tres meses no y después sí.
En realidad, los que son partidarios del aborto parten del principio de que la vida humana se inicia con el nacimiento y termina con la muerte, y no tienen muy claro cuándo empezar a considerar al ser en formación un ser humano. Por ello sucede también que estas mismas personas están a favor de la eutanasia en los casos en los que las personas sufren una enfermedad terminal o en casos de incapacidades graves, de no poder moverse, etc. Y esto ocurre porque tienen un concepto materialista de la vida, es decir, solo admiten que exista la vida física e identifican al ser humano con el cuerpo que utiliza para manifestarse en el plano físico. Por ello, desde ese punto de vista, en las primeras etapas de la gestación, cuando las células del embrión todavía no se han diferenciado lo suficiente como para adquirir la forma del bebé, no lo consideran un ser humano y, por tanto, no ven inconveniente en interrumpir el embarazo. Pero desde el punto de vista espiritual, un cuerpo, sea el de un feto, un niño o un adulto, sin el espíritu, no es vida, porque sin el principio espiritual no es posible la vida. La vida es la vida del espíritu y no la del cuerpo en el que se encarna y no es en el desarrollo del cuerpo donde hay que fijar la atención, sino en cuál es el momento en el que el espíritu se liga al desarrollo del embrión, que es cuando empieza a tener vida que, como ya he dicho, es a partir de la concepción. Por lo tanto, a partir de que el espíritu se liga al cuerpo, el interrumpir el embarazo es una vulneración de la libertad del espíritu que va a encarnar.
Ya, pero supongo que es muy difícil que la madre encarnada pueda ver las cosas desde esa perspectiva, teniendo en cuenta el tipo de creencias que se tienen en este mundo, que mayoritariamente no admiten la existencia de la vida antes del nacimiento.
En todo ser humano, y por tanto en toda madre, existe la intuición de cómo se produce el proceso encarnatorio, puesto que este proceso ha sido vivido innumerables veces por cada ser encarnado. La voz de la conciencia nos advierte de que con el aborto estamos vulnerando el libre albedrío del ser que va a encarnar.
Ya, pero también está la libertad de la madre de decidir si quiere tener hijos o no.
Ciertamente. Pero si realmente no quiere tener hijos ha de tomar medidas antes de que aparezca en escena el ser que va a encarnar, es decir, ha de utilizar métodos anticonceptivos para no tener que interrumpir un proceso que ya se ha iniciado.
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