Antes
de empezar esta última entrega de las Casas de la Carta Astral o
Natal, quiero recordar que todo lo que estoy compartiendo desde el 24
de Julio de este año 2017, empezando por El Método Kabaleb y
siguiendo por Astrología Cabalística, pertenecen a lo que enseñó
Kabaleb, y que como explico en ese vídeo del mencionado 24 de Julio,
su hijo ha decidido dar a conocer, siguiendo los deseos de su padre.
La
cuestión es que la última entrega que me han enviado por e-mail,
viene "Protegido", con lo cual entiendo que Tristán Llop
no quiere que se comparta, más que por ellos. Están en su perfecto
derecho.
Si
quieres más información, mira este enlace y contacta con Tristán:
http://elarboldorado.com/programadedesarrollopersonalparatransformartuvida
Casa
VI.
La
Casa VI expresa en la Tierra las potencialidades de Virgo. Dijimos al
estudiar este signo que, por ser el terminal del ciclo de
Tierra, la materia estaba desapareciendo y que
las experiencias a que ha dado lugar deben incorporarse al
nuevo gran ciclo que
ya está próximo.
La
Casa VI recoge esa idea de desprendimiento de algo que formaba
parte de nosotros
mismos y que debe ser incorporado al mundo al que corresponde. La
Casa VI
expresa la Ley de restitución: en nuestro maniobrar humano hemos
contraído deudas
con unos y con otros y al final de un gran ciclo de experiencias,
antes de iniciar
un nuevo ciclo, debemos pagar las deudas contraídas en el
ciclo que termina.
De ahí que la Casa VI sea considerada, astrológicamente, como la
del servicio.
No podremos empezar un nuevo ciclo si antes no hemos restituido al
mundo del
que estamos saliendo lo que debemos y que nos ata a este mundo.
Cada
año el alma humana cubre un mini ciclo, y al transitar el Sol por
nuestra Casa VI
todos deberíamos liquidar las deudas del año. Esto no se
hace, por lo general, de modo
que los servicios no cumplidos se van acumulando, hasta el punto de
que todo avance
es imposible, dado que en nosotros queda algo del mundo del que pretendemos
salir.
Con
el servicio están los servidores, los inferiores, los
elementos que viven en el mundo
que pretendemos dejar por otro más elevado, de modo que en este
sector del horóscopo
vemos el perfil de los que están a nuestro servicio, de aquellos
sobre los que
tenemos mando y autoridad, y que encontraremos en otra vida mandando
sobre nosotros
si no sabemos darles su merecido, renunciando a sus servicios.
En
esta Casa VI están las cadenas que nos atan al pasado y que nos impiden evolucionar.
Si vivimos atentos al contenido de nuestra Casa VI, pagaremos religiosamente
los favores que se nos pidan y que suponen casi siempre una humillación,
ya que para pagar tenemos que descender a un mundo más bajo, tenemos
que inclinar la cabeza, puesto que los que nos pasan factura son
residentes de
ese mundo inferior.
Los
manuales de astrología dicen que en este sector están inscritas las
pequeñas enfermedades
y es natural que sea así porque no podemos perder materia sin producir
un desequilibrio en nuestro estado. Todos los que se encuentran en la
vía de conquista
de la espiritualidad, saben que la fase de salud quebradiza es
ineludible en su
ascenso, mientras no se conquista un nuevo equilibrio a un nivel más
elevado.
Los
aspectos disonantes sobre este sector anunciarán salud precaria,
problemas de salud, enfermedades, retrasos, molestias. Anunciarán
igualmente servidumbre, subordinación
a otras personas, mientras que los buenos aspectos anunciarán dominación
sobre los servidores. Con disonancias la persona tendrá tendencia a creer
que los demás la explotan, que se aprovechan de ella y así pondrá
muchos impedimentos
a la hora de realizar los servicios que le tocan y esto la abocará a
una mala
salud.
Si
un excesivo número de planetas se encuentran situados en la Casa VI,
significará que el tiempo de pagar ha llegado ineluctablemente y la
persona tendrá que saldar sus deudas a la fuerza, lo cual lleva
implícita una disminución de su libertad y una sujeción
a la ley del karma. Tendrá la impresión que se pasa la vida al
servicio de los demás
y que apenas le queda tiempo para ella.
La
Casa VI es una Casa Vav, de exteriorización y actúa bajo la ley de
Binah.
Epílogo.
Las
doce Casas terrestres no son productoras de energía, sino simples
canales de exteriorización
de nuestro potencial. La semilla zodiacal se encuentra viva y activa
en nosotros, convirtiéndonos en pequeños zodiacos portadores de
poder creador.
Nuestro Ego Superior utiliza esas semillas igual que el Dios de
nuestro sistema
solar utilizó las energías zodiacales para construir su universo.
Con
las propiedades zodiacales infusas en nosotros, en nuestro cuerpo
mental, de deseos
y físico, el Ego Superior crea igualmente su pequeño universo y las
doce Casas son
los canales por los que nuestra esencia es derramada al exterior.
Preguntas.
1.-
¿Qué aspectos de la vida rigen cada una de las doce Casas?
2.-
Exponer las conclusiones a las que da lugar la superposición de las
Casas terrestres
que se encuentran en signos de Fuego en tu carta astral.
3.-
Ídem sobre las que se encuentran en signos de Agua.
4.-
ídem en signos de Aire.
5.-
ídem en signos de Tierra.
(Os dejo el link al Canal de Youtube, por si prefieres escucharlo: https://www.youtube.com/watch?v=xIr2U6i2GA0&feature=youtu.be
(A
partir de ahora seguiré compartiendo otro tema que considero
apasionante y fundamental para el ser humano.)
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