domingo, 10 de diciembre de 2017

Madeleine 20.-

Perdonar no es olvidar.
Incluso es mejor que no olvides nunca las lecciones aprendidas.

Cuando aparece el perdón de forma natural
es porque has conseguido comprender,
o porque conseguiste ponerte en el lugar del otro,
e incluso agradecerle lo que hizo,
porque aprendiste y ascendiste.

El que te hirió, fue un agresor, incluso fue ignorante,
pero fue también tu maestro.
Confía en las experiencias. Tienen un sentido.
Ignora el dolor. Es incomprensión.
El rencor, también.

Cuando conviví con mi amado,
pude ver a diario como practicaba el perdón
con centenares de personas que no aprobaban sus actitudes.
El entorno no era fácil, como tampoco lo es ahora;
no estáis en una época cómoda, aunque lo parezca.
Y esta es la mejor época realmente para practicar el verdadero perdón.

Fue precisamente la práctica diaria de mi amado,
su constancia y su coherencia con el perdón,
con la comprensión y con el amor,
lo que a mí más me tocó el alma;
y lo que me convenció de su grandeza.

Fue de sus actos de lo que más aprendí a amar, no de sus palabras.
Ser coherente con el Amor no es fácil, pero es posible.

(De "Palabras de Magdalena para el 2010" de Marta Povo. Tan vigentes como entonces). 



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