Los
Misterios de la Obra Divina Bloque 3 .
Seguimos
adelante con el apasionante relato de la Creación, en el que se
detalla el recorrido que sigue el alma humana y las peripecias que
debe vivir para pasar de encarnación en encarnación y rellenar su
cartilla de información para el “Jefe”, el Ego Superior. De esta
forma nos preparamos para Crear.
Recuerda,
como siempre, seguir el CCA: CONOCER, COMPRENDER Y APLICAR.
A
continuación compartimos un poco más de información sobre nuestro
sistema evolutivo. Trata de asimilarla bocado a bocado, sin prisa,
como quien saborea una maravillosa taza de té chino.
1.
Capítulo XI - Tercera prueba: la “buena
intención”.
El
alma humana está realizando un viaje. El
paso por cada una de las regiones le impone un peaje y su pago
implica un buceo sin escafandra, a menudo poco agradable, a las
zonas oscuras de las emociones. Allí se encontrará con los
recuerdos de su ex pareja, de la madre con la que nunca pudo
reconciliarse, con personajes infravalorados, o tal vez con un hijo
al que se negó a engendrar.
Desprovistos
de la segunda carcasa, pasamos a la tercera Región, la de los
Anhelos, para consumir el tercero de nuestros envoltorios. Se
desarrolla de nuevo la película de la vida pasada, para visionar
los efectos de los antojos injustos. Se trata de los
perjuicios causados sin intención consciente. (De
ahí la NECESIDAD de hacerme conSciente cada vez más de lo que estoy
experimentando).
En
esta Región viven con mucha intensidad los escritores, los cuales
pueden contemplar los efectos negativos de sus escritos sobre el
público al que iban dirigidos; los editores de pornografía, de
historias violentas, los que fabrican papel para esos editores, los
que lo imprimen, los que lo venden; los propietarios de cotos
cerrados, que reciben el impacto de la cólera de quienes se vieron
privados de gozar de la naturaleza; los políticos que nos embarcaron
en guerras, los que prometieron cosas que luego nunca cumplieron; los
que han sido, en general, causantes de un mal indirecto, allí pueden
tomar conciencia de sus errores.
El
mal que se realiza sin intención o con lo que llamamos “buena
intención” es un gran productor de futuras pequeñas injusticias,
marginaciones, pobreza, pequeñas enfermedades (o grandes), vida
áspera, difícil.
Es
muy importante meditar sobre este punto, ya que el
error, cuando salta a la vista, se puede eliminar fácilmente con un
acto de voluntad. Pero cuando aparece enmascarado, cuando está
protegido por las leyes sociales y hasta se le viste con papel de
celofán y lazos de colores, entonces una
persona puede vivir o actuar de forma errónea toda una vida sin
enterarse. (O sin quererse enterar, que es otra cuestión). Son notorios los casos de grandes
errores cometidos con la mejor intención. Por ejemplo, cuando
vemos al marido de una amiga dándole un beso a una mujer en la
calle. A menudo nos sentimos inclinados a llamar sin demora a la
amiga para contarle lo sucedido, con el riesgo de generar una
discusión en la pareja o algo mayor, cuando desconocemos lo
sucedido. (Lo de PRE-JUZGAR se nos da la mar
de bien)
PARA
PODER EMITIR UN DICTAMEN ES PRECISO DISPONER DE MUCHOS DATOS,
por eso los jueces instruyen el sumario de cada una de sus causas con
la información que pueden recabar de las partes en litigio. E
incluso así se equivocan.
La
actitud “correcta” cuando una persona nos cuenta un problema, por
ejemplo, es consolar, escuchar, dejar que se desahogue y dar nuestra
opinión si la requiere, pero especificando que nadie podía
colocarse en su lugar y decidir por ella. Mostrar apoyo a la
decisión que tome, pero sin aconsejarle sobre una vivencia ajena a
nosotros. Puede parecer que intentamos evitar el compromiso, pero lo
que se debe evitar es caer en el error de
pretender que uno tiene la ciencia infusa y que debido a que expresa
sus opiniones con “buena intención” queda libre de toda
responsabilidad. (Algo que se nos
suele dar muy bien)
Fijémonos
en ese mandatario que atacó militarmente a otro país con los únicos
argumentos de estar luchando contra las fuerzas del mal y la legítima
defensa. Él estaba seguro de actuar por el bien de su país, e
incluso del mundo. Podríamos pues decir que actuó con “buena
intención.” Pero analicemos los resultados y pensemos en las
víctimas.
Quienes
se manifiestan contra las guerras actúan también con “buena
intención.” Entonces, ¿a quién le damos la razón? ¿Aconsejamos
a los manifestantes que apoyen las guerras contra “el mal”?
¿Aconsejamos a los mandatarios que dialoguen para la paz? ¿Sugerimos
a las víctimas que se conviertan en el eje del bien? Resulta muy
complicado. Tal vez sea preferible que cada uno
tome sus propias decisiones y cargue con ellas. Tal vez
convenga recordar las palabras de Teresa de Calcuta: “NO
ME LLAMÉIS PARA MANIFESTARME EN CONTRA DE LA GUERRA, SINO A FAVOR DE
LA PAZ” (Yo también digo: NO me llames para destruir nada, sino para CONSTRUIR algo nuevo).
Tal
vez sea preferible evitar los consejos y dejar de pretender que
nuestras opiniones sean vinculantes, sino sólo una
información destinada a enriquecer la base de datos del
interlocutor.
Por
otro lado, deberíamos fijar también nuestra
atención sobre las omisiones, aquello que pudimos haber realizado,
los propósitos incumplidos; pensar en cómo fueron
interpretadas nuestras palabras. Cada uno comprende las cosas a su
manera y una palabra puede causar estragos en
una mente incapaz de asimilarla. ES PRECISO MEDITAR SOBRE LAS
POSIBLES DERIVACIONES DE CADA ACTO.
El
tránsito por las tres Regiones inferiores del mundo de Deseos es
obligado para todos aquellos que, en la composición de sus cuerpos
de deseos, llevan materia – átomos sutiles sombríos-
correspondiente a la densidad de dichas regiones. Pero, como ya hemos
comentado, este tránsito puede evitarse si todos los días, al
acostarnos, realizamos el ejercicio de RETROSPECCIÓN.
Esas
tres Regiones del mundo de Deseos forman el núcleo del área
purgatorial, donde el individuo puede
permanecer alrededor de un tercio del tiempo que ha vivido en su
cuerpo físico. Es un cálculo aproximado en tiempo de la
tierra, porque en el mundo de Deseos ni existen
el tiempo ni el espacio. En concreto, una persona que hubiese
vivido noventa años, podría permanecer en esas Regiones inferiores
alrededor de treinta años. Pero todo ello es
muy relativo porque también depende del nivel evolutivo de la
persona.
El trabajo que se realiza en ellas es muy importante
ya que la persona adquirirá fuerza de carácter, conciencia de los
errores. Y en una próxima vida, aun sin recordar las anécdotas de
su existencia anterior, gracias a la conciencia adquirida, evitará
caer en los mismos errores.
Durante
el sueño.
Esas
Regiones también son visitadas por las almas de los vivos durante el
sueño. Aunque cada ser humano "flota", por así decirlo, a
la altura espiritual que constituye su nivel medio, por ejemplo, las
personas que emiten vibraciones de odio, permanecen en esos bajos
parajes en su tránsito nocturno.
(OJO AL DATO)
Las
que viven a un nivel elevado también van a parar allí cuando sus
actitudes, durante el día, han hecho que bajara la frecuencia
vibratoria de su organismo. Ese descenso puede producirlo la
ingestión excesiva de alcohol, de tabaco, de toxinas, el exceso de
comida e incluso algunos tipos de actividad sexual, pero también
emociones sombrías o visualizar películas violentas. Cuando
el ser humano comete abusos, se encuentra por la noche en esas
Regiones, lo cual produce pesadillas y sueños terroríficos que
llevan a la persona a despertarse cansada y angustiada. Allí los
sueños son en blanco y negro. (Una
vez más la importancia de lo que se ve en la tv, se escucha, se comenta ... y
los sentimientos que ello genera)
Después
de haber soltado esta tercera piel que envuelve nuestro cuerpo de
deseos, seguimos el trayecto para llegar a la cuarta Región, llamada
de los Sentimientos, es una región neutra. Está reservada a los
indiferentes, a quienes pasaron por la vida sin hacer el mal, pero
que tampoco hicieron ningún bien y se
limitaron a cumplir con su deber, con las reglas, con las normas, sin
participar jamás de forma activa en nada, sin militar en
ningún partido, sin abrigar creencias, sin una sola gota de fe. Son
los TIBIOS. (Yo digo que "se
sientan a ver pasar la vida delante de ellos, sin participar).
Esta
clase de personas permanece en la cuarta región durante siglos,
llevando una vida aburrida y sin horizonte, impermeables a todo
aprendizaje exterior, creyendo con firmeza que aquello va a terminar
con una muerte definitiva y sin beneficiarse con la adquisición de
experiencia alguna.
Terminada
la estancia en las Regiones inferiores, la persona pasa a las tres
Regiones superiores del mundo de Deseos, conocidas en conjunto con el
nombre de PRIMER CIELO.
Podríamos
imaginar las tres pruebas en las bajas regiones del mundo de Deseos
como quien empieza a quitarse la ropa y percibe una sensación de
ligereza, de agilidad, de ingravidez. Los problemas son como un fardo
que adhiere a nuestros cuerpos, como pesados abrigos que dan
sensación de carga, de obligación, de ahogo. Quizá fuera posible
desprenderse de ellos con más facilidad,
APEGÁNDONOS MENOS A VALORES TRANSITORIOS, A COSAS QUE CARECEN DE
IMPORTANCIA. (Es que, lo del APEGO, Corazones, es fundamental para vivir de otra manera, o así lo siento).
Preguntas:
1.
¿Qué sucede en la Región de los Anhelos?
2.
¿Qué puede generar la llamada “buena intención”?
3.
¿Cuál es la actitud correcta cuando alguien nos explica un
problema?
4.
¿Recuerda una ocasión en que tus palabras fueron malinterpretadas y
cuál fue el resultado.
5.
En la vida diaria, ¿es mejor situarse en un nivel vibratorio alto o
bajo y por qué?
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