miércoles, 6 de septiembre de 2017

Método Kabaleb – 17: La "Buena Intención" y "Los Sueños".

Los Misterios de la Obra Divina Bloque 3 .
     Seguimos adelante con el apasionante relato de la Creación, en el que se detalla el recorrido que sigue el alma humana y las peripecias que debe vivir para pasar de encarnación en encarnación y rellenar su cartilla de información para el “Jefe”, el Ego Superior. De esta forma nos preparamos para Crear.
     Recuerda, como siempre, seguir el CCA: CONOCER, COMPRENDER Y APLICAR.
     A continuación compartimos un poco más de información sobre nuestro sistema evolutivo. Trata de asimilarla bocado a bocado, sin prisa, como quien saborea una maravillosa taza de té chino.
1. Capítulo XI - Tercera prueba: la “buena intención”.
     El alma humana está realizando un viaje. El paso por cada una de las regiones le impone un peaje y su pago implica un buceo sin escafandra, a menudo poco agradable, a las zonas oscuras de las emociones. Allí se encontrará con los recuerdos de su ex pareja, de la madre con la que nunca pudo reconciliarse, con personajes infravalorados, o tal vez con un hijo al que se negó a engendrar.
     Desprovistos de la segunda carcasa, pasamos a la tercera Región, la de los Anhelos, para consumir el tercero de nuestros envoltorios. Se desarrolla de nuevo la película de la vida pasada, para visionar los efectos de los antojos injustos. Se trata de los perjuicios causados sin intención consciente. (De ahí la NECESIDAD de hacerme conSciente cada vez más de lo que estoy experimentando).
     En esta Región viven con mucha intensidad los escritores, los cuales pueden contemplar los efectos negativos de sus escritos sobre el público al que iban dirigidos; los editores de pornografía, de historias violentas, los que fabrican papel para esos editores, los que lo imprimen, los que lo venden; los propietarios de cotos cerrados, que reciben el impacto de la cólera de quienes se vieron privados de gozar de la naturaleza; los políticos que nos embarcaron en guerras, los que prometieron cosas que luego nunca cumplieron; los que han sido, en general, causantes de un mal indirecto, allí pueden tomar conciencia de sus errores.
     El mal que se realiza sin intención o con lo que llamamos “buena intención” es un gran productor de futuras pequeñas injusticias, marginaciones, pobreza, pequeñas enfermedades (o grandes), vida áspera, difícil.
     Es muy importante meditar sobre este punto, ya que el error, cuando salta a la vista, se puede eliminar fácilmente con un acto de voluntad. Pero cuando aparece enmascarado, cuando está protegido por las leyes sociales y hasta se le viste con papel de celofán y lazos de colores, entonces una persona puede vivir o actuar de forma errónea toda una vida sin enterarse. (O sin quererse enterar, que es otra cuestión). Son notorios los casos de grandes errores cometidos con la mejor intención. Por ejemplo, cuando vemos al marido de una amiga dándole un beso a una mujer en la calle. A menudo nos sentimos inclinados a llamar sin demora a la amiga para contarle lo sucedido, con el riesgo de generar una discusión en la pareja o algo mayor, cuando desconocemos lo sucedido. (Lo de PRE-JUZGAR se nos da la mar de bien)
     PARA PODER EMITIR UN DICTAMEN ES PRECISO DISPONER DE MUCHOS DATOS, por eso los jueces instruyen el sumario de cada una de sus causas con la información que pueden recabar de las partes en litigio. E incluso así se equivocan.
     La actitud “correcta” cuando una persona nos cuenta un problema, por ejemplo, es consolar, escuchar, dejar que se desahogue y dar nuestra opinión si la requiere, pero especificando que nadie podía colocarse en su lugar y decidir por ella. Mostrar apoyo a la decisión que tome, pero sin aconsejarle sobre una vivencia ajena a nosotros. Puede parecer que intentamos evitar el compromiso, pero lo que se debe evitar es caer en el error de pretender que uno tiene la ciencia infusa y que debido a que expresa sus opiniones con “buena intención” queda libre de toda responsabilidad. (Algo que se nos suele dar muy bien)
     Fijémonos en ese mandatario que atacó militarmente a otro país con los únicos argumentos de estar luchando contra las fuerzas del mal y la legítima defensa. Él estaba seguro de actuar por el bien de su país, e incluso del mundo. Podríamos pues decir que actuó con “buena intención.” Pero analicemos los resultados y pensemos en las víctimas.
     Quienes se manifiestan contra las guerras actúan también con “buena intención.” Entonces, ¿a quién le damos la razón? ¿Aconsejamos a los manifestantes que apoyen las guerras contra “el mal”? ¿Aconsejamos a los mandatarios que dialoguen para la paz? ¿Sugerimos a las víctimas que se conviertan en el eje del bien? Resulta muy complicado.      Tal vez sea preferible que cada uno tome sus propias decisiones y cargue con ellas. Tal vez convenga recordar las palabras de Teresa de Calcuta: “NO ME LLAMÉIS PARA MANIFESTARME EN CONTRA DE LA GUERRA, SINO A FAVOR DE LA PAZ” (Yo también digo: NO me llames para destruir nada, sino para CONSTRUIR algo nuevo).
     Tal vez sea preferible evitar los consejos y dejar de pretender que nuestras opiniones sean vinculantes, sino sólo una información destinada a enriquecer la base de datos del interlocutor.
     Por otro lado, deberíamos fijar también nuestra atención sobre las omisiones, aquello que pudimos haber realizado, los propósitos incumplidos; pensar en cómo fueron interpretadas nuestras palabras. Cada uno comprende las cosas a su manera y una palabra puede causar estragos en una mente incapaz de asimilarla. ES PRECISO MEDITAR SOBRE LAS POSIBLES DERIVACIONES DE CADA ACTO.
     El tránsito por las tres Regiones inferiores del mundo de Deseos es obligado para todos aquellos que, en la composición de sus cuerpos de deseos, llevan materia – átomos sutiles sombríos- correspondiente a la densidad de dichas regiones. Pero, como ya hemos comentado, este tránsito puede evitarse si todos los días, al acostarnos, realizamos el ejercicio de RETROSPECCIÓN.
     Esas tres Regiones del mundo de Deseos forman el núcleo del área purgatorial, donde el individuo puede permanecer alrededor de un tercio del tiempo que ha vivido en su cuerpo físico. Es un cálculo aproximado en tiempo de la tierra, porque en el mundo de Deseos ni existen el tiempo ni el espacio. En concreto, una persona que hubiese vivido noventa años, podría permanecer en esas Regiones inferiores alrededor de treinta años. Pero todo ello es muy relativo porque también depende del nivel evolutivo de la persona
     El trabajo que se realiza en ellas es muy importante ya que la persona adquirirá fuerza de carácter, conciencia de los errores. Y en una próxima vida, aun sin recordar las anécdotas de su existencia anterior, gracias a la conciencia adquirida, evitará caer en los mismos errores.

Durante el sueño.
     Esas Regiones también son visitadas por las almas de los vivos durante el sueño. Aunque cada ser humano "flota", por así decirlo, a la altura espiritual que constituye su nivel medio, por ejemplo, las personas que emiten vibraciones de odio, permanecen en esos bajos parajes en su tránsito nocturno. (OJO AL DATO)
     Las que viven a un nivel elevado también van a parar allí cuando sus actitudes, durante el día, han hecho que bajara la frecuencia vibratoria de su organismo. Ese descenso puede producirlo la ingestión excesiva de alcohol, de tabaco, de toxinas, el exceso de comida e incluso algunos tipos de actividad sexual, pero también emociones sombrías o visualizar películas violentas. Cuando el ser humano comete abusos, se encuentra por la noche en esas Regiones, lo cual produce pesadillas y sueños terroríficos que llevan a la persona a despertarse cansada y angustiada. Allí los sueños son en blanco y negro. (Una vez más la importancia de lo que se ve en la tv, se escucha, se comenta ... y los sentimientos que ello genera)
     Después de haber soltado esta tercera piel que envuelve nuestro cuerpo de deseos, seguimos el trayecto para llegar a la cuarta Región, llamada de los Sentimientos, es una región neutra. Está reservada a los indiferentes, a quienes pasaron por la vida sin hacer el mal, pero que tampoco hicieron ningún bien y se limitaron a cumplir con su deber, con las reglas, con las normas, sin participar jamás de forma activa en nada, sin militar en ningún partido, sin abrigar creencias, sin una sola gota de fe. Son los TIBIOS. (Yo digo que "se sientan a ver pasar la vida delante de ellos, sin participar).
     Esta clase de personas permanece en la cuarta región durante siglos, llevando una vida aburrida y sin horizonte, impermeables a todo aprendizaje exterior, creyendo con firmeza que aquello va a terminar con una muerte definitiva y sin beneficiarse con la adquisición de experiencia alguna.
     Terminada la estancia en las Regiones inferiores, la persona pasa a las tres Regiones superiores del mundo de Deseos, conocidas en conjunto con el nombre de PRIMER CIELO.
     Podríamos imaginar las tres pruebas en las bajas regiones del mundo de Deseos como quien empieza a quitarse la ropa y percibe una sensación de ligereza, de agilidad, de ingravidez. Los problemas son como un fardo que adhiere a nuestros cuerpos, como pesados abrigos que dan sensación de carga, de obligación, de ahogo. Quizá fuera posible desprenderse de ellos con más facilidad, APEGÁNDONOS MENOS A VALORES TRANSITORIOS, A COSAS QUE CARECEN DE IMPORTANCIA. (Es que, lo del APEGO, Corazones, es fundamental para vivir de otra manera, o así lo siento).

Preguntas:
1. ¿Qué sucede en la Región de los Anhelos?
2. ¿Qué puede generar la llamada “buena intención”?
3. ¿Cuál es la actitud correcta cuando alguien nos explica un problema?
4. ¿Recuerda una ocasión en que tus palabras fueron malinterpretadas y cuál fue el resultado.

5. En la vida diaria, ¿es mejor situarse en un nivel vibratorio alto o bajo y por qué? 


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