miércoles, 27 de septiembre de 2017

Método Kabaleb 26: Cita con el Ego.- Ego Superior, Alma y Átomo Germen

Capítulo XV - Cita con el Ego.
     Las tres Regiones superiores del mundo del Pensamiento se conocen con el nombre de Región del Pensamiento Abstracto. (Recuerdo: diferente del pensamiento concreto)
     La quinta región contiene la Idea-Germen del deseo y de las emociones en los animales y en el ser humano. La sexta contiene la Idea-Germen de la vida vegetal, animal y humana. La séptima contiene la Idea-Germen de la forma mineral, vegetal, animal y humana. (También recuerdo que no intentes aprender de memoria conceptos que pueden resultarte un tanto ... complicadillos. Quédate con lo que entiendas. Cuando llegue su momento, entenderás el resto).
     Esas son Regiones sin formas determinadas, todo es magma vivo, luminoso, puro soplo creador. Allí reside nuestro Ego Superior.
     El Ego Superior es nuestro Yo espiritual, el Yo creador, el que ostenta todos nuestros poderes, es el centro de la conciencia, Jung le llamó el centro de gravedad del ser, es la chispa divina emanada del Dios Creador de nuestra galaxia. Los cuerpos que poseemos: el físico, el de deseos y el mental, son meros vehículos del Ego divino, utilizados para la adquisición de experiencias que, con la disolución de esos cuerpos, se incorporan a ese Ego divino, que es como el disco duro central, la parte inmortal de nuestro ser.
     La esencia creadora -o Dios- puede ser comparada con una bengala, como ya explicamos antes, que al entrar en contacto con el fuego despide un reguero de chispas. O bien con una gran vela gracias a la cual se encenderían millones de velas. Esas chispas o velitas se desprendieron de la esencia creadora en el inicio de la Creación y fueron lanzadas al torrente de la evolución. Mediante un largo y
minucioso proceso, cada una de esas chispas fue reuniendo átomos para formar sus cuerpos recogedores de experiencias, el mental, el emotivo y el físico. El trazo que queda en nosotros de esa chispa primigenia y que es a la vez el embajador plenipotenciario de Dios en el hombre, es lo que llamamos el Ego Superior, personalidad divina o trascendente, es nuestro Dios interno. Es el director general de las entidades física, emotiva o mental, el que dirige desde nuestro interior. (Vuelvo a recordar que nosotros: yo, tu, él ... Todos somos esas chispas divinas).

Ego Superior, Alma y Átomo Germen.
     En ocasiones se produce una cierta confusión entre los conceptos de Ego Superior, alma y Átomo Germen. Vamos a tratar de aclararlos. Imaginemos que el Átomo Germen es como una semilla, que va recogiendo las propiedades de la fruta que la contiene y que al final volverá a ser plantada (antes lo comparamos a un disco duro).
Pensemos en el alma como en un ministro que ejerce en nombre de su presidente cuando éste se lo indica, se retira (de los cuerpos) y le resume todo lo acontecido durante su mandato (es como el ordenador que contiene los discos duros).
     En lo que se refiere al Ego Superior, siempre ha existido una cierta dificultad en comprender su naturaleza exacta y su función en nuestra evolución (diremos que es el dueño del ordenador). Los Egos fueron primero chispas divinas separadas del cuerpo de la divinidad, arrojadas del mundo de Dios para evolucionar en un espacio separado que conocemos con el nombre de mundo de los espíritus vírgenes. El objetivo de esa separación era asegurar la continuidad de la Creación en ulteriores periodos. El Dios de nuestra galaxia debía asegurar una cantera de entidades divinas para cuando él se retirara, en el séptimo Día de la Creación, a realizar tareas más elevadas.
     Era preciso que una parte de sí mismo descendiera a territorios jamás hollados por la divinidad, que se fuera al extranjero, como suele decirse en el lenguaje iniciático cuando el candidato se dirige al país de la oscuridad. (Reconozco que no conocía esa expresión, como siempre una comparación muy acertada).
     Se sabe que el progreso de la vida tiene lugar en dos etapas. La primera es la Involución: el descenso hacia mundos de densidad creciente para recoger experiencias a través de la experimentación (lo que la ciencia llamaría el Big Bang). La segunda etapa es la Evolución (también llamado Big Crunch): el regreso a la unidad universal, el desapego, la espiritualización, la comunión con Dios. (Reflexiono: interesante, sin involución no hay evolución, ni vice-versa: "Hombre conócete a ti mismo y conocerás el Universo y los dioses" estaba en el frontispicio del Templo de Delfos, donde acudían a preguntar acerca de su vida. Seguimos buscando fuera lo que tenemos dentro).
     Una vez la etapa de Evolución haya finalizado, la vida que ha conquistado la omnisciencia ya nunca podrá descender, y tampoco le apetecería hacerlo, puesto que
su interés se centrará en comprender el funcionamiento, la vida que se desarrolla en los planos cósmicos hasta llegar al Ser Supremo. Pero como todo progreso entraña sacrificio, lo cual es una realidad a todos los niveles, la vida divina, para poder progresar, se ve obligada a crear nuevas unidades vitales y a separarlas de sí misma. Esas unidades podrán descender, en su Involución, a mundos más profundos, produciendo sus propias experiencias. (Aclaro que la etimología de sacrificio es "hacer sagradas las cosas, honrarlas" y no significado que le damos en el lenguaje coloquial).
     Una pregunta muy formulada es: ¿Por qué el progreso siempre tiene que entrañar sacrificio? Por la misma razón que un globo para elevarse necesita soltar lastre. Pongamos que una persona se enfada con una amiga. Para superar esa situación, se presentan dos opciones: la primera que la amiga pida perdón y el otro la disculpe; la segunda es elevarse por encima del problema, es decir, que seamos capaces de valorar las circunstancias desde un punto de vista más amplio. Pero al aceptar esa visión estamos renunciando a una parte de lo que llamamos tener razón, en cierto modo nos estamos sacrificando para alcanzar un objetivo superior: la reconciliación. Conviene recordar que la palabra sacrificio viene de “sacro facere”, hacer lo sagrado. (Vaya, no lo había leído aún. Se me ocurre que aquí, lo que entendemos por sacrificio, tiene que ver y mucho con los apegos).
     Esta es la historia de los espíritus virginales. Para Dios, crearlos era una necesidad. Estas chispas divinas que somos nosotros, una vez diferenciadas del cuerpo de Dios, por poseer todos los atributos de la divinidad creadora, empezaron a sentir hambre de conocimiento y éste fue el principio de nuestro desarrollo.
     En los comienzos, toda la oleada de espíritus virginales éramos iguales. La diferenciación empezó al individualizarnos como seres humanos. La técnica de ese descenso consistió en crear vehículos en cada uno de los mundos en los que se deseaba organizar la vida, a fin de que ellos aportaran sus experiencias al Ego divino, el cual permanecería en los mundos superiores conservando su plena lucidez. Estas experiencias tenían un sentido si eran vertidas a una personalidad superiorsusceptible de valorarlas y utilizarlas. En cambio, si esa personalidad hubiese descendido a su vez, confundiéndose con los avatares materiales, ¿a quién hubiesen aprovechado sus experiencias? (Buena pregunta).
     Así, al vivir nuestros cuerpos experiencias personales y al ser éstas transmitidas a nuestra virginal parcela divina, ésta empezó a diferenciarse de las demás, ya que unas sabían unas cosas y otras sabían otras. Los espíritus vírgenes dejaron de serlo para convertirse en Egos, detentores de las mismas potencialidades, por ser todos divinos, pero con conocimientos diferentes.
     Desde su formación como Espíritu Virgen, diferenciado de Dios en el Primer Día de la Creación, el Ego permaneció en esferas que se conocen con el nombre de:
Mundo del Espíritu Divino
Mundo del Espíritu Vital
Mundo del Espíritu Humano
     El mundo del espíritu humano corresponde a las Regiones superiores del mundo del Pensamiento. Cuando nuestro cuerpo físico adquirió el punto deseado de madurez, el Ego descendió hasta él para ejercer su Voluntad. Cuando los tres cuerpos mueren, los átomos-gérmenes respectivos son depositados en el Ego. Esta entrega tiene lugar en la región limítrofe que separa la parte inferior del mundo del Pensamiento de la parte superior.
     De esta forma, después de cada vida en la Tierra, los átomos-gérmenes de los tres cuerpos, físico, de deseos y mental, descargan su contenido experimental en el Ego, que aumenta así su caudal de sabiduría. (Para evitar repeticiones de aquí en adelante hablaremos simplemente de “Ego” pero teniendo en cuenta que Kabaleb se refiere al Ego Superior, no al Ego personal).
     A su vez el Ego aporta a los sucesivos cuerpos que va formando la iluminación adquirida en las esferas en que reside, las del triple Espíritu: divino, vital y humano, uniendo de esta forma el saber del cielo al de la tierra. (Que digo yo que es nuestra misión: unir el cielo con la tierra). 

Aquí te dejo en enlace al vídeo de youtube, por si prefieres escucharlo:
https://www.youtube.com/watch?v=zGAQ3iFNPxQ&feature=youtu.be 








No hay comentarios:

Publicar un comentario