2.
Capítulo XII - El primer cielo.
Como
hemos dicho más arriba, el alma transita por la cuarta Región,
en la cual solo
permanecerán los “tibios”, aquellos
que quisieron estar siempre en medio, sin
“mojarse”,
en una posición cómoda, los que tienen por costumbre eludir sus responsabilidades;
los que pretenden que otro decida por ellos; los que siempre se quejan
sin proponer cambio alguno.
Los
demás atravesarán esta cuarta Región como una exhalación, se desgajarán de la capa correspondiente y seguirán hacia la quinta
Región, llamada: Vida del alma.
Quinta
región.
En
la quinta Región del mundo de Deseos el alma visualiza de nuevo el
panorama de su vida anterior, pero en los
aspectos positivos. Allí
podemos contemplar el bien
que
hemos practicado y sentir la gratitud, el afecto, el amor que hemos
inspirado en los
demás. La fuerza de atracción, activa en estas zonas, incorpora a
nuestra conciencia
ese bien derramado en nuestro paso por la tierra. (Realmente el
Alma realiza un Gran Viaje cuando se va al otro barrio).
Sexta
región.
Una
vez realizada la incorporación a la conciencia de las buenas
acciones pasadas, a fin de fortalecerla e impulsarla a obrar con
corrección en un futuro, el alma penetra en la sexta Región. Allí
puede vivir en un clima de felicidad
sin precedentes durante mucho
tiempo. En esa Región podrá edificar su casa. El material
deseo es extremadamente
moldeable y la imaginación bastará para
convertir ese material en el
hogar con el que uno ha soñado siempre. (Repito que lo del "tiempo" NO es nuestro tiempo terrícola).
En
las altas Regiones del mundo de Deseos abundan el color, la luz, las
flores, por lo tanto, allí el alma podrá imaginar suntuosos
jardines con todo tipo de flores exóticas. Y
en esa morada podrá vivir con los seres que ha querido, con los que
la han estado esperando
y con los que vendrán más tarde, cuando su tiempo de vida física
se haya cumplido
totalmente. (Uuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaauuuu suena genial ¿no? Todos nos vamos a querer ir a esta Sexta Región. 😃)
En
esta sexta Región, las personas se reúnen según sus afinidades
colectivas, de modo
que se juntan las almas de quienes, en la tierra, estaban unidos por
un común modo
de sentir. Además de la mansión del amor, es también la de la
amistad. Y cuanto
más dura ha sido la vida que se ha dejado, más alta es la felicidad
que se experimenta
en esa auténtica tierra prometida. (Tiene toda la pinta de ser una Tierra Prometida, un Edén).
En
un orden práctico, en nuestra vida en la tierra, diríamos que en el
momento en el cual la persona, a través de los
cambios que realiza en su vida, consigue emerger de las
zonas oscuras, cuando su personalidad ha
quemado toda la materia que pertenece a
las regiones inferiores (emociones oscuras, problemas),
entonces actúa con los
materiales
procedentes de las tres superiores. Cuando esto ocurre, sus asuntos
en el mundo
físico tienen que dar sus frutos, porque la fuerza de atracción
reinante en esas
regiones la pondrá en contacto con gente que trabaja en la
complementación de su
idea. Es posible que el éxito tarde un poco en producirse, en caso
de que la persona
haya acumulado karma. Pero si persistimos en la
acción positiva, nuestro propio
impulso movilizará voluntades afines de gentes aún por conocer, que
se presentarán
de pronto ante nosotros para proponernos llevar a cabo aquello por lo cual
estamos luchando. (¡Esa palabra habría que
cambiarla por otra ...)
Eso
significa que si conseguimos quemar
las emociones y pensamientos sombríos
hacia nosotros mismos o hacia el mundo que nos rodea, habremos
dado un
gran paso. También conviene superar
apegos, miedos, inseguridades; subir nuestro
nivel de autoestima (algo tan y tan
necesario, sobre todo en las mujeres que históricamente hemos sido
las grandes olvidadas, las grandes ninguneadas), alejarnos
del derrotismo y del pesimismo. Si
superamos estos impedimentos, nuestra vida cambiará y los
problemas hallarán fácil solución.
Es
evidente que estos cambios no se pueden realizar en un solo día,
pero si empezamos
por tomar conciencia de la necesidad de aplicar unos
parámetros distintos
a nuestra vida (IMPORTANTE LO DE TOMAR CONCIENCIA),
tendremos posibilidades de obtener éxitos espectaculares. (El ser
humano es muy dado a decir "Es que es muy difícil ..., Es que no puedo..., Es que ..."""
y quedarnos donde estamos por miedo sobre todo a lo desconocido.
Desde mi experiencia personal lo nuevo siempre, siempre, siempre, es
mejor que lo conocido. Otra cuestión sobre la que quiero hacer una
reflexión: muchas personas creen que cuando se muere, se hace el
tránsito, desencarna -como cada uno le quiera llamar- se va
DIRECTAMENTE a ... Nada más lejos de la realidad. El Alma, en el "otro barrio" como le llamo, tiene un
proceso, al igual que lo ha tenido el cuerpo físico, aunque insisto:
el tiempo en esos niveles no existe tal como lo entendemos nosotros
con nuestras cortas mentes de 3D. Ese proceso también influye, y
mucho, a la hora de la próxima encarnación. Si la vida terrenal es
una escuela, la vida en el más allá es otra, aunque de diferentes
características. ).
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