(Voy a seguir con este apasionante viaje al Más Allá. Ya lo he indicado alguna vez, y lo repito: no nos creamos que cuando nos morimos, nos vamos del tirón al cielo, ni mucho menos. Me he acordado de una frase que he escuchado más de una vez: "Aprender a morir es aprender a Vivir", aunque la palabra Muerte, le sigue dando tanto yuyo, todavía a muchas, a demasiadas quizás personas. C'a uno es c'a uno)
Capítulo
XIV - El gran silencio.
Después
del paréntesis sobre los moradores del mundo de Deseos, prosigamos
con el tránsito (Tránsito, esa es la palabra) entre la vida y la muerte. Maticemos que lo
primordial en el proceso relatado es hallar el nexo de unión con el
vivir cotidiano, con nuestro propio modelo de evolución.
En efecto, si lo concebimos como un proceso anecdótico que tiene
lugar en otros
planos, servirá para bien poco. Ha de ser una
enseñanza práctica, que podamos
aplicar a diario. (Que digo yo que toda
enseñanza, para que surta algún efecto, tienes que: practicar, practicar y practicar, si no, no sirve de nada).
Por
fin llega el momento en que el alma continúa su trayecto hacia más
elevadas tareas
y se produce la “muerte” del cuerpo de deseos, como
sucediera en su día con el
cuerpo
físico. Entonces la vida se retira al cuerpo mental, incorporando a
él los átomos
gérmenes de los cuerpos físico, etérico y de deseos.
Hemos realizado por
lo tanto una serie de trabajos en la tierra con el cuerpo físico;
después éste se ha muerto y hemos laborado con nuestro cuerpo de
deseos en el mundo de Deseos y después de liquidar también a este
último, nos disponemos a realizar
tareas de crecimiento con el cuerpo mental, en el mundo del Pensamiento. (Ya sabemos que el Cuerpo Mental es uno de los Cuerpos -por llamarlos de alguna forma- de que se compone el Ser Humano, no solamente este cuerpito físico).
Parece
un tanto complejo porque manejamos conceptos poco conocidos.
En cambio, si estuviéramos pensando en la práctica de un deporte,
nos parecería lógico asumir el uso del cuerpo físico. Si
habláramos de una relación amorosa, las emociones estarían en
liza. Si el ejemplo fuera un examen de filosofía, sabríamos que
debemos emplear el cuerpo mental. (Como siempre, magníficos ejemplos para entenderlo mejor).
Todos
los días utilizamos los tres cuerpos, (el que NO somos
conscientes de ello, es nuestra historia personal) es lógico que
al prepararnos para una nueva existencia terrenal, debamos
repasar el trabajo realizado en cada uno de ellos y grabarlo
en el disco duro. (Deberíamos hacer,
y me da que, en la inmensa mayoría: no lo hacemos).
A
diferencia de lo que sucede con nuestro cuerpo físico, el cadáver
del cuerpo de deseos nunca se descompone, porque la materia que
lo forma tiene una vida autónoma.
Las formas abandonadas por el alma siguen flotando y son conocidas
con el
nombre de cascarones. Esos cascarones
son capaces de transmitir los sentimientos de
la persona que los habitó. A veces los elementales juguetones los
ocupan, les imprimen
movimiento y dan la sensación de estar vivos.
Los
cascarones constituyen el elemento pintoresco del mundo de Deseos. Su existencia
puede comprenderse por lo referido con anterioridad. Si en los mundos inferiores
la materia se desagrega porque se encuentra sometida a la fuerza de repulsión
activa en ellos, en los mundos superiores, cuando el cuerpo que corresponde
a esos mundos muere, queda flotando durante miles de años y ese
cuerpo
muerto, llamado cascarón, conserva
las virtudes del alma que lo habitó.
Si un habitante del mundo de Deseos se pone dentro de ese
cascarón, podrá
manifestarse
como lo hizo su dueño y engañar así a los que, en la tierra,
invocan al propietario
del cascarón. (Se me ocurre que hay muchas, muchas, muchas personas que se dejan engañar por esos cascarones).
Las
personas que practican el espiritismo, la ouija u otros métodos para
atraer espíritus
suelen encontrárselos y piensan que les ha contestado el espíritu
de Napoleón,
de Cervantes o de Galileo. Se trata tan solo de un espíritu burlón
que se ha calzado
un cascarón famoso, en la mayoría de los casos. (Nos dejamos engañar con lo que queremos. Nadie nos engaña, está claro: nos dejamos engañar).
Esas
"ocupaciones" sólo se llevan a cabo con los cascarones de
individuos célebres. ¿A quién se le ocurriría irrumpir en el
cascarón de un Juan nadie? Y así el ocupante puede permitirse el
lujo de presentarse y adquirir notoriedad en una sesión mediumnímica
diciendo que es Shakespeare, Platón o Goya. Si se manifiesta como pintor,
gracias a la memoria de su pasada habilidad que posee el cascarón,
podrá inspirar
cuadros al médium en el más puro estilo del pintor que utilizó
aquel cuerpo de
deseos, y todos se asombrarán del prodigio, sin que nadie se permita
dudar que ha estado
en contacto con el espíritu de Goya o Velázquez, o de quien sea.
Quienes utilicen
el cascarón de Platón, se expresarán como el sublime filósofo
griego, pero todo
cuanto digan puede encontrarse en los libros que dejó el maestro de
Atenas, con las
mismas palabras o con otras equivalentes. Un
cascarón no se inventa nada nuevo.
Hemos
visto anteriormente que la persona abandona su cuerpo de Deseos para
vivir en su cuerpo Mental. El tránsito de un mundo a otro se realiza
sin pérdida de conciencia.
El individuo vive de una forma lúcida el hecho de abandonar
un estado para
entrar en otro y ese tránsito se acompaña de una inefable
felicidad. Ello es debido
a que, aun siendo el cuerpo de Deseos una magnífica plataforma experimental,
casi siempre lo vivimos como un lastre, como un peso de obligada carga
y el momento en que nos desconectamos es vivido como una liberación.
En términos
prácticos podría decirse que cuando conseguimos, en algún terreno
de la
vida,
que finalice el dominio de las emociones, sentimos una liberación.
(Si no tenemos emociones, somos como máquinas ¿no? Otra opción es que he alcanza el
satori, la iluminación. También puede ser).
En
muchas escuelas iniciáticas ese paso entre el cuerpo de Deseos y el
cuerpo Mental se conoce con el nombre de "el Gran Silencio",
porque todo se acalla alrededor del alma y se siente sola, pero
bañada en la sublime armonía del universo. El alma tiene
el sentimiento de estar entrando en su patria y se encuentra como el
que regresa
de un largo exilio.
Como
contrapunto práctico, podríamos decir que para superar los estados
pasionales en los que a menudo nos sentimos naufragar, es necesario
entrar en el “gran
silencio.”
O sea, cuando los caballos de la emoción se desbocan, es preciso
separarse un
poco del mundo, acudir a un balneario, a la playa o a la montaña,
para buscar el
SILENCIO
que aquiete el alma. (Silencio, esa palabra que se me repite
muy a menudo últimamente. Por algo será).
La
patria.
Tras
el "gran silencio" viene el despertar y el alma se
encuentra en una región denominada
Segundo Cielo, situada en la parte inferior del mundo del Pensamiento,
conocida como Región del Pensamiento Concreto. (Ya sabemos que también existe el Pensamiento Abstracto)
En
las escuelas iniciáticas se suele llamar patria al mundo del
pensamiento, porque dichas instituciones trabajan con el cuerpo del
Pensamiento y sus adeptos sienten que ese mundo es su patria. Otros,
más identificados con el mundo de Deseos, dan el nombre de patria a
esa sorprendente esfera antes descrita. La denominación patria
encaja a la perfección con uno y otro mundo, del mismo modo que la
de exilio es acertada
cuando se habla de la Tierra, puesto que el mundo físico es para
nosotros una
morada provisional, en la que sólo podemos vivir un periodo limitado
de años,
mientras
que en los demás mundos la limitación es inexistente.
Si
sabemos que la tierra es una morada provisional, todo lo que
encuentras en ella, en el plano material, también lo es. Así que
resulta absurdo, desde un punto de vista mental, apegarse a
nuestras posesiones terrenales. (El des-apego es fundamental en
una vida medianamente en Paz. Todavía hay muchas personas que se creen que este plano físico es lo único que existe. Cada uno nos creemos lo que queremos creer, vuelvo a lo mismo. Ya va siendo hora de que nos espabilemos un poco y nos demos cuenta de eso. Como dicen los budistas: El mayor motivo de
sufrimiento es el apego, a las personas o a las posesiones materiales).
La
patria es una extensión de nuestro propio hogar, la zona donde nos
sentimos o deberíamos sentirnos cómodos, sin problemas, en
confianza. Donde no se tienen en cuenta
los errores, maldades, incompetencias que hayamos podido cometer,
porque es
nuestra casa, porque somos de allí.
Y
en la patria del cielo los habitantes miran hacia la tierra con otros
ojos; te ven como obreros de la vida que experimentan en el destierro
sus poderes creadores, para un día ser sabios, bondadosos,
excelentes. Así nos sentimos cuando emergemos del gran silencio y
nos encontramos en la casa de Dios, donde un día moraremos definitivamente
sin que nada nos obligue a nuevos destierros. (O como tengo entendido que ocurre, que hay Almas con un Amor tan grande y un nivel de evolución tan alto, que no tienen por qué volver, y sí lo hacen para "echar una manita" a estos humonitos, que estamos mu perdíos, mu perdíos, mu perdíos).
El link al canal de youtube, por si prefieres escuchar:
https://www.youtube.com/watch?v=8qLXKLqJ5ZA
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