El
descenso.
El
Ego imprime en sus distintos cuerpos el programa procedente de los
mundos del espíritu,
sin que ello prive a la personalidad física, la que finalmente lo
vivirá, de gozar
de una total libertad de movimientos. El
proyecto espiritual es amplio y deja abiertas
a la personalidad física todas las opciones. El programa
puede consistir, por ejemplo,
en una frase: "aprender medicina". La personalidad
mental puede rebelarse contra
ese mandato, nacer en una familia de médicos y oponer resistencias, saltándose
la valla del colegio. Todo ello redundará en una pérdida de tiempo
y al
regresar
a su Ego como átomo-germen, éste le dirá: “dado que has
faltado a tu programa,
en una próxima vida deberás realizarlo en condiciones mucho más difíciles.”
Se
inicia entonces el camino de descenso en sentido inverso al seguido
en el periodo de ascenso hacia el Ego. Es decir, el átomo-germen del
Cuerpo del Pensamiento
atraviesa
la cuarta Región, donde se encuentran las Fuerzas Arquetipales del intelecto,
atrayendo hacia él, a la manera de un imán, la materia de esta
elevada Región.
Según el poder de atracción del átomo-germen, aspirará hacia él
más o
menos
materia de esta Región. Por consiguiente, su futuro intelecto será
más o menos
vigoroso y activo con arreglo a lo que suceda en este periodo de
formación. Ese
poder de atracción de materia-intelecto, dependerá de lo activo que
haya sido el intelecto
en la vida anterior. Las distintas partes del cuerpo mental, lo mismo
que ocurre
con el cuerpo físico, se hacen vigorosas con el ejercicio.
Quienes ejercieron de
forma
activa el pensamiento en la pasada vida, en la resolución de sus
problemas humanos,
tendrán un átomo-germen muy poderoso que atraerá hacia el futuro
Cuerpo
Mental gran cantidad de materia de esa Región.
Ya
provisto de componentes de la cuarta Región, el átomo-germen
adquirirá materia de la tercera Región; después lo hará en la
segunda y la primera siempre mediante el procedimiento ya descrito de
succionar el material de esas Regiones a la manera de un imán. Las
capas de materia toman la forma de una campana, abierta por la base y
cerrada por la cúspide, donde se sitúa el átomo-germen. El
envoltorio que corresponde
a la cuarta Región del mundo del Pensamiento quedará al exterior y
los
demás
envoltorios irán disponiéndose en el interior de esa "campana." Ese
nuevo cuerpo Mental será el resultado de las actuaciones anteriores,
de las experiencias
recogidas por los cuerpos, y de las conseguidas por el Ego en los mundos
superiores en los que evoluciona.
Podríamos
decir que quien consigue más es el que más
tiene, aunque con la salvedad que todo el mundo tiene la posibilidad
de acceder al mismo conocimiento. El mundo del Pensamiento está
compuesto de infinitos escalones, cada uno da paso a unas enseñanzas
determinadas. Para obtenerlas, basta con conseguir que el
cuerpo mental
vibre
a la frecuencia que corresponde a tal o cual escalón. Sería como
decir que sólo entran
a ver un espectáculo los que han conseguido entradas. Por ello el conocimiento,
cuando sale del ámbito cultural, asequible a todos, es siempre personal
y subjetivo en su manifestación, pero es objetivo en su esencia. Es
decir, todas
las personas que se elevan a un determinado plano, comprenden la
verdad que
contiene
de la misma manera.
La
estructura del nuevo cuerpo mental condicionará la futura actuación
del individuo en el mundo. Si el envoltorio con materia de la cuarta
Región es el más vigoroso y abundante, la persona se
orientará intelectualmente hacia el estudio de lo
abstracto, del
arte, del esoterismo, de lo que está más allá de las
demostraciones científicas. Si es
la materia mental de la tercera Región
la que domina, dado que allí se crean los arquetipos
de los Deseos y de las Emociones, el individuo se interesará intelectualmente
por comprender cómo funcionan los mecanismos
emotivos de las personas
y se interesará por la psicología, por ejemplo. Si es la segunda
Región la que se
impone, la de los Arquetipos de la Vitalidad Universal, el individuo
se inclinará
hacia
las ciencias, hacia la comprensión de
los mecanismos que permiten el funcionamiento
de la vida, como la biología por ejemplo. En cambio, si se trata de
la materia
de la primera Región, la de los
Arquetipos de la Forma, la persona se orientará
hacia el estudio de las formas físicas,
de sus compuestos, de su evolución. Las
formas, incluida la humana, ejercerán sobre ella una auténtica
fascinación, tal
vez
se oriente hacia la arquitectura.
Los
componentes del cuerpo Mental constituyen una estructura variable y
en cuanto estamos en la Tierra, podemos modificar su composición
según el uso que le demos. Si una persona con carga de sustancia
mental de la primera Región muy intensa, se interesa asiduamente por
lo abstracto y deja de utilizar el material de que dispone para
investigar en el dominio de las formas físicas, los componentes de
esa Región irán
disminuyendo, mientras que los átomos procedentes de la cuarta
Región irán
aumentando.
Sin
embargo, es evidente que la composición básica
del Cuerpo Mental condiciona al individuo, puesto que le da
facilidades para ciertas cosas y pocas aptitudes para
otras.
La cuestión sería saber lo que es mejor para un ser en evolución:
si utilizar las fuerzas
mentales según su predisposición natural o si esforzarse por
eliminar material
procedente de las regiones inferiores del mundo del Pensamiento para adquirir
material de las superiores.
La
contestación correcta es que ninguna norma permite saberlo a priori
y que dependerá
del planteo evolutivo de cada ser. En principio, los átomos que
componen el
tejido evolutivo de la cuarta Región, que facilitan el estudio de lo
abstracto, permiten
comprender de forma intuitiva todo lo demás. Pero este tipo
de comprensión
por si sola resulta insuficiente, ya que es
preciso asimilar las experiencias
realizadas con la materia, y los materiales de las demás
regiones permiten
a la inteligencia descender al mundo de Deseos, al Etérico y al
Físico y sacar
deducciones prácticas de los fenómenos de la vida. Pero puede
ocurrir lo que
sucede
también con la gente que se encadena a una raza, que una persona
sabia se haya
identificado tanto con su personalidad intelectual, que en una nueva
vida herede
un cerebro que es prácticamente la reproducción del anterior. Para
este individuo
resultará una gran ventaja ser capaz de cambiar los compuestos de su cuerpo
Mental, ya que de otro modo está condenado al estancamiento, al
atasco evolutivo
y tal vez a la muerte prematura.
Formado
el Cuerpo Mental de la futura existencia, el átomo-germen del cuerpo
de deseos
entra en funciones y empieza a recoger materia de la séptima Región
del mundo
del Deseo, por el procedimiento ya descrito. En ella se encuentra la
sustancia que
le permitirá ejercer poderes espirituales y elevarse a la
contemplación de realidades
más sutiles. De esa Región, los místicos obtienen sus visiones
sublimes. Un
envoltorio abundante de esa materia permitirá al individuo, en su
futura vida terrestre,
permanecer en contacto visual y sensorial con altas jerarquías,
ángeles, por
ejemplo,
u otros guías.
El
átomo-germen del cuerpo de Deseos pasa luego a recoger materia de la
sexta Región,
denominada Luz del Alma, porque esos ingredientes permiten ver con claridad
en los sentimientos y discernir entre lo que conviene o no al alma en
su proceso
evolutivo.
En
la quinta Región, la denominada Vida del Alma, recogerá materia que
le permitirá vivir con más o menos intensidad las experiencias
emotivas y sacar provecho de ellas.
En
la cuarta Región, el alma adquirirá materia que le dará la
capacidad de sentir, de ello dependerán sus facultades para apreciar
interés o indiferencia por un determinado
acontecimiento. Si suscita interés, el evento se incorporará a su
vida y le aportará
un fruto experimental. En cambio, si causa indiferencia, se apartará
de su camino
sin traerle nada, ni positivo, ni negativo.
Si
la composición del cuerpo Mental condiciona a la persona, la del
cuerpo de Deseos creará un segundo condicionamiento, que actuará
con mucha más fuerza porque para
nosotros es un cuerpo más viejo, más organizado. Existe
una correspondencia entre
el mundo de Deseos y del Pensamiento.
La
séptima Región, denominada Poder del Alma, permite elevar los
sentimientos hasta
el mundo Mental y se encuentra en afinidad con la cuarta Región del
mundo
del
Pensamiento.
La
sexta Región, llamada Luz del Alma, se encuentra en afinidad con la
tercera Región
del mundo del Pensamiento, la de los Arquetipos de los Deseos.
La
quinta Región está relacionada con la segunda del mundo del
Pensamiento, la de los Arquetipos de la Vitalidad Universal.
La
cuarta Región está relacionada con la primera del mundo del
Pensamiento, la de los Arquetipos de la forma.
Si
el porcentaje de materia de cada región del mundo de Deseos guardara
una proporción
de equilibrio con la correspondiente del mundo del Pensamiento, tendríamos
que el cuerpo de Deseos sería la perfecta copia del superior y se produciría
un sincronismo entre el pensar y el sentir. De esta manera, cuando la mente
manifestara su interés por una cuestión determinada, los deseos se movilizarían
al servicio de ese impulso y todo marcharía en la vida del individuo como
una seda.
Esta
información puede parecer un tanto confusa, pero se
trata de retener lo fundamental,
es decir, que nuestros diferentes cuerpos tienen un periodo y un proceso
de formación y que estos dependen del bagaje propio de cada ser
humano. Quizá
nos ayude pensar que la bajada al mundo físico puede compararse al
recorrido que
efectúa una persona por un supermercado, se aprovisiona de todo lo
necesario para
el próximo periodo. Recorre la sección de fruta (mundo del
Pensamiento) y recoge
los víveres necesarios; después se detiene ante el pescado (mundo
de Deseos) y
se abastece, hasta que tenga lo esencial. Aunque recordando que su
dinero (los materiales
a los que puede acceder) es limitado, en función de lo que haya
ganado-generado en los años de trabajo (la anterior vida.)
Después
de pasar por las Regiones superiores, el átomo-germen recogerá
materia de las tres Regiones inferiores del mundo de Deseos. Según
el tipo de deseos que haya
alimentado,
esta parte de su cuerpo de Deseos será más vigorosa y ejercerá
mayor presión
en su futura vida.
Se
sabe que el ser humano empezó su peregrinación por estas Regiones,
debido al incumplimiento de la ley del sacrificio cuando se
encontraba en el estadio paradisíaco.
Todo lo que es disconforme a las leyes del universo tiene que desaparecer
y, ¿cómo conseguirlo en los mundos en los que todo es armonía, cohesión,
amor? Era necesario crear unas Regiones en las que reinara la fuerza destructora,
capaz de reducir a picadillo aquello que era contrario a la propia evolución.
Los luciferes, que se habían visto excluidos del orden natural al
negarse a rebajar
su potencial en el Tercer Día de la Creación, se comprometieron a
trabajar en
esas
tres nuevas regiones inferiores.
El
ser va penetrando en ellas a medida que se hace patente su
incapacidad de renuncia
y sacrificio, saliéndose de la órbita de las leyes naturales. Una
vez en la "tierra"
de las destrucciones, la violencia generará una violencia cada vez
mayor, de modo
que en el periodo involutivo el ser humano
cargará progresivamente con cantidades
crecientes de materia, que luego deberá eliminar al pasar por esas
regiones
en el viaje de retorno hacia el Ego Superior.
Pero
las acciones a que ha dado lugar la presencia en su cuerpo de deseos
de ese material,
deberán ventilarse en el mundo Físico y, como lo de arriba es igual
a lo de abajo,
esas acciones serán violentas, destructoras, repulsivas. Por ello
los grandes maestros
que han pasado por nuestra tierra aconsejan evitar
devolver la violencia cuando
somos atacados, ya que de esta forma se liquida la deuda sin
engendrar una nueva, que nos obligará a vivir futuras violencias.
(Importante, importante, importante).
Los
luciferes son los encargados de suministrar los materiales necesarios
para el cuerpo
de deseos en lo que se refiere a las tres regiones inferiores. Como
sus colegas
los
ángeles, pondrán en nuestro cuerpo el material-destrucción
programado por nuestro
átomo-germen. Este material se presenta, como todo en el universo,
en dos
polaridades,
positiva y negativa. Una carga positiva nos hará agentes de la
violencia. Una
carga negativa nos convertirá en pacientes, o sea, víctimas de la
violencia. Si somos
víctimas es porque antes hemos sido verdugos
(Aquí hago una reflexión: esto lo debemos tener muy muy muy en
cuenta y no olvidarlo) y
las agresiones que suframos reclamarán venganza. Y así se
producirán ciclos y más ciclos, hasta que un día decidamos romper
el cerco infernal de la violencia. Esa ruptura sólo puede producirse
a través de nuestro perdón.
Todo
cuanto sucede alrededor del ser humano tiene su base de aprendizaje.
Si un verdugo
nunca fuera víctima tendría tendencia a repetir su actuación una
vez tras
otra,
con el consiguiente retraso evolutivo. Pasar a ser la víctima le
permite avanzar, porque
después de esa representación es probable que lo piense antes de
volver a
ejercer
de verdugo.
Pero
como hemos dicho podemos romper el bucle. El perdón borra la ofensa,
anula el “castigo” que debería sufrir el agresor y el impacto
espiritual que produce en él lo
limpia
de la materia de esa baja región del mundo de Deseos, permitiéndole
el acceso a
mundos más elevados.
Esto
produce una reacción en cadena en todo el universo, ya que el
antiguo agresor beneficiario del perdón, al transmutarse su
naturaleza, también él se encuentra en
condiciones
de perdonar a los que le han ofendido, y estos a sus agresores en un proceso
sin fin que desintegra la fuerza destructora de las bajas regiones
del mundo del
Deseo.
El
perdón concedido al enemigo es pues la piedra angular de todo
proceso evolutivo. Cuando una persona es capaz de perdonar, la
Involución ha llegado a su fin, el sistema
de valores por los que se había regido cambia y el ser abre los ojos
a los mundos
de arriba. (Aquí hago un inciso: “El perdón es liberarme de la
visión de víctima, que soy de los demás. Es liberarme del recuerdo
del daño recibido” lo escuché en una clase de Ana Daza. Es bien diferente de lo que nos han dicho toda la vida que es el perdón. Sólo una reflexión. ).
Preguntas:
1.-
¿Qué sucede cuando el cuerpo del Pensamiento muere?
2.-
¿Qué sucede cuando tenemos “hambre de espíritu”?
3.-
¿Qué sucede su faltamos a nuestro programa?
4.-
¿Qué materia se puede recoger en la 6ª región del mundo de
deseos?
5.-
¿En qué regiones trabajan los luciferes?
(Entiendo que es un tema, quizás un poco complicado de asimilar. Al leerlo, quizás me entere mejor que escuchando, o las 2 cosas: como queráis).
Te incluyo el enlace al vídeo de youtube, por si prefieres escuchar:
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