viernes, 6 de octubre de 2017

Método Kabaleb 29.- El descenso.

El descenso.
     El Ego imprime en sus distintos cuerpos el programa procedente de los mundos del espíritu, sin que ello prive a la personalidad física, la que finalmente lo vivirá, de gozar de una total libertad de movimientos. El proyecto espiritual es amplio y deja abiertas a la personalidad física todas las opciones. El programa puede consistir, por ejemplo, en una frase: "aprender medicina". La personalidad mental puede rebelarse contra ese mandato, nacer en una familia de médicos y oponer resistencias, saltándose la valla del colegio. Todo ello redundará en una pérdida de tiempo y al
regresar a su Ego como átomo-germen, éste le dirá: “dado que has faltado a tu programa, en una próxima vida deberás realizarlo en condiciones mucho más difíciles.”
     Se inicia entonces el camino de descenso en sentido inverso al seguido en el periodo de ascenso hacia el Ego. Es decir, el átomo-germen del Cuerpo del Pensamiento
atraviesa la cuarta Región, donde se encuentran las Fuerzas Arquetipales del intelecto, atrayendo hacia él, a la manera de un imán, la materia de esta elevada Región. Según el poder de atracción del átomo-germen, aspirará hacia él más o
menos materia de esta Región. Por consiguiente, su futuro intelecto será más o menos vigoroso y activo con arreglo a lo que suceda en este periodo de formación. Ese poder de atracción de materia-intelecto, dependerá de lo activo que haya sido el intelecto en la vida anterior. Las distintas partes del cuerpo mental, lo mismo que ocurre con el cuerpo físico, se hacen vigorosas con el ejercicio. Quienes ejercieron de
forma activa el pensamiento en la pasada vida, en la resolución de sus problemas humanos, tendrán un átomo-germen muy poderoso que atraerá hacia el futuro
Cuerpo Mental gran cantidad de materia de esa Región.
     Ya provisto de componentes de la cuarta Región, el átomo-germen adquirirá materia de la tercera Región; después lo hará en la segunda y la primera siempre mediante el procedimiento ya descrito de succionar el material de esas Regiones a la manera de un imán. Las capas de materia toman la forma de una campana, abierta por la base y cerrada por la cúspide, donde se sitúa el átomo-germen. El envoltorio que corresponde a la cuarta Región del mundo del Pensamiento quedará al exterior y los
demás envoltorios irán disponiéndose en el interior de esa "campana.Ese nuevo cuerpo Mental será el resultado de las actuaciones anteriores, de las experiencias recogidas por los cuerpos, y de las conseguidas por el Ego en los mundos superiores en los que evoluciona.
     Podríamos decir que quien consigue más es el que más tiene, aunque con la salvedad que todo el mundo tiene la posibilidad de acceder al mismo conocimiento. El mundo del Pensamiento está compuesto de infinitos escalones, cada uno da paso a unas enseñanzas determinadas. Para obtenerlas, basta con conseguir que el cuerpo mental
vibre a la frecuencia que corresponde a tal o cual escalón. Sería como decir que sólo entran a ver un espectáculo los que han conseguido entradas. Por ello el conocimiento, cuando sale del ámbito cultural, asequible a todos, es siempre personal y subjetivo en su manifestación, pero es objetivo en su esencia. Es decir, todas las personas que se elevan a un determinado plano, comprenden la verdad que
contiene de la misma manera.
     La estructura del nuevo cuerpo mental condicionará la futura actuación del individuo en el mundo. Si el envoltorio con materia de la cuarta Región es el más vigoroso y abundante, la persona se orientará intelectualmente hacia el estudio de lo abstracto, del arte, del esoterismo, de lo que está más allá de las demostraciones científicas. Si es la materia mental de la tercera Región la que domina, dado que allí se crean los arquetipos de los Deseos y de las Emociones, el individuo se interesará intelectualmente por comprender cómo funcionan los mecanismos emotivos de las personas y se interesará por la psicología, por ejemplo. Si es la segunda Región la que se impone, la de los Arquetipos de la Vitalidad Universal, el individuo se inclinará
hacia las ciencias, hacia la comprensión de los mecanismos que permiten el funcionamiento de la vida, como la biología por ejemplo. En cambio, si se trata de la materia de la primera Región, la de los Arquetipos de la Forma, la persona se orientará hacia el estudio de las formas físicas, de sus compuestos, de su evolución. Las formas, incluida la humana, ejercerán sobre ella una auténtica fascinación, tal
vez se oriente hacia la arquitectura.
     Los componentes del cuerpo Mental constituyen una estructura variable y en cuanto estamos en la Tierra, podemos modificar su composición según el uso que le demos. Si una persona con carga de sustancia mental de la primera Región muy intensa, se interesa asiduamente por lo abstracto y deja de utilizar el material de que dispone para investigar en el dominio de las formas físicas, los componentes de esa Región irán disminuyendo, mientras que los átomos procedentes de la cuarta Región irán
aumentando.
     Sin embargo, es evidente que la composición básica del Cuerpo Mental condiciona al individuo, puesto que le da facilidades para ciertas cosas y pocas aptitudes para
otras. La cuestión sería saber lo que es mejor para un ser en evolución: si utilizar las fuerzas mentales según su predisposición natural o si esforzarse por eliminar material procedente de las regiones inferiores del mundo del Pensamiento para adquirir material de las superiores.
     La contestación correcta es que ninguna norma permite saberlo a priori y que dependerá del planteo evolutivo de cada ser. En principio, los átomos que componen el tejido evolutivo de la cuarta Región, que facilitan el estudio de lo abstracto, permiten comprender de forma intuitiva todo lo demás. Pero este tipo de comprensión por si sola resulta insuficiente, ya que es preciso asimilar las experiencias realizadas con la materia, y los materiales de las demás regiones permiten a la inteligencia descender al mundo de Deseos, al Etérico y al Físico y sacar deducciones prácticas de los fenómenos de la vida. Pero puede ocurrir lo que
sucede también con la gente que se encadena a una raza, que una persona sabia se haya identificado tanto con su personalidad intelectual, que en una nueva vida herede un cerebro que es prácticamente la reproducción del anterior. Para este individuo resultará una gran ventaja ser capaz de cambiar los compuestos de su cuerpo Mental, ya que de otro modo está condenado al estancamiento, al atasco evolutivo y tal vez a la muerte prematura.
     Formado el Cuerpo Mental de la futura existencia, el átomo-germen del cuerpo de deseos entra en funciones y empieza a recoger materia de la séptima Región del mundo del Deseo, por el procedimiento ya descrito. En ella se encuentra la sustancia que le permitirá ejercer poderes espirituales y elevarse a la contemplación de realidades más sutiles. De esa Región, los místicos obtienen sus visiones sublimes. Un envoltorio abundante de esa materia permitirá al individuo, en su futura vida terrestre, permanecer en contacto visual y sensorial con altas jerarquías, ángeles, por
ejemplo, u otros guías.
     El átomo-germen del cuerpo de Deseos pasa luego a recoger materia de la sexta Región, denominada Luz del Alma, porque esos ingredientes permiten ver con claridad en los sentimientos y discernir entre lo que conviene o no al alma en su proceso evolutivo.
     En la quinta Región, la denominada Vida del Alma, recogerá materia que le permitirá vivir con más o menos intensidad las experiencias emotivas y sacar provecho de ellas.
     En la cuarta Región, el alma adquirirá materia que le dará la capacidad de sentir, de ello dependerán sus facultades para apreciar interés o indiferencia por un determinado acontecimiento. Si suscita interés, el evento se incorporará a su vida y le aportará un fruto experimental. En cambio, si causa indiferencia, se apartará de su camino sin traerle nada, ni positivo, ni negativo.
     Si la composición del cuerpo Mental condiciona a la persona, la del cuerpo de Deseos creará un segundo condicionamiento, que actuará con mucha más fuerza porque para nosotros es un cuerpo más viejo, más organizado. Existe una correspondencia entre el mundo de Deseos y del Pensamiento.
     La séptima Región, denominada Poder del Alma, permite elevar los sentimientos hasta el mundo Mental y se encuentra en afinidad con la cuarta Región del mundo
del Pensamiento.
     La sexta Región, llamada Luz del Alma, se encuentra en afinidad con la tercera Región del mundo del Pensamiento, la de los Arquetipos de los Deseos.
     La quinta Región está relacionada con la segunda del mundo del Pensamiento, la de los Arquetipos de la Vitalidad Universal.
     La cuarta Región está relacionada con la primera del mundo del Pensamiento, la de los Arquetipos de la forma.
     Si el porcentaje de materia de cada región del mundo de Deseos guardara una proporción de equilibrio con la correspondiente del mundo del Pensamiento, tendríamos que el cuerpo de Deseos sería la perfecta copia del superior y se produciría un sincronismo entre el pensar y el sentir. De esta manera, cuando la mente manifestara su interés por una cuestión determinada, los deseos se movilizarían al servicio de ese impulso y todo marcharía en la vida del individuo como una seda.
     Esta información puede parecer un tanto confusa, pero se trata de retener lo fundamental, es decir, que nuestros diferentes cuerpos tienen un periodo y un proceso de formación y que estos dependen del bagaje propio de cada ser humano. Quizá nos ayude pensar que la bajada al mundo físico puede compararse al recorrido que efectúa una persona por un supermercado, se aprovisiona de todo lo necesario para el próximo periodo. Recorre la sección de fruta (mundo del Pensamiento) y recoge los víveres necesarios; después se detiene ante el pescado (mundo de Deseos) y se abastece, hasta que tenga lo esencial. Aunque recordando que su dinero (los materiales a los que puede acceder) es limitado, en función de lo que haya ganado-generado en los años de trabajo (la anterior vida.)
     Después de pasar por las Regiones superiores, el átomo-germen recogerá materia de las tres Regiones inferiores del mundo de Deseos. Según el tipo de deseos que haya
alimentado, esta parte de su cuerpo de Deseos será más vigorosa y ejercerá mayor presión en su futura vida.
     Se sabe que el ser humano empezó su peregrinación por estas Regiones, debido al incumplimiento de la ley del sacrificio cuando se encontraba en el estadio paradisíaco. Todo lo que es disconforme a las leyes del universo tiene que desaparecer y, ¿cómo conseguirlo en los mundos en los que todo es armonía, cohesión, amor? Era necesario crear unas Regiones en las que reinara la fuerza destructora, capaz de reducir a picadillo aquello que era contrario a la propia evolución. Los luciferes, que se habían visto excluidos del orden natural al negarse a rebajar su potencial en el Tercer Día de la Creación, se comprometieron a trabajar en
esas tres nuevas regiones inferiores.
     El ser va penetrando en ellas a medida que se hace patente su incapacidad de renuncia y sacrificio, saliéndose de la órbita de las leyes naturales. Una vez en la "tierra" de las destrucciones, la violencia generará una violencia cada vez mayor, de modo que en el periodo involutivo el ser humano cargará progresivamente con cantidades crecientes de materia, que luego deberá eliminar al pasar por esas
regiones en el viaje de retorno hacia el Ego Superior.
     Pero las acciones a que ha dado lugar la presencia en su cuerpo de deseos de ese material, deberán ventilarse en el mundo Físico y, como lo de arriba es igual a lo de abajo, esas acciones serán violentas, destructoras, repulsivas. Por ello los grandes maestros que han pasado por nuestra tierra aconsejan evitar devolver la violencia cuando somos atacados, ya que de esta forma se liquida la deuda sin engendrar una nueva, que nos obligará a vivir futuras violencias. (Importante, importante, importante).
     Los luciferes son los encargados de suministrar los materiales necesarios para el cuerpo de deseos en lo que se refiere a las tres regiones inferiores. Como sus colegas
los ángeles, pondrán en nuestro cuerpo el material-destrucción programado por nuestro átomo-germen. Este material se presenta, como todo en el universo, en dos
polaridades, positiva y negativa. Una carga positiva nos hará agentes de la violencia. Una carga negativa nos convertirá en pacientes, o sea, víctimas de la violencia. Si somos víctimas es porque antes hemos sido verdugos (Aquí hago una reflexión: esto lo debemos tener muy muy muy en cuenta y no olvidarlo) y las agresiones que suframos reclamarán venganza. Y así se producirán ciclos y más ciclos, hasta que un día decidamos romper el cerco infernal de la violencia. Esa ruptura sólo puede producirse a través de nuestro perdón.
     Todo cuanto sucede alrededor del ser humano tiene su base de aprendizaje. Si un verdugo nunca fuera víctima tendría tendencia a repetir su actuación una vez tras
otra, con el consiguiente retraso evolutivo. Pasar a ser la víctima le permite avanzar, porque después de esa representación es probable que lo piense antes de volver a
ejercer de verdugo.
     Pero como hemos dicho podemos romper el bucle. El perdón borra la ofensa, anula el “castigo” que debería sufrir el agresor y el impacto espiritual que produce en él lo
limpia de la materia de esa baja región del mundo de Deseos, permitiéndole el acceso a mundos más elevados.
     Esto produce una reacción en cadena en todo el universo, ya que el antiguo agresor beneficiario del perdón, al transmutarse su naturaleza, también él se encuentra en
condiciones de perdonar a los que le han ofendido, y estos a sus agresores en un proceso sin fin que desintegra la fuerza destructora de las bajas regiones del mundo del Deseo.
     El perdón concedido al enemigo es pues la piedra angular de todo proceso evolutivo. Cuando una persona es capaz de perdonar, la Involución ha llegado a su fin, el sistema de valores por los que se había regido cambia y el ser abre los ojos a los mundos de arriba. (Aquí hago un inciso: El perdón es liberarme de la visión de víctima, que soy de los demás. Es liberarme del recuerdo del daño recibido lo escuché en una clase de Ana Daza. Es bien diferente de lo que nos han dicho toda la vida que es el perdón. Sólo una reflexión. ).

Preguntas:
1.- ¿Qué sucede cuando el cuerpo del Pensamiento muere?
2.- ¿Qué sucede cuando tenemos “hambre de espíritu”?
3.- ¿Qué sucede su faltamos a nuestro programa?
4.- ¿Qué materia se puede recoger en la 6ª región del mundo de deseos?

5.- ¿En qué regiones trabajan los luciferes?

(Entiendo que es un tema, quizás un poco complicado de asimilar. Al leerlo, quizás me entere mejor que escuchando, o las 2 cosas: como queráis).

Te incluyo el enlace al vídeo de youtube, por si prefieres escuchar:




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