El
abismo y la inhibición.
Esos
tres Centros energéticos (te recuerdo que hablábamos de Kether,
Hochmah y Binah) constituyen una unidad, pero en el reparto de
tareas apareció de inmediato una evidencia: en aquel universo de luz
iba a resultar imposible otra vida que la de ellos, los Dioses. Si
querían crear una Vida inferior a la suya, para lanzar nuevos seres
al torrente de la evolución, era preciso crear en ellos mismos una
Zona Oscura, a fin de que la nueva Vida pudiera evolucionar en esa
sombra.
Le
tocó a Binah ser "Zona Oscura", el tercer Centro
energético. Pero algunos elementos
que trabajaban en esa zona estuvieron en desacuerdo. Todos tenían derecho
al mismo nivel de luz y ciertos sectores de Binah estimaron injusto
tener que renunciar
a ella. Nos estamos refiriendo de nuevo a los luciferes.
La
solución del conflicto, como ya se ha dicho, consistió en
precipitar al "abismo" a los
disidentes. Es decir, las fuerzas hostiles al designio divino fueron
lanzadas a un nivel
inferior para que siguieran en él su avance sin perturbar la buena
marcha de la Creación.
Estos fueron los primeros "rezagados" de la historia
del presente periodo evolutivo.
Podemos
extraer de ello una enseñanza práctica: cada
vez que nos inhibimos, en nuestro
quehacer cotidiano; cada vez que pasamos de largo ante los
sufrimientos o dificultades
del prójimo, diciéndonos: "es su problema",
estamos siguiendo la política
de los luciferianos, ya que la separación que se produjo en
Binah cuando los disidentes
fueron arrojados al "abismo", fue debida, como
decíamos, a que una parte de
sus moradores se inhibieron de la tarea esencial que debían realizar
y que consistía
en alumbrar nuevos mundos, utilizando la propiedad ígnea de Kether
para extender
la vida. LA INHIBICIÓN ES UN ENEMIGO A
COMBATIR.
Pero
aclaremos una cosa, ya que anteriormente dijimos que debíamos evitar
dar consejos
e inmiscuirnos en asuntos ajenos. Veamos, un tema es participar en
las decisiones
que deben tomar los demás, lo cual puede resultar arriesgado por las implicaciones
que conlleva; y otro muy distinto que pretendamos pasar por la vida como
si nada fuera con nosotros, como aquellos que repiten como loros:
“paso mucho”.
Si se encuentra a alguien accidentado en una carretera, es lícito
pararse; si una
persona solicita ayuda, debemos dársela; en un proceso electoral,
participemos, porque
al final lo relevante serán las experiencias que extraigamos de
nuestra vida.
Volviendo
al tema anterior, la técnica del "abismo" sería ya
una institución y con ella se
resolverían los ulteriores conflictos. Pero esos "rezagados",
evolucionando a niveles
distintos a los del resto de la especie, crearían una permanente
conflictividad y
serían, tanto ellos como sus descendientes de los planos inferiores,
los grandes agentes
del "mal", en definitiva, de los errores que comete
el ser humano.
El
yerro resulta ser, en último análisis, la inhibición, la falta de
apetencia y participación
en el mundo exterior. "La manifestación de la
eternidad está representada
como un Hambre", escribía el místico Jacob Boehme.
Tragarse el
mundo
exterior, engullir la eternidad, tal es el objetivo. El que nunca
experimenta ese
deseo, está empezando a formar en la fila de los "rezagados".
Una
vez excluidos los disidentes de la esfera de Binah, el resto aceptó
el "oscurecimiento",
es decir, consintieron vivir a un nivel inferior a sus méritos, con todos
los inconvenientes derivados de esta situación. Para poner un
ejemplo en el ámbito
humano, es como si el hombre que ha vivido siempre a la luz del Sol,
tuviese de
pronto que irse a vivir dentro de una mina.
Se
produjo entonces en las esferas de Binah una cristalización de las
energías primordiales
y en ese mundo ya más oscuro pudo aparecer una nueva oleada de vida.
Fue
pues el sacrificio de Binah lo que permitió la vida a niveles
inferiores y como la historia
de Dios es nuestra propia historia, será también mediante el
sacrificio que conseguiremos
progresar hasta alcanzar cierto nivel evolutivo.
Tampoco
es preciso dramatizar. Los padres deben sacrificarse para educar a
sus hijos.
Por ejemplo, reducen su “luz” – en este caso, el lenguaje
habitual que utilizan para que
sus palabras resulten inteligibles a sus retoños.
El
sacrificio fue una Ley cuya adopción se hizo necesaria en el alba de
la Creación. Pero,
como acabamos de señalar, ese sacrificio fue el que instituyó en el
mundo el “Mal”,
porque generó una conflictividad que tuvo que ser reprimida por
decreto, por así
decirlo, postergando a un nivel inferior a los que se rebelaron
contra la decisión divina.
El
objetivo del sacrificio debe ser la creación.
La luz es la materia prima de toda edificación,
pero es la luz que circula por nuestro interior la que lleva el
germen de la vida
y es ésa la que debemos utilizar para nuestras creaciones, ya que la
ley quiere que
toda cosa, antes de tener una existencia exterior, haya sido
edificada en nuestra naturaleza
interna. Utilizando nuestro potencial para multiplicar la creación
divina, estaremos
ejecutando la política de Dios.
Si
nos concentramos en nosotros y nos inhibimos de toda creación,
estamos oponiéndonos
a la política divina. La luz consumida en creaciones externas
nos va siendo
restituida a medida que la vamos gastando, de acuerdo con la ley que
reza: "a cada
cual según sus necesidades", pero la
calidad de la luz recibida dependerá de la obra
que estemos realizando.
Es
a través de los Éteres que captamos la luz y ya hemos explicado que
disponemos de esa fuerza vital en la medida que la vayamos
utilizando: si consumimos mucho Éter Químico, el flujo de Éter
Reflector y Luminoso disminuirá. Es como si tienes un presupuesto
para pasar el mes, si gastas mucho en comida, te quedará menos para ropa.
Pero
aún en el caso de estar utilizando los Éteres superiores para
creaciones sublimes,
si esa petición de luz es continua, difícilmente podremos conservar
esa luz en
nuestro interior y se formará en nosotros una "zona oscura",
como sucediera con Binah.
El
problema puede consistir en que nos resulte imposible llevar a
madurez todas las tendencias que se manifiestan en nuestro interior,
exteriorizarlas, conseguir que se conviertan
en una obra externa, de modo que una parte de nosotros mismos permanecerá
en el "abismo", evolucionando en otros niveles, en
otro tiempo, en otra vida.
Así
pues, para poder crear y cumplir con el
compromiso divino nos vemos en la obligación
de utilizar la luz que solicitamos y proyectarla fuera de nosotros
mismos.
Si
la totalidad de nuestro ser se opone al sacrificio, salinizándonos
para impedir que la Luz pueda salir al exterior, nos sitúa
automáticamente fuera del esquema de la creación.
Y si por un lado alcanzamos la plenitud del conocimiento, al dejar de emplearlo
para abrir nuevos frentes en la creación, se convierte en una
enseñanza inútil,
en un puro desperdicio y ello nos sitúa en las filas de los
rezagados.
Pongamos
otro ejemplo. Hemos dicho en capítulos anteriores que las relaciones
con los demás son portadoras de karma, generan facturas que nos
obligarán a tener que volver
nuevamente a la tierra para liquidarlas. Con esta información
podríamos decidir
encerrarnos en casa para el resto de nuestros días y evitar así la
generación de nuevo
karma. Pero dado que en nuestro sistema de vida necesitamos compartir
para evolucionar
más deprisa, el encierro nos apartaría de esa vía, sería como si
nos salinizáramos
(nos encerráramos en sal para conservarnos) y nos situaríamos así fuera
del esquema de la creación, convirtiéndonos en rezagados.
Crear
es pues una necesidad, incluso las creaciones erróneas, aquellas
cuyo ropaje material se destruye al poco tiempo de edificarlo, son
preferibles a la inactividad, ya que
la energía que se desprende de esos errores, al ser reincorporada de
forma contundente
al individuo en las bajas regiones del mundo de Deseos, después de
la muerte
física, es generadora de conciencia. Mientras que
la inhibición pocas veces nos
permite darnos cuenta que estamos desconectados de la vanguardia de
nuestra Oleada
de Vida. (Una reflexión muy a tener en
cuenta: dejar de hacer por equivocarme, es peor que hacer algo, ya
que nunca sé cuales van a ser los resultados de mi acción).
(Recuerda una vez más: NO te enredes con lo que no entiendes y quédate con lo que sí, que seguro que es muuucho más de lo que quieres admitir).
El enlace al Canal de Youtube, por si prefieres escuchar:
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