miércoles, 22 de noviembre de 2017

Astrología Cabalística 11.- Casa XII y Casa VII.

Casa XII.
     La Casa XII expresa en la Tierra las potencialidades de Piscis. Dijimos al estudiar este signo que es la puerta de salida de nuestros deseos y emociones, del amor que profesamos a los demás. La Casa XII será, pues, la materialización de este episodio y reflejará su consecuencia. Tradicionalmente, la Casa XII es conocida como el sector que nos informa sobre los enemigos, las pruebas, las restricciones, las prisiones, la fatalidad. ¿Por qué?
     Porque el deseo es el gran productor de karma. El deseo te lleva a veces a gozar injustamente de las cosas, a que te apropies de lo que no te pertenece, que seas agresivo y cruel. En el curso del ciclo del Agua, gracias al potencial de deseos ofrecido por Cáncer y a la codicia en el goce que nos ha dado Escorpio, hemos hecho que reinara en el mundo nuestra ley personal, guiados por valores puramente subjetivos. Y al llegar a la fase correspondiente a Piscis, toda la injusticia generada se presenta en nuestro programa de vida para que la experimentemos en contragolpe.
     La Casa XII, correspondiente a Piscis, es la que canaliza esta descarga. Será, pues, a través de este sector que los enemigos pasarán su factura y, según haya sido nuestra maldad pasada, nuestros errores, así será la cuenta que tendremos que pagar. En la Casa XII están marcadas las «injusticias» que viviremos, y lo ponemos entrecomillado, ya que nada de cuanto nos ocurra será injusto, sino que constituirá el natural retorno de manivela del film de nuestras iniquidades pasadas. Aunque también recogeremos todo el bien que hayamos plantado.
     Hay otro aspecto que refleja la Casa XII y es la capacidad de la persona para vivir la espiritualidad. Nada nos acerca tanto a las divinas fuentes de luz como las pruebas, los sufrimientos y, siendo la Casa XII un lugar de purificación, es natural que sea al mismo tiempo la puerta de acceso a los mundos superiores. Por otra parte, ya hemos dicho algunas veces que los sentimientos exaltados y puros, tal como Piscis puede ofrecerlos a través de la Casa XII, son las alas que permiten al ser humano elevarse hasta las regiones del espíritu.Así vemos como numerosos presos, en las cárceles, abrazan la espiritualidad.
     Las disonancias sobre la Casa XII constituirán uno de los peores presagios desde el punto de vista mundano, ya que significan que una enorme fuerza de liquidación sopla sobre la persona, y esa fuerza puede desviarla de su ruta y no permitirle dirigir su vida según su voluntad, ya que se verá sometida al pago de sus deudas pasadas, enemigos, prisiones, enfermedades, desgracias.
     Si la Casa XII se encuentra situada en signos de Fuego, y con disonancias, las pruebas serán de tipo moral y la persona se verá sujeta a una moral arbitraria, vacilante. Será víctima de inmoralidades, se verá expuesta a tentaciones éticas. Pagando un karma contraído en anteriores vidas, puede al mismo tiempo cargar cantidades de futuro karma, ya que los de Fuego son signos Yod, o sea, portadores
de semilla. Sirva de ilustración el caso de un individuo que en la pasada vida fue juez y que en la presente debe pagar su karma encarnando en una familia de ladrones, que le inducirá al delito, de modo que si cede a esa inducción, encontrará un nuevo karma.
     Si la Casa XII se encuentra en signos de Agua, las pruebas serán de tipo sentimental: las disonancias pueden producir: traiciones, infidelidades, amores rotos, relaciones difíciles, enamorarse de la persona equivocada.
     Si se sitúa en signos de Aire y con disonancias puede dar: pruebas relacionadas con las ideas, ideologías, pensamiento, intelecto; la persona se encontrará a merced de sus enemigos ideológicos, militando en grupos condenados a la oposición y, de un modo u otro, imposibilitados o incapacitados para expresar sus ideas, pruebas en grupo, en clase.
     Si se producen disonancias y la Casa XII se encuentra en signos de Tierra, ello constituye una amenaza para el físico de la persona: enfermedades, cárceles, pérdida de bienes materiales, accidentes, pruebas relacionadas con la materialización, con acabar cosas.
     La acumulación de planetas en este sector es signo de una vida atareada, de escasa libertad y de sumisión al destino.
     La Casa XII es una Casa Vav, de exteriorización y en ella actúa Binah.

Casa VII.
     La Casa VII expresa en la Tierra las potencialidades de Libra. Dijimos al estudiar el signo que en él nace el Elemento Aire, el que genera la lógica y la razón que inclinan al ser humano a la búsqueda del complemento. Todo ello cristaliza en la Casa VII en forma de búsqueda del otro, del complemento que ha de permitirnos realizar nuestro programa humano. Ya señalamos al hablar de Libra el carácter razonable de esa búsqueda, su carácter no sentimental. Antes, los matrimonios los realizaban los padres, sin que entrase en línea de cuentas la sentimentalidad de los interesados. Hoy son los sentimientos o el sexo lo que origina un matrimonio y no puede decirse que esto haya aportado mayor estabilidad al edificio conyugal, sino más bien al contrario.
     Hemos visto como en la Casa V aparece un amor que es don divino y que nace del sincronismo absoluto entre dos seres, de su perfecta identificación el uno con el otro por haber vivido experiencias similares. Pero ese estado de perfecto goce no es el perseguido por la evolución y esos grandes amores románticos no entran en la política del Ego Superior. Son un oasis, un suntuoso descanso entre dos batallas y después hay que saber decir adiós y proseguir el peregrinaje.
     El matrimonio ha de servir para limar asperezas y limitar los poderes de un Yo que solo sometiéndose a las leyes de Binah conseguirá realizar su obra. En la Casa VII encontraremos, pues, información sobre el cónyuge, su forma de ser, su carácter, sus cualidades. Igualmente nos informará sobre la personalidad de los socios, de los
aliados, de aquellos con los que la vida nos confronta. En general, veremos en la Casa VII la reacción de la sociedad ante nuestras iniciativas, puesto que la Casa VII se opone a la Casa I, que refleja el impulso de nuestra voluntad.
     La Casa VII mostrará también el aspecto de nuestra vida en el que estamos empezando a reflexionar, a buscar el equilibrio. Será pues el sector en el que se presentarán más dudas, en el que nos costará más tomar decisiones.
     Las disonancias planetarias sobre la Casa VII anunciarán un cónyuge difícil, de mal carácter, malas cualidades o con problemas, psicológicos, de salud, de dinero, etc.      Igualmente, anunciará aliados complicados y problemáticos, de modo que mejor será no tenerlos o tratar de comprender el mensaje que traen. Malas disposiciones de la sociedad respecto a nuestras iniciativas, problemas para encontrar pareja.
     Cuando un excesivo número de planetas se encuentra activando la Casa VII, la persona es literalmente aplastada por el otro, sea el cónyuge, el socio, la organización social. La persona encuentra siempre a otro que llega primero a todas partes y será esencial para él que no entre en conflicto con los demás, que no acuda a tribunales ni a jueces, sino al contrario, que trate de pasar desapercibido sin buscar la confrontación en ningún dominio. La clave estará en aprender a pactar, a escuchar los razonamientos ajenos, porque forman parte de su propia realidad.
     Muchos planetas también pueden dar numerosas parejas.

     La Casa VII es una Casa Yod, de plantación y en ella actúa Kether.

Te dejo el enlace al canal de youtube, por si prefieres escucharlo:
https://www.youtube.com/watch?v=h8DCD8nb804&t=1s







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