viernes, 17 de noviembre de 2017

Astrología Cabalística 9: Casa V – Casa IX

Casa V.
La Casa V expresa en la Tierra las potencialidades de Leo. Este es uno de los sectores peor comprendidos por la Astrología convencional. Nos dicen los manuales que es la Casa del amor y de la suerte, en el juego, en las especulaciones, de manera que el azar se manifiesta en ella. Cuentan igualmente que la Casa V es la indicadora de los hijos y la que informa sobre la fecundidad o esterilidad del matrimonio. Veamos porqué le atribuyen estas facultades.

La Casa V está ligada, indisolublemente a la Casa I, como lo están los signos de Aries y Leo, cuyas potencialidades expresan, de modo que no es posible comprender los mecanismos actuantes en la Casa V sin referirnos a la actividad de la Casa I. Ambas pertenecen a signos de Fuego y dijimos al estudiar la Casa I, que en ella actúa la voluntad humana a la manera con que la cósmica lo hace a través del signo de Aries.

Dijimos, igualmente, en el curso de Misterios que cuando la voluntad se pone en marcha, se movilizan automáticamente las fuerzas de la Providencia contenidas en Hochmah, para llevar a la perfección aquello que la voluntad ha iniciado: es el amor de Dios que desciende sobre el ser humano para premiar sus esfuerzos. Ese Amor se manifiesta a través de la Casa que representa el segundo signo de Fuego, o sea, la Casa V.

Así pues, lo que obtengas a través de la Casa V estará en relación con la fuerza de voluntad que hayas desplegado. Si tu Casa I está atrofiada, si careces de iniciativas, tu voluntad desfallece, no cabe esperar prodigios de la Casa V. Pero por otra parte, como no hemos empezado a vivir en la presente existencia y todos nos debemos, en bien o en mal, a lo que han sido nuestras vidas pasadas, hay un factor kármico que pesa sobre la Casa V, pudiéndose recibir a través de ella dones buenos o malos procedentes del pasado.

Vemos, así, que es el Amor de Dios el que se expresa a través de la Casa V y será inútil que busquemos en ella los ligues de la persona porque no los encontraremos. Ese amor providencial puede expresarse de diversas formas, y de ahí la idea de azar favorable inherente a esta Casa. Puede manifestarse dando al individuo al ser justo y perfecto que ha de completarlo, el que es su complemento ideal en todos los
sentidos, lo que hemos llamado el alma gemela.

Los textos sagrados, cuando se refieren al ser humano, designan a los dos sexos unidos, no considerándolo completo si el hombre y la mujer no unen sus fuerzas. A veces, los ángeles del destino tienen que mover rocas y peñas para encontrar el alma gemela de alguien que, por sus actos de voluntad, ha merecido el premio de la perfecta unión. Si esa perfecta unión no es posible, por destino o porque el alma gemela no esté encarnada, la persona puede recibir su compensación en metálico, ganando a la lotería, a la quiniela o mediante especulación bursátil. Una cosa o la otra, no las dos, puesto que generalmente los méritos de un individuo no son tantos. Por ello dice el refrán: «Afortunado en el juego, desgraciado en amores» A través de la Casa V, Dios premia los méritos, mientras que en la Casa II se obtiene el dinero justamente ganado tras duras jornadas de labor.

El signo en que se encuentra situada la Casa V marcará el período de la vida en que se manifestará la suerte. Como ya dijimos, los signos de Fuego rigen los primeros 21 años, a razón de siete años por signo. Si la Casa V se encuentra en uno de ellos, el amor vendrá de la infancia y será debido a méritos anteriores a la presente existencia. Si la Casa V se sitúa en signos de Agua, la suerte y el amor vendrán de los 21 a los 42 años; en signos de Aire, de los 42 a los 63 y en signos de Tierra, será en la etapa final, de los 63 a los 84 años. Aunque también debe tenerse en cuenta que cada vez que un planeta transita por tu Casa V, activará tu suerte.

Respecto a la fecundidad, siendo Leo el signo en el que la espiritualidad se interioriza y actúa desde dentro, es evidente que la Casa V, que Leo rige, será la que materialice esa espiritualidad y que constituya la puerta por la que las almas se precipitan al molde físico. La alta frecuencia vibratoria de Leo hace que el desnivel de luminosidad sea menor entre el mundo material y el de deseos, constituyendo así la Casa V el escalón que conduce al mundo físico. La Casa V hablará de la calidad de las almas que vienen al mundo a través de nosotros y su andadura en la Tierra.

La Casa V es también, según los manuales de astrología, la que indica la capacidad para la enseñanza. Leo es el acumulador de luz; es el signo regido por Hochmah en El
Árbol de la Vida y por el Sol, de modo que en él se acumula la sabiduría y, siendo así, es natural que la Casa V sea el canal adecuado para el desprendimiento de esa sabiduría y que los demás puedan succionarla como las abejas succionan el néctar de la flor.

Por último, en la Casa V se inscribe el tiempo libre, con sus placeres, diversiones, deporte, juegos, la práctica de las aficiones, de los hobbies, lo cual completa la idea de premio, de recompensa que expresa esta Casa y que puede manifestarse como una plenitud física para ser campeón deportivo.

Las disonancias planetarias sobre este sector serán anunciadoras de malas recompensas, de mal progenie, de mal ejemplo dado por el individuo, de mala utilización de la libertad y de los placeres que ofrece la vida, de enseñanzas fatales y perturbatorias.

Cuando un excesivo número de planetas se encuentra en este sector, la persona recibe demasiadas recompensas, mucha suerte. Se habrá hecho acreedor a muchos pagos y las facilidades lloverán sobre él de tal manera que quizá pase toda su vida sin realizar el menor esfuerzo, viviendo de las rentas del pasado, lo cual supondrá un parón en su camino evolutivo. también puede inclinarle a querer enseñar demasiadas materias o a querer vivir del cuento para tener mucho tiempo libre.

La Casa V es una Casa He, de interiorización y en ella actúa Hochmah.

Casa IX.
La Casa IX expresa en la Tierra las potencialidades de Sagitario. Dijimos al hablar de este signo que en él el designio divino se exterioriza, de modo que a través de la Casa IX exteriorizaremos el designio de nuestro Yo pasajero en la presente vida, es decir, el proyecto señalado por la posición de nuestra Casa I o Ascendente.

Los manuales de astrología indican que la Casa IX expresa nuestro pensamiento, nuestras ideas, pero esto no es exacto. Hemos visto que las ideas son atributo de los signos de Aire, mientras que la Casa IX corresponde a Sagitario, un signo de Fuego. No es el pensamiento el que emerge de la Casa IX, sino la fuerza moral que la persona ha ido acumulando a lo largo de sus vidas: es la voz de la conciencia, que se opone a las ideas que sí exterioriza la Casa III, la que forma polo con la IX.

La situación de esta Casa nos permitirá saber si la fuerza moral de la persona es mucha o poca, es decir, veremos quién ganará el ineludible combate entre el Bien y el Mal, y nos permitirá calibrar su grado de espiritualidad.

Por otra parte, la Casa IX rige los viajes. Ya hemos dicho repetidamente que la exteriorización de algo que se lleva dentro, se traduce en la vida mundana por un viaje. La exteriorización del designio divino en Sagitario supone un largo viaje desde el cielo hasta la Tierra, y la Casa IX convertirá este proceso en un largo viaje físico, de modo que el sector IX nos informará sobre los largos desplazamientos que realizará la persona a lo largo de su vida.

Los aspectos disonantes planetarios sobre la Casa IX harán que la persona exprese torcidamente el mensaje ético. Puede ser un fanático religioso o un ateo y en uno u otro caso expresará una moral arbitraria y falsa, guiándose por valores que no son duraderos, que reflejan el mundo al revés.

Viajes tempestuosos, arriesgados, difíciles y pobres en resultados: exilios, proscripciones, fugas, etc. Búsqueda del más allá a través de la dificultad o el sufrimiento.

La excesiva acumulación de planetas en este sector producirá frecuentes cambios en la línea moral del individuo; pasará de una religión a otra con gran facilidad, de una
corriente espiritual a otra y se verá obligado a viajar constantemente, a cambiar.


La Casa IX es una Casa Vav, de exteriorización y en ella actúa Binah.

Os dejo el enlace al Canal de Youtube, por si prefieres escucharlo:





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