"""Existen memorias perturbantes y memorias benéficas.
Todos los seres somos portadores de memorias maravillosas;
las que tuvieron efectos benéficos para nuestra alma.
Nuestra alma es un archivo de todo lo vivido.
No es necesario contemplar tan solo las memorias de sufrimiento;
es cierto que existen y pueden ser transformadas en humus para tu maduración y florecimiento;
todo recuerdo doloroso grabado consciente o inconscientemente puede y debe sanarse.
Pero también podéis recordar, amplificar y bendecir todas las memorias del amor dado y recibido,
las memorias de alegría y de paz, las memorias de plenitud y prosperidad,
las memorias de salud y agilidad…
Lo importante es la actitud que toméis ante el almacén de vuestra alma.
La sanación profunda tan solo puede venir desde dentro.
No alimentéis más la falacia de curar desde el exterior.
No os enfoquéis más en los problemas sino en las
posibilidades y la potencialidad.
Buscad, o ayudad a buscar, las memorias que os enferman, que os intoxican y que conformaron vuestro ser, agradeciendo el haberla identificado.
Pero no olvidéis jamás
el buscar a la vez las miles de memorias magníficas
que también os formaron y llenaron de luz,
hasta el punto de alabarlas, agradecerlas y dignificarlas.
La gratitud es una de las etapas determinantes de la ascensión humana"""
(Palabras de Magdalena para el 2010" de Marta Povo. Tan vigentes como entonces).
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