Casa
X.
La
Casa X expresa en la Tierra las potencialidades de Capricornio.
Dijimos al hablar de este signo que en él se encontraba la materia
prima para la construcción del universo físico. La
Casa X nos indicará la manera utilizada por la persona para
construir ese universo, o sea, que veremos en ella sus aptitudes para
el ejercicio de una profesión. Es a través de este canal que el ser
humano dejará sus huellas en la Tierra, ya que su acción mental y
emotiva será creadora de una realidad más lejana, mientras que la
Casa X señala su actividad presente a través del trabajo diario.
Si
la Casa X se encuentra en signos de Fuego, ello indicará que la
persona tendrá la vocación de un oficio relacionado con los valores
éticos, como el sacerdocio, la
filosofía,
la política, la enseñanza, el conocimiento profundo de las cosas.
Si
se encuentra en signos de Agua, se orientará hacia una actividad
relacionada con los sentimientos y las pasiones y todos los
valores subjetivos y efímeros que se desprenden
de ellos, será alguien que con su trabajo alimenta los instintos,
los deseos,
los sueños de la humanidad.
Si
se encuentra en signos de Aire, será un trabajador intelectual
que dejará su impronta
en las ideas o será el servidor de una idea, grande o pequeña,
filosófica o
comercial.
Si
se encuentra en signos de Tierra, trabajará directamente con los
objetos físicos, alternando su forma primitiva de una manera
u otra.
Es
preciso aclarar, que cuando decimos que esa persona se dedicará a
esto o a aquello en el terreno profesional, lo hará si sigue su
inclinación natural y si utiliza las
herramientas
que le ha facilitados el universo. Pero a menudo, las personas
tienen tendencia
a seguir lo que dictan sus deseos y así se encuentran haciendo lo
que desean
y no lo que deberían, en función de sus cualidades.
Todas
las fuerzas del universo gravitan hacia la Casa X, ya que el objetivo
de la Creación
es ir convirtiendo la idea en piedra para, en una fase
ulterior, transmutar la piedra en esencia espiritual.
Ahora
nos encontramos en la fase involutiva, en la que el espíritu
desciende hacia la materia, de modo que esa convergencia de todos los
impulsos hacia la Casa X hace que
éste sea un punto clave del horóscopo. Es el espacio en el que la
persona encontrará
todas las facilidades imaginables para realizar su programa
humano.
Cuando
el mayor número de planetas se encuentran por encima del horizonte, alrededor
de la Casa X, que constituye el cenit, el punto más alto del
cielo de la persona,
gozará de grandes facilidades para acceder a puestos de honor. Sean
cuales sean
sus capacidades reales.
Una
Casa X abarrotada de planetas, es la garantía de que la persona será
director general
de algo, que tendrá mando. En cambio, una Casa X huérfana de
planetas es síntoma
de que se carecerá de ayudas y que la persona tendrá que
conquistarlo todo paso
a paso, con esfuerzo.
La
Casa X también rige el padre y nos indica su carácter, su
posición, sus problemas.
En este sentido es indicadora de la situación social de la familia.
El padre físico
es un reflejo del padre espiritual, de Kether, la más alta jerarquía
creadora (en el
Árbol de la Vida). Si nuestras relaciones con la divinidad son
artificiosas, arbitrarias,
oscuras, veladas, inciertas, tendremos un padre físico que expresará
de algún
modo esas características: será violento, huidizo, borracho, o
pobre en recursos,
etc. Su defecto nos revelará el género de barrera existente
entre nosotros
y la divinidad. Y también a través de él, del padre físico, Dios
nos indicará el camino
para salvar el escollo que nos separa de El.
La
obediencia al padre físico, por arbitrarios que sean sus
dictámenes, es el camino más recto para alcanzar la visión del
esplendor espiritual. El conflicto entre padres e hijos, propio del
mundo actual, ilustra el dramático alejamiento del ser humano de su
fuente espiritual. El amor hacia el padre revela una naturaleza fiel
al designio del espíritu.
La Casa X nos indicará igualmente las relaciones de la persona con
su esencia
espiritual.
Las
disonancias planetarias sobre este sector pueden obstaculizar la vida profesional
de la persona así como sus relaciones con el padre. La profesión no
dará de
sí lo que cabría esperar por el talento mostrado; el trabajo
carecerá de continuidad y
no será el más apropiado a sus aptitudes, dificultando el hallazgo
de un empleo en el
que esas aptitudes puedan emplearse.
Ya
hemos hablado de los efectos de una concentración planetaria en este
sector. Añadamos
que produce, además, una persona extrovertida, viviendo de
cara al exterior,
cultivando una intensa vida social de festejos, celebraciones,
cócteles, fiestas mundanas
que le darán ocasión de relacionarse y obtener ventajosos puestos profesionales;
pero se verá privado de toda intimidad y no podrá echar raíces en nada.
La
Casa X es una Casa Yod, de plantación y en ella actúa Kether.
Casa
II
La
Casa II es la manifestación natural de Tauro. Dijimos al estudiar
los signos, que Tauro es el que otorga los goces
materiales, no porque le haya caído en suerte ser esto como
podía haber sido otra cosa, sino porque supone el final de un largo
camino de labor y de dificultades y hemos llegado a la hora de la
recompensa y del descanso. Estamos en la etapa once del trayecto
iniciado un día en Aries. La Casa II indicará, pues, cuáles son
las cosas en las que hemos trabajado anteriormente y que ahora nos
darán sus frutos. La Casa II nos dirá de dónde sacará la persona
su sustento material.
La
Casa II también nos hablará de los valores personales, de
qué valora la persona en su vida, de cómo se valoriza y se
desvaloriza. Este es también un sector de disfrute,
de vivir la vida, de saber emocionarse con una buena película, una
puesta de sol,
una comida…
La
Casa II en signos de Fuego: la Providencia proveerá en
bienes. El dinero le llegará
de forma impulsiva, inesperada, como caído del cielo.
La
Casa II en signos de Agua: los sentimientos, los deseos y las
emociones serán el principal motor de los ingresos y gastos.
La
Casa II en signos de Aire: el provecho vendrá de trabajos
intelectuales, de las labores
de comunicación.
La
Casa II en signos de Tierra: su sustento provendrá de cosas sólidas,
de temas prácticos,
de un trabajo material.
Las
disonancias sobre la Casa II dificultarán el libre acceso de la
persona a los recursos
materiales, de modo que éstos le vendrán de una manera forzada, dramática,
y si esos malos aspectos son múltiples, pueden significar el impedimento
total a la persona de alcanzar los medios que han de sostenerla.
O generarán
más gastos que ingresos.
La
acumulación de planetas en ese sector es indicio de que los bienes
materiales tendrán
una prioridad absoluta en la vida de la persona y su
adquisición será el centro
y el motor de toda su actividad. Numerosos ingresos y cuantiosos
gastos.
La
Casa II es la Casa He de los signos de Tierra y, por consiguiente, en
ella actúa el aspecto amor, bondad divina, de modo que la
persona recibe a través de ella su parte,
porque Dios alimenta a todas sus criaturas. Si esa corriente
receptiva se encuentra
obstruida por disonancias, es porque la persona, en anteriores actuaciones,
ha maniobrado de tal manera que se ha cortado ella misma de las fuentes
del eterno amor.
La
Casa II es una Casa He, de interiorización y en ella actúa Hochmah.
(Te dejo el enlace al canal de youtube, para que lo escuches:
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