En los capítulos siguientes se hace un intento por tomar uno por uno los diferentes vehículos del hombre, examinar sus funciones respectivas hasta donde podemos entenderlas en los planos inferiores, y luego mostrar los pasos preliminares con los cuales se pueden mejorar estas funciones. Sólo de esta manera es posible tratar sistemáticamente el problema de la renovación de sí mismo.
Pero
no sólo hay que intentarlo de un modo sistemático, sino también
científico. Lo cual significa
dos cosas. Primera, adoptar la actitud científica hacia la totalidad
del problema, para
lo cual hemos de comprender claramente que al tratar con estos
vehículos estamos trabajando
dentro de una esfera de leyes naturales tan confiables como las leyes
del mundo físico sobre las cuales se ha levantado la estructura
conjunta de la Ciencia moderna. Esto hay que recalcarlo porque
prevalece generalmente un concepto equivocado acerca de todos los
aspectos de la vida distintos al aspecto físico. Tanto el hombre
corriente como pensadores avanzados y científicos tienen ideas muy
extrañas con respecto a todas las cosas de índole mental o moral.
Dan por sentado que en el mundo físico todo ocurre conforme a leyes
naturales fijas, pero que en la esfera de nuestra vida mental o moral
nada está definido o seguro; muy pocas personas toman en serio las
llamadas leyes mentales y morales. Lo cual equivale a suponer que
una parte del universo es un cosmos mientras el resto es un caos;
pero lo absurdo de esta suposición no lo reconocen generalmente
personas que están demasiado embargadas en el mundo físico para
poder ver nada más allá.
Hay
un criterio para juzgar si nuestra fe en las leyes de la vida interna
está firmemente basada:
Cuando fracasamos en obtener los resultados que esperamos en
cualquier experimento
que hagamos respecto a nuestra vida interna, ¿nos deprimimos y
dudamos de la validez de esas leyes? ¿O consideramos tal fracaso
meramente como una consecuencia de que no hemos provisto todas las
condiciones necesarias para el buen éxito del experimento? Muchos de
los que emprenden la renovación de sí mismos y empiezan a educar
sus pensamientos y emociones, se descorazonan porque no obtienen los
resultados que esperan tan rápidamente como quisieran. Y algunos
hasta abandonan todo esfuerzo en esa dirección, pensando que no
existe nada seguro en este campo. Esa actitud no tiene nada de
científica y muestra que no han entendido la base exacta de la
Renovación de Sí Mismo.
Una
actitud científica hacia estos problemas significa también que no
debemos considerar los
fenómenos de la vida superior como algo misterioso. Es cierto que
tenemos que acercarnos
a esas regiones superiores de lo invisible con espíritu de
reverencia; pero eso no debe hacernos olvidar que esas regiones están
sujetas a leyes naturales propias y que solamente
pueden obtenerse los secretos de esas regiones por la experimentación
y la recta utilización de las leyes que operan en ellas. Todos los
hechos y las leyes que en conjunto constituyen el Ocultismo han sido
descubiertos no por algún proceso misterioso, sino por observación
y experimentación hechas con la ayuda de facultades y poderes
superfísicos. Han sido comprobados repetidas veces por estudiantes y
Adeptos del Ocultismo que han hollado este sendero de
desenvolvimiento interno y los han encontrado confiables bajo toda,
clase de condiciones. Así, cuando un estudiante entra en este vasto
y fascinante campo de su naturaleza interna y se dedica a extraer de
él toda clase de facultades y capacidades extraordinarias, debe
entender que puede lograr todo cuanto quiera siempre que posea la
clave del conocimiento y la voluntad de perseverar a despecho de
todas las dificultades que le salgan al paso. Pero el mero
conocimiento teórico no basta. Ha de experimentar; ha de comprobar
las leyes de la vida interna, y ha de elaborar una técnica para
aplicarlas eficazmente. Sólo así podrá avanzar firmemente en el
conocimiento de su propia naturaleza insondable y del universo en el
que vive.
Pero
hay algo contra lo cual hemos de estar en guardia. El hecho de que
los fenómenos de la mente estén sujetos a leyes naturales, no
significa que podemos obtener los resultados con tanta rapidez y de
la misma manera que cuando se trata de fenómenos físicos o mecánicos.
Los resultados de experimentos mecánicos, físicos o químicos, aparecen inmediatamente
porque no envuelven procesos vitales. Cuando se involucran procesos vitales,
los fenómenos no sólo son más complicados sino que los resultados
no vienen sino después de un tiempo comparativamente mucho más
largo. En el caso de fenómenos biológicos los resultados toman
mucho más tiempo para aparecer, y no se obtienen con tanta certeza
como en los fenómenos mecánicos. Debido a la complejidad del
proceso estamos más expuestos a pasar por alto algunos factores; y
esto explica las fallas; pero tan pronto como estas fallas se
corrigen, los resultados aparecen. Y nadie le niega a la biología su
categoría de ciencia porque haya esta incertidumbre y demora; sigue
siendo una ciencia, a pesar de ello, porque el resultado obedece a
leyes naturales, aunque el proceso sea largo y complejo. De modo
similar, cuando se trata de fenómenos mentales y espirituales la
demora en obtener un resultado bajo ciertas condiciones no significa
que no existen leyes inmutables que operan en esas esferas. Sólo
significa que las condiciones son diferentes, más complicadas, y que
requieren un ajuste mucho más inteligente de todas las condiciones
que aseguran el buen éxito.
Por
tanto, no nos imaginemos que por el hecho de que la Renovación de Si
Mismo obedezca
a leyes naturales, nuestra tarea sea como la de armar un automóvil
conforme a un plano y luego manejarlo hacia nuestro destino de una
manera rutinaria. El proceso está lleno
de dificultades y complicaciones de toda clase que requieren trato
cuidadoso y esfuerzos
pacientes y prolongados. Pero los resultados se basan en leyes
naturales, y por tanto
nuestro buen éxito final es seguro. Es en este sentido solamente que
la Renovación de Sí Mismo o Yoga es una ciencia.
La
meta de la Renovación Propia se indicó ya ampliamente en el
capítulo primero. Esencialmente
es la de vivir una vida de perfecta libertad en concordancia
consciente con el Espíritu divino y ejerciendo con maestría
perfecta los poderes y facultades pertenecientes a todos los planos
en el cumplimiento de la Voluntad Divina. Pero esta es una meta que
el aspirante no puede alcanzar sino tras varias vidas de intenso
esfuerzo. Entonces, ¿no tiene nada qué ofrecernos la Renovación de
Sí Mismo en el inmediato presente, y hemos de emprender esta larga y
ardua tarea meramente con la esperanza de hacernos perfectos e
iluminados en alguna vida futura? Sí tiene. Quienes estudien este
libro hasta el final verán inmediatamente que aunque sea un pequeño
progreso en esta dirección será de gran ventaja para el estudiante
y lo librará de la mayoría de las ansiedades y miserias de la vida.
Imagine
el lector, por un momento, lo que será su vida Si logra adquirir
dominio sobre su cuerpo
físico y sus emociones y pensamientos, y si es capaz de regular
estas actividades de acuerdo con los dictados de su razón y de su
juicio más elevado. Imagínese libre de amarres físicos, sin
perturbaciones emocionales y sin los afanes y ansiedades de una mente
turbada y acosada, llevando una vida perfectamente serena en medio de
cualesquiera circunstancias que le toquen, dependiendo de sus propios
recursos internos para obtener la fuerza y la dicha que las personas
corrientes buscan en vano en el mundo externo. Y en medio de esa vida
tranquila y controlada por él mismo, imagínese que lucha con
constancia y fervor por su meta final que es la de alcanzar
iluminación. Esta es una meta digna de que cualquier hombre o mujer
luche por alcanzarla. Y puede alcanzarse en esta misma vida, con tal
de acometer con sinceridad y determinación el problema de
transformar la vida interna. El tiempo que le tome a un hombre
alcanzar la meta final, dependerá naturalmente de los esfuerzos que
haya hecho en esta dirección en sus vidas anteriores, y también de
su etapa evolutiva y de su karma; pero nada puede impedirle
adquirir un estado de equilibrio mental y calma y paz ahora mismo, en
esta vida, si se lo propone con suficiente firmeza y fervor.
De
suerte, pues, que la Renovación Propia tiene un mensaje de esperanza
y de aliento y de vida dichosa, para todos. Y todo el que la acometa
con recta sinceridad cosechará beneficios
desde el principio mismo. Y aun cuando la muerte le llegue, sabe que
ha puesto los cimientos de una vida iluminada y libre; y que ha
colocado los pies en la senda que lo lleva hacia su meta, y que en su
próxima vida reanudará esa tarea fascinante en el mismo punto en
que la interrumpió en ésta.
El enlace al libro, por si prefieres leerlo a tu ritmo:
El enlace al canal de youtube, por si eres de los que prefieren escuchar:
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