viernes, 25 de agosto de 2017

Método Kabaleb - 12: El Cordón Plateado.- El reposo del difunto.- Apego y Amor.- Ciudadanos del Nuevo Mundo.

El Cordón Plateado.
     Tras la desaparición del Átomo Germen a la muerte física de la persona, el cuerpo físico se encuentra todavía ligado a los cuerpos superiores –el de emociones y el mental- a través del llamado Cordón Plateado o Hilo Etérico. Este es un filamento brillante de color plata y su forma es la de dos números seis unidos, estando un extremo conectado al corazón y el otro al centro vórtice del cuerpo de deseos.
     Por ese cordón plateado transitan las imágenes de la vida que acaba de terminar con toda su carga emotiva. Dichas imágenes proceden de la sangre, en la que se van grabando las vivencias y las emociones que despertamos en los demás con nuestra forma de obrar. Este registro vital pasa al cuerpo de deseos por el puente tendido por el Cordón Plateado.
     Este proceso dura de uno a tres días y es de suma importancia que la persona fallecida disponga de serenidad alrededor de ella para que la grabación de estas imágenes en el cuerpo de deseos se efectúe con el mayor rigor. (Y no nuestras prisas por enterrar o incinerar al recién fallecido)
     La ciencia médica suele considerar que la muerte tiene lugar cuando cesa la actividad cerebral. Pero es el paro cardiaco el que produce la muerte y la ruptura del Cordón Plateado. Como ese rompimiento puede producirse hasta tres días después de la muerte, de ahí LA IMPORTANCIA DE EVITAR, EN LO POSIBLE, VIOLENTAR AL FINADO. (Algo que para nada se tiene en cuenta en esa sociedad de prisas y más para "quitarse al muerto de encima", nunca mejor dicho. Ya sabéis a qué me refiero).

El reposo del difunto.
     Toda molestia que pueda experimentar el cuerpo en los días posteriores a la muerte irá en detrimento del trabajo que está realizando, ya que el trasvase de imágenes sufrirá interferencias que pueden incluso propiciar que alguna de ellas se pierda, lo cual obligaría a la persona a tener que repetir en otra vida las vivencias malogradas.(Esto es muy serio ¿verdad?)
     LO IDEAL SERÍA DEJAR AL DIFUNTO DURANTE TRES DÍAS EN UN AMBIENTE DE RESPETUOSO SILENCIO, ya que los llantos y manifestaciones de dolor de sus familiares también afectan a ese trasvase y le impiden fijar su atención en la grabación de imágenes. Si resulta imposible, como mínimo, deberíamos intentar que pueda pasar veinticuatro horas de paz para conseguir realizar el ejercicio del trasvase, también llamado trabajo post-mortem. Así mismo, ayudará a su alma a encontrar la serenidad que sus familiares recen una plegaria por él.
     En el momento evolutivo en el que nos encontramos, es natural sentir tristeza por tener que despedir a un ser querido. Actualmente, existen numerosas culturas que convierten el duelo en una fiesta organizada por la familia del finado, ya que consideran que el alma sigue su trayecto y se encuentra mucho mejor sin el peso que conlleva el cuerpo físico. (Algo que la que esto suscribe ya vislumbraba de muy jovencita y hacía preguntas que nadie supo contestar). 
     Cuando la mayoría de la humanidad comprenda que se trata de un simple viaje, que la persona va a efectuar un recorrido y que incluso es muy posible que se vuelvan a encontrar, entonces la concepción del duelo cambiará. En ese momento uno se despedirá de sus difuntos como quien se separa de alguien que se marcha para realizar un viaje de largo recorrido. (No es más que eso).
     Conviene sustituir la palabra “muerte” por “TRÁNSITO”, nos resultará más suave y es más adecuada. (No deja de ser un tránsito, Es un tránsito). 
     El tránsito es un proceso natural, todo el mundo sabe que tiene que iniciar su gran viaje tarde o temprano, pero resulta chocante el apego que generamos hacia las personas queridas, porque ese enganche es el que nos produce más dolor a la hora de soltarnos. Creamos dependencias los unos de los otros y eso mengua nuestra libertad de acción. Fijémonos en los héroes de las películas, Superman por ejemplo, realizó su función con gran eficacia hasta que se sintió apegado a una mortal. (Es para reflexionar)

Apego y amor.
     Tenemos un concepto del amor muy particular. De entrada, utilizamos en exceso los pronombres posesivos: mi mujer, mi marido, mi hijo... El amor es un concepto mucho más universal, EL AMOR ES INCAPAZ DE ATAR A NADIE, EL AMOR ES PURA LIBERTAD. (¡Este es de los míos!) Si amas a una persona, debes ser feliz si ella es feliz y viceversa. Debe unirnos el ánimo de compartir, de vivir experiencias comunes, de conseguir la dicha ajena.
Eso suena bonito pero irreal, y lo seguirá siendo mientras DECIDAMOS (siempre repito: Yo Decido) que así sea, pero si un ser humano, de forma individual, se propone y puntualicemos, se propone, alcanzar un estado de desapego, de amor desinteresado, estará plantando una semilla que acabará por fructificar. Cuanto mayor sea el desapego, menos doloroso resultará el tránsito. (Es muy fácil. Siempre digo lo mismo: ¡Es muy fácil! Y también digo: Yo decido)

Ciudadano del nuevo mundo
     Una vez roto el cordón plateado, la persona ya forma parte de un nuevo mundo. El mundo de Deseos o Astral es idéntico a la tierra en su forma, constituido por un componente más sutil, invisible al ojo físico. Esta materia interpenetra el globo físico y sobresale unos cuantos kilómetros al exterior, de modo que es mayor. Los mundos Físico y de Deseos están unidos en el espacio. Puedes desplazarte de un lugar al otro sin moverte de sitio, de igual manera que los sólidos, líquidos y gases se encuentran juntos en nuestro cuerpo físico, inter penetrándose unos a otros.
     La nueva vida en ese mundo depende mucho del nivel de conciencia de la persona que acaba de realizar el tránsito (morir). El recién fallecido es esperado del mismo modo que el bebé cuando nace, pero en ocasiones le cuesta ver a los familiares que acuden a recibirlo (abrir los ojos).
     El mundo de Deseos es un mundo de luz y cuando alguien acaba de desprenderse del envoltorio físico, vuelve a su estado natural, que es ser luz. Es como si nos hubieran
puesto una escafandra de submarinista o una armadura, en la que solo penetra la luz por una rendija, en el momento que nos la quitamos, da la impresión que la luz exterior es
impresionante. La chispa divina contenida en cada ser humano es pura luz.
     Algunas personas empiezan a conectar con sus parientes fallecidos antes del tránsito (ven gente en su habitación), aunque muchos son los que se lo callan por temor a que los tomen por gente rara o crean que están locos. Cuando esto sucede, significa que la persona ya está preparando las maletas, está a punto para marcharse.
     Si el que acaba de fallecer estaba muy apegado a la tierra, a su dinero, sus pasiones, sus enseres, tardará en abrir los ojos a su nuevo estado. Cerrará sus sentidos a la percepción del mundo que tiene delante y se aferrará con sus sentimientos a la tierra que acaba de dejar. Lo mismo que algunos bebés que, imaginándose todavía en el útero materno, tardan varios días en abrir los ojos a su nuevo mundo. Igual que en la vuelta de vacaciones, algunos suelen tardar varios días en adaptarse de nuevo al trabajo. (¡Buenos símiles!)
     Ocurre incluso que la persona se niegue a aceptar la pérdida de su cuerpo físico y los que poseen visión espiritual pueden ver al «fantasma» de ese individuo montando guardia ante su caja fuerte y desesperándose al ver como sus herederos lo pasan en grande derrochando lo que él con tanto apego guardaba. Del mismo modo, pueden ver a los que fueron aficionados al alcohol introducirse en barriles de vino, con la esperanza de impregnarse de los vapores etílicos. (Puede sonar a chiste, y es totalmente cierto, verídico y comprobado).
     Resulta triste estar apegado a una posesión sin poder disfrutar de ella, de modo que, a fuerza de frustraciones, esos seres acaban apartándose de un camino imposible y un día abren los ojos a los trabajos que les esperan en el nuevo mundo. Entonces descubren a sus familiares y siguen su senda evolutiva.
     Algo similar sucede con quienes estaban unidos por lazos muy fuertes a personas que se quedan en la tierra. El llanto de estas últimas, sus ansias de que vuelvan, su desamparo, su angustia, el auxilio que solicitan los mantiene emotivamente unidos y les impide seguir su camino evolutivo. Ese amor posesivo de una persona viva por una fallecida resulta perjudicial para los desencarnados (los que carecen de cuerpo físico). (En algún vídeo explico lo que descubrí con mi padre, después de 40 años de irse) La forma de amor correcta de un vivo hacia una persona en tránsito consiste en desear que se aleje y viva en plenitud su nueva situación.
     La información sobre estos temas está a nuestro alcance, pero cada uno de nosotros debe acceder a ella de forma individual. Existen infinidad de libros que explican este proceso y todos los demás, sólo tenemos que leerlos.      Aunque para encontrarlos es preciso estar preparado y para ello es necesario soltar apegos. Alguien muy atado a sus emociones primarias tiene poco interés por estos temas y prefiere pensar, porque le resulta más cómodo, que todo empieza y acaba en esta vida. A la hora de la verdad esa persona tampoco actúa en consonancia con estas ideas, de lo contrario trataría de disfrutar más de lo que tiene en lugar de apegarse y repetir siempre los mismos patrones; más que atesorar dinero y llenar sus cuentas bancarias, buscaría la manera de gastarlo y disponer de más tiempo libre. (Algo que sería muy coherente y sin embargo no lo hacen).
     En el caso que una persona muera joven y carezca de familiares conocidos que estén en el más allá, se presenta un comité de acogida formado por ángeles.
     Los que se quedan en el mundo físico, los familiares del difunto, pueden ayudarle a superar el trance del tránsito a través de sus oraciones. Al orar movilizan fuerzas elementales que protegen al recién fallecido, aislándolo de influencias negativas y proyectándolo hacia la cumbre, hasta dejarlo en la zona en la que se realizan los trabajos que ahora le incumben. En las oraciones es preceptivo pedir a los guías que lo eleven, que le permitan salir de la zona intermedia para iniciar los trabajos en ese nuevo mundo.
     Si el ruego se formula para que vuelva, para que se acuerde de nosotros y se quede cerca, se frenará la evolución de la persona querida, ralentizando su avance natural. (Repito: OJO AL DATO).
     Una pregunta que surge a menudo: ¿Qué sucede si has sido abandonado por tus padres o si mantenías relaciones tensas, ¿en esos casos también vienen a buscarte?
     Las relaciones que se mantienen en la tierra forman parte del ajuar que se ha elegido para desarrollar las experiencias que necesitamos, pero cuando se finaliza la andadura, la persona se desprende de él (por lo menos hasta la próxima aventura). Así que los familiares vienen a buscarte como si nada hubiera sucedido, ya que en ese momento tu estado de conciencia (y el suyo) es otro.

Preguntas:
1.- ¿Después de haber realizado una experiencia, te tomas un descanso para asimilarla?
2.- ¿A qué o a quién te sientes apegado?
3.- ¿Crees en la reencarnación?
4.- ¿Te has aferrado alguna vez a algo que sabías que debías dejar atrás?

5.- ¿Hay alguien con quien puedas mejorar relaciones? Hazlo.


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