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Capítulo III -
El zodiaco.
Al
iniciar su Creación, cada uno de los dioses creadores de las
distintas galaxias delimitó
un espacio. En lo que a la Vía Láctea se refiere, ese límite
esférico es conocido
con el nombre de Zodíaco.
Siguiendo
con el paralelismo entre lo de “arriba” y lo de “abajo”,
pensemos que antes
de realizar cualquier acto, nosotros al igual que los dioses,
deberíamos definir el
espacio que ese acto va a ocupar en la vida social, familiar, profesional, sentimental
o psíquica. Toda obra necesita un marco de
referencia apropiado en el que
desarrollarse.
Imaginemos
una empresa que tuviera su sala de reuniones en medio de un descampado,
la sensación de vacío de la gente que se reuniera en ella sería
tremenda y
haría imposible que pudieran trabajar de forma adecuada. Cualquier
tipo de actividad
que deseemos realizar debe tener establecido un marco de actuación.
Lo mismo
da que busquemos pareja o que tratemos de vender bolsos. En este
último caso,
además de tener un local, también se debe delimitar el área de
influencia del negocio,
porque si fijamos el ámbito de actuación en un perímetro de
doscientos cincuenta
kilómetros, las acciones publicitarias deberán ser mucho mayores
que si es de
solo dos kilómetros. (Tiene un razonamiento bien lógico)
Para
encontrar pareja resultará práctico centrar los esfuerzos en un
lugar determinado:
tu círculo laboral, una discoteca, un local social, una biblioteca.
Conviene
que frecuentemos los lugares donde sea más sencillo encontrar
personas con las características que buscamos. Para ello es
necesario determinar un espacio.
Estas
tres preguntas te pueden ayudar a crear ese espacio: ¿Qué
me propongo? (Objetivo).
¿Por qué lo voy a
realizar? (Finalidad).
Y ¿Cómo voy a
conseguirlo?
(Desarrollo).
Retomemos
el zodíaco. Está formado por doce categorías de seres espirituales,
de un tipo determinado de energías, que se conocen con el nombre de:
Aries, Tauro, Géminis,
Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario
y Piscis.
En
cada uno de estos signos residen entidades espirituales que en un
periodo anterior
de evolución ya habían adquirido poderes creadores y que al
comenzar la formación
de nuestra galaxia, entregaron su esencia, es decir, la materia prima necesaria
para que con ella Dios pudiera realizar su obra. Dicho de una forma
más simple,
se trata de seres que ya pasaron por la
universidad de la vida y ya estaban dispuestos
a facilitar su experiencia en un trabajo práctico.
Volviendo
al paralelismo entre arriba y abajo diremos que el
ser humano, al igual que la galaxia, está formado con esas energías,
conserva una parte de su esencia, de sus características.
En la naturaleza ese proceso de compartir se repite constantemente,
la tierra entrega sus pastos o los árboles sus frutos para alimentar
a distintas especies, entre ellas al ser humano.
Los
cuatro Elementos.
Volvamos
al zodiaco. Los signos de Fuego: Aries, Leo y Sagitario,
fueron los primeros
en proporcionar su esencia, que podría traducirse en: fuerza de
arranque, ardor,
empuje, espiritualidad, voluntad, impulso creador, entusiasmo. Por
ser los primeros,
les cubre un halo de inconsciencia y de individualidad.
Después
fueron los signos de Agua quienes lo hicieron: Cáncer,
Escorpio y Piscis. Ofrecieron: amor, sentimientos, emociones, deseos,
pasiones. Se inició el sentido de posesión, de mi casa, mi familia.
A
continuación brindaron sus dones los signos de Aire: Libra,
Acuario y Géminis. Su esencia fue: la colaboración, la razón, la
comprensión, la estructuración de la obra, la lógica, el
pensamiento, el entendimiento, la comunicación, el discernimiento.
Se comprendió
la importancia de la colaboración.
Al
Final, fueron los signos de Tierra quienes dieron la puntilla:
Capricornio, Tauro y Virgo. Con ellos llegó la materialización, el
sentido práctico, la concretización, la cristalización, la
capacidad de enraizarse. Es la plasmación de la obra.
De
lo dicho se puede deducir que si la organización de “arriba”
está moldeada con todos esos ingredientes, la estructura de “abajo”,
es decir, cualquier proyecto que
desarrollemos,
también los necesitará. Además, esos componentes tienen un orden determinado,
que va marcado por el propio proceso de evolución.
La
voluntad de
Aries vendrá en primer lugar; la
sabiduría de
Leo; el orden
de Sagitario;
después el ansia de conquista
de Cáncer; la pasión
egocéntrica de Escorpio;
la abnegación de
Piscis; a continuación el eterno
cuestionamiento de Libra;
los descubrimientos e innovaciones de Acuario; la comunicación
de Géminis;
para finalizar con la puesta en práctica
de Capricornio; el goce
de Tauro y el
desprendimiento y
consumación de Virgo. (Como recuerdo a veces, ESTO NO ES
DETERMINANTE. Depende del ascendente, de los signos en las Casas, en
el momento de nacer... En todo caso es SÓLO UN MAPA, NO UN DESTINO.
NO HAY DETERMINISMO).
Si
somos capaces de ordenar correctamente estos materiales cada vez que
realicemos un proyecto, lo más probable es que el propósito se
cumpla con éxito.
Para
conseguirlo, conviene seguir el orden marcado. Siempre que tengas un propósito,
inyéctale su parte de voluntad, de ilusión, de fuerza, de
empuje, correspondiente
al Fuego. Después necesitará amor, sentimiento, pasión, la
fase de Agua.
También requerirá colaboración, estructura, lógica, comunicación,
la fase de Aire.
Finalmente, el análisis, la concretización, la puesta en
práctica, la fase de Tierra.
Cada
cual con su esencia.
Además,
cada ser humano ha nacido bajo la influencia de una energía que
viene determinada
por su signo astrológico y que marcará el potencial que le toca desarrollar.
Que una persona sea Escorpio, por ejemplo, significa que el Sol, en
su trayectoria,
pasaba el día en que nació por el signo de Escorpio. El Sol es el
astro rey de
nuestro universo (arriba) y en el ámbito particular (abajo) también
guarda una
importancia
primordial, ya que marca el objetivo
de vida de una persona.
Todo
tiene su razón de ser. Cada signo encierra una esencia determinada,
una cultura,
un aprendizaje que el ser humano ha de asimilar. El
universo está formado con
la materia de los doce signos, lo mismo que el ser humano, pero cada
persona debe
trabajar una esencia especial, la que ha marcado su nacimiento.
La
esencia principal de Escorpio es el amor propio y por lo
tanto, el aprendizaje preferente
de alguien nacido bajo ese signo consiste en aprender a quererse como plataforma
para ejercitar el amor hacia los demás. Una mala comprensión del
tema puede
llevarnos a llamarlo egoísmo, pero el amor bien entendido empieza
por uno mismo.
Aprender a quererse, a aceptarse tal y como se es, representa el
primer paso
para
que se abran las puertas de la relación con los demás (sobre todo
para alguien que
ha nacido bajo el signo de Escorpio).
Las
constelaciones y los signos.
En
numerosas ocasiones surge la pregunta sobre la relación entre las
constelaciones que vemos en el cielo y los signos del zodíaco. El
funcionamiento y el sentido del zodiaco, al igual que las mitologías
o las religiones, fue revelado al ser humano por inspiración.
Los
científicos se propusieron entonces averiguar cuál era el origen de
aquello que los filósofos de la antigüedad llamaban zodíaco, y
observando el cielo se dieron cuenta
que si unían con una línea imaginaria grupos de estrellas, aparecía
un dibujo que,
con cierta imaginación, podía resultar ser el de los animales
asociados a los signos
zodiacales, y así nacieron las constelaciones.
Astrología
y astronomía tienen dos objetivos y dos funciones bien
diferenciadas.
Pero
esos grupos de estrellas se encuentran en movimiento, de manera que
la constelación
de Aries, por ejemplo, se halla en un emplazamiento distinto al que
corresponde
al signo de Aries en el zodiaco. Así, es preciso comprender que la astrología
trabaja con el simbolismo asociado a los signos y olvidarse de las constelaciones,
que son meros elementos del paisaje.
Para
resumir este capítulo, diremos que para
realizar un proyecto,
es preciso delimitar
un zodiaco, un espacio en el cual llevaremos a cabo nuestra obra.
Para conseguirlo,
deberemos utilizar ingredientes como la voluntad, el poder del deseo
o la
capacidad de organización. Estos mismos elementos son los que ha
utilizado nuestro
Dios para elaborar su proyecto.
Preguntas:
1.- ¿Cómo se llama el espacio en que se desarrolla nuestra
Creación?
2.-
¿Qué debe definirse en cualquier acto de creación?
3.-
¿Cuáles son las categorías que forman el zodíaco?
4.-
¿Cuáles son las características principales de los cuatro
Elementos?
5.-
¿Cuál es el mejor signo del zodíaco?"""
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